El beso fue algo brusco. Simplemente unos labios apretándose sobre otros inmóviles. Después de unos segundos se separó, mirándola cautelosamente, esperando alguna reacción.Cuando los sorprendidos ojos verdes se concentraron en su cara, viajando de sus labios hacia sus ojos, estudiando cada detalle, Kakashi supo que estaba seguro.
Acunó su pequeño rostro entre sus manos, con los pulgares acariciando su mandíbula y el resto de sus manos cubriendo su cuello y se inclinó para besarla una vez más. Esta vez ella respondió el beso tímidamente, moviendo sus labios en sincronía con los de él.
Sentía las manos de Sakura aferrándose a la tela de su playera.
Su mente estaba en blanco y en su pecho un cumulo de emociones se arremolinaba; estaba feliz, porque sentía los suaves labios de Sakura responder a los suyos. Tenía esperanza e incertidumbre sobre qué era lo que iba a pasar con su relación. Culpabilidad por estar sintiendo eso cuando un compañero de la aldea acababa de perder la vida. Definitivamente estaba triste, porque sabía que mañana todos tendrían que enfrentar ese funeral. Aliviado de que la mayoría de sus compañeros llegaron sanos y salvos. Y preocupado porque sabía que Sakura necesitaba desahogarse.
Las lágrimas tocando sus pulgares y el viento fresco le recordaron el lugar en el que se encontraba.
De manera renuente, separó sus labios de los de Sakura.
- Vamos - murmuró, aún cerca de su rostro. Sin preguntarle, la subió a su espalda y corrió lo más rápido que pudo a su casa.
Entro apresuradamente. Caminó con la chica en su espalda hasta el baño, y la dejó sentada en el retrete mientras se movía rápidamente por la habitación y re aparecía un par de minutos más tarde con unas toallas y ropa en la mano. Se hincó frente a ella y quitó las vendas que Shizune había puesto no más de media hora antes.
Las miró, heridas y débiles por haber gastado tanto chacra en curar a sus compañeros y besó delicadamente sus muñecas. Luego levantó la mirada y encontró los ojos de Sakura llenos de la misma tormenta de emociones que tenía él dentro de su pecho.
- Toma una ducha - le susurró. Se levantó y le dio un beso en la frente - estaré afuera por si necesitas algo - caminó un par de pasos a la puerta.
- Kakashi - lo llamó débilmente, haciendo que este se detuviera en seco y la viera por encima del hombro, esperando a que continuara - no... no quiero estar sola - confesó.
Él solo asintió y dando la espalda a la regadera, se sentó en el piso. Escuchó cómo la ropa de Sakura caía al suelo. Escucho el agua salir de la regadera y chocar suavemente contra su cuerpo. Las manos de ella trabajando sobre su cabello, limpiando el sudor, la sangre y la tierra.
Después de unos interminables minutos, dejó de escuchar el agua correr. Cerró los ojos y escuchó cada movimiento de la médico. El cómo secaba las gotas de su piel con las toallas y cómo se vestía lentamente con la ropa que él había dejado para ella.
Una suave mano tocó su hombro, avisándole que era seguro voltear.
Se puso de pié y observó a la joven de pelo rosa nadando en su camisa Jonin que le llegaba a los muslos y sus pantalones. Se veía tan pequeña y frágil, como una muñeca.
Tomó su mano y la llevó a la pequeña cocina, que tenía una mesa en el centro, donde le ofreció asiento.
- Sé que no quieres estar sola, pero yo necesito una ducha también. Mira - le mostró un par de tarros - son tés, escoge el que quieras, el agua está casi lista - dijo suavemente.
Se acercó y le volvió a dar un beso en la coronilla.
- No tardaré, lo prometo - dijo para irse a dar la ducha más rápida de su vida, lavo su cuerpo y si hubiera sido alguna otra misión, se hubiera relajado más tiempo bajo el agua caliente. Sin embargo, definitivamente no era el momento.

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Pétalos rosas
FanfictionEllos se fueron, entrenaron y se superaron. Pero ella los superó a todos