Más que un campamento © [en proceso] @NatHolstrom

13.1.| Tabita

Héctor no se fía de mí, lo percato ante su mirada. Me lleva con él a su despacho y me obliga a sentarme en un sofá, quedando él en frente de mí, sentado en un sillón.
-Nos vamos a divertir mucho, tu y yo.- dice con una cínica sonrisa.
Sonrío sin gracia y le suelto, -Lo siento, pero no vuelvo con mis exs, ya sabes, no estoy tan desesperada.
Su cínica sonrisa no desaparece, -¿Tan boba eres? Nunca me gustaste, ni siquiera un poco.
Me encojo de hombros, -El bobo eres tú, que no notaste la burla de mi comentario.
Se levanta de su sitio y se acerca a mí, -Tan impertinente como siempre...- rueda los ojos con cierta gracia, -Sin duda, no me has hecho caso antes, cuando te he advertido de hablarme cuando yo no te he dado permiso.
Me levanto ahora yo, -¡Cómo si me hiciese falta!- en un abrir y cerrar de ojos estoy estampada a la pared, me retiene de las muñecas y nuestros pechos se tocan, no aparto mi mirada de la suya.
-Lo he intentado por las buenas.- me empuja al sofá, haciendo que caiga acostada. El se abalanza encima de mí y me sujeta de nuevo las muñecas poniéndolas encima de mi cabeza, su agarre es duro y temo porque me deje moretones, pero en verdad ese es el menor de mis temores en este momento.
Me besa sin permiso, no le correspondo, me es imposible mover la cabeza ya que me presiona hacia el sofá y mucho menos coger un fuerte impulso para salirme de él, ya que se encuentra ahorcajadas de mí.
Me suelta una muñeca y con una mano me coge ambas, con su mano libre aprieta mi muslo haciendo que gima de dolor.
Aprovecha para meter su lengua y esa sensación me deja impotente. Me da asco. Me da asco que me bese. Me da asco que me toque. Y me da asco que exista.
Su boca aprisiona la mía e intento pronunciar -Basta.- pero esa palabra se queda en el aire cuando decide ignorarme.
El ruido de alguien tocando a la puerta no evita que Héctor se levante de encima de mí, con su mano libre se adentra a mi muslo y al momento cierro las piernas lo más fuerte que puedo. Una sonrisa se le hace presente, -Por más que te esfuerces en apretar las piernas, no conseguirás que no las pueda abrir.- le miro con asco y la puerta vuelve a soñar.
-Señor Wang.- dice una voz femenina.
-¿Sí?- grita él sin moverse.
-Tabita le ha mandado una carta, se la dejo en su cuarto.- le responde y sin más su voz deja de hacerse presente en la casa.
Su sonrisa sigue presente en él y yo solo le miro con un asco infernal. -Me voy a divertir.- dice en un tono morboso.
La mano que está paseándose por mi muslo pasa a mi blusa, la cuela por debajo y mis vellos se erizan ante su frío contacto. La sube despacio y aprovechando que está desprevenido me suelto de golpe de su agarre y le empujo del pecho haciendo que se caiga para atrás y me dirijo hacia el escritorio para que haya un obstáculo entre nosotros.
-No vuelvas a tocarme.- bramo.
-¿O qué? ¿Me matarás? Porque ya estoy muerto.- se burla levantándose.
-¿Tan seguro estás de qué no puedo acabar contigo?- de hecho, sí que sé cómo hacerlo, sólo que dudo que haya todo lo que necesito en esta casa. También tengo que descubrir si es un vampiro diurno o no. Ya que, hay algunos como Marco, Enzo y Gian, que llevan unos anillos embrujados. Aún me acuerdo cuando me dijeron que era un símbolo de su amistad masculina, por supuesto, yo me ofendí pero acabé ignorando el hecho de que no tuviésemos nada simbólico entre nosotros. Después pude deducir con Chiara que uno de los motivos por los que salían al sol era ese.

Héctor me ha encerrado en su despacho, el cual ha sido un acto muy estúpido. He registrado cuidadosamente todos sus papeles, me dirijo a sus dosieres y por curiosidad cojo un dosier que pone, «TABITA».
Lo abro y cuando comienzo a leerlo siento como mi boca se abre del shock.

3 de agosto de 2010.
Reunión concertada con Tabita, le he devuelto su amuleto a cambio que hechizase a la hija de Ezio y Zoe, Cloe.
La niña no se podrá transformar en mujer loba.

Hay más información explicando la reunión pero en mi mente sólo puedo procesar una cosa, soy mujer loba y la culpa de que ahora mismo no me pueda transformar es de Héctor y Tabita.
Dejo el documento en su sitio y escucho unos pasos acercándose al cuarto. La misma mujer que me había abierto la puerta entra al cuarto.
-Ven.- dice con un toque cortés.
La sigo y le susurro, -¿Eres un vampiro?- ella me hace un gesto para que me calle.
Cuando llegamos a una habitación de huéspedes entramos y cierra la puerta, -Escucha, tienes que irte.- me susurra, -Este hombre está loco.
-¿Y tú por qué estás aquí?- le pregunto. Si tan peligroso es ¿qué hace ella aquí?
-Estoy saldando una deuda.- dice con un tono entristecido. Antes de que pudiese hablar me interviene, -No le cabrees y actúa con normalidad, te ayudaré a escapar.
Asiento pero mi curiosidad aumenta y le pregunto, -¿Conoces a Tabita?
-¿La hechicera?- asiento, -Sí, viene todos los domingos para decretar reuniones con Héctor.
«Hoy es sábado.» Mañana tendría que colarme en la reunión y obligar a Tabita para que me devolviese mi mitad loba.

Nota de autora; MARATÓN DE DOS CAPÍTULOS :D
Cloe -Esto es una injusticia.
La miro raro, -¿Qué pasa?
Cloe -¿En serio dejaste que el chucho se despidiese en el otro capítulo?
-¡Eh, que estoy aquí!- grita con falsa indignación Apolo.
-Cállate.- le decimos las dos y él nos mira con los ojos abiertos y se da media vuelta.
-Hoy te toca a ti.- le digo.
Con los brazos cruzados, rueda los ojos, -Sí, sí, yo no soy el segundo plato de nadie.
Bufo -Eres una dramática... En el otro capítulo se despidió Apolo porque estaba en ese momento tú no.
-¡Uy perdona por estar hablando con Chiara de cotilleos!- se burla.
-_- -Te recuerdo que yo soy la escritora.
-Y yo la protagonista.- dice con ego mientras ondea su pelo de broma.
Empezamos a reírnos las dos haciendo que la sala y la atención de las personas nos miren con cara extraña, -¡Ha sido buenísimo!- se ríe.
-¡Ni que lo digas!- sigo yo. -Bueno, no alarguemos esto más, despide Cloe. :D
-Bueno gentecita preciosa, ¡un beso y hasta el próximo capítulo! <3

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