Más que un campamento © [en proceso] @NatHolstrom

18| Espacio personal

-¿Qué? Continua...- espeta con los brazos cruzados.
Tengo unas ganas terribles de responderle «Hubiera encontrado la forma de romper nuestro vínculo». Pero mi instinto me impide responderle eso, sé que aunque sea lo que pienso y lo que seguramente haría, sólo conseguiría empeorar aún más la situación. Nola en parte tiene razón, debo de ser un poco más cuidadosa con lo que digo si quiero ganarme su confianza para librarme de él de una vez por todas. Puede que en cierto modo me parezca atractivo y que haya algo mágico que nos una, pero no me importa, ¡Exijo un ticket de reembolso!
No le respondo y alza una ceja esperando a que lo haga. Da unos pasos hacia mi, quedando a una distancia bastante corta, -Continua, ¿Qué? ¿Hubieras encontrado el modo de librarte de mí?- me sorprende lo tranquilo que está.
«Está tramando algo, no te fíes...»

Apoyo la palma de mi mano en su pecho descubierto e intento apartarle pero no se mueve, -Eres muy molesto, ¿lo sabías?
-Y tu evades todas mis preguntas - se encoge de hombros, -, estamos a mano.
Ruedo los ojos y él me sujeta el mentón con dos dedos haciendo que le mire directamente a los ojos, -No vuelvas a hacer eso.
Sonrío al ver como frunce en ceño molesto. Me encanta molestarle, -¿El qué? ¿Esto?- vuelvo a rodar los ojos.
Tensa su mandíbula. No puede evitar hacerme gracia que hasta ahora nadie haya sido capaz de enfrentar a Apolo. Comienza a dar pasos hacia mi provocando que retroceda, hasta que mi espalda choca contra la pared. Estira sus brazos, dejando cada uno a cada lado de mi cabeza, una extraña sensación se apodera en mi interior. Me sentía pequeña, pero a la vez tenía ganas de besarle.
«¡NO CLOE! ¡TU NO TIENES GANAS DE BESARLO! ¡PON LOS PIES EN LA TIERRA!»

-¿Qué quieres, D'Angelo?- intento decir sin titubear. Su cara se aproxima a la mía y me paralizo inconscientemente, siento como si mis mejillas ardieran y él ensancha una sonrisa que hace que mis piernas tiemblen ligeramente.
Acerca sus labios a mi oreja, mientras que intento controlar mi respiración que comienza a ser irregular, -Que te enamores de mi.
-Qu-ue me enamore de-de ti-i.- aleja sus labios de mi oreja y me mira de una manera que me esta haciendo sentir extraña y me impide pensar con claridad. Nerviosa apoyo mis manos en su pecho y lo separo de mi bruscamente, -¡Vale! ¡Espacio personal!
Me mira divertido, -Pulguita, estás roja.- le fulmino con la mirada y me quedo un poco embobada al contemplar su sonrisa juguetona.
«¿Por qué tiene que ser tan guapo?»
Sin duda la de arriba -quienquiera que me haya unido a Apolo- debe de estar pasándoselo muy bien a mi costa.

Divertido es poco a cómo me siento ahora mismo. He conseguido que Cloe Fiore se sonroje. Quiero mi premio. Intenta ocultar su nerviosismo mientras que yo me mantengo de pie, mirándola sonriente.
Noto cómo se va relajando y se gira para confrontarme con la mirada, -¿Entonces quieres que me enamore de ti?
Asiento con la cabeza.
-¿Y encerrarme en una cabaña contigo, en un lugar que ni siquiera sé donde está, forma parte del plan?- dice algo histérica.
-Tal vez.- admito y ella bufa.

¿Caos? Eso es poco para el revuelo que se ha creado en el campamento. Zoe Fiore está enfadada, MUY enfadada. De hecho, da hasta miedo. Leslie quiere arrancarse los pelos de la cabeza, algo que seguramente Cloe querría ver en primera fila. Gian, Enzo y Marco desaparecieron tras el incidente. Ludo intenta llamar la atención, lo cual, no es ninguna novedad. Jason y Nico no se muestran muy preocupados, algo que me hace intuir que probablemente ellos saben donde deben de estar Cloe y Apolo.

Veo como Ludovica se acerca demasiado a Nico, así que sin pensarlo me dirijo hacia él y me lo llevo, cogiéndole del brazo, algo posesiva.
-¿Lo que huelo son celos?- se burla.
-¿Algún problema si lo fueran?- le rebato y le dejo sin habla durante unos segundos, para luego escucharle soltar una sonora carcajada.
-No tienes porqué estarlo.- dice intentando que baje un poco la guardia. De pronto una brillante idea se me ocurre.

Agarro a Nico de la mano y comenzamos a dar un silencioso paseo por el bosque. Y cuando estamos a punto de llegar al lago comienzo a llorar.
-Chiara, ¿qué te pasa?- me pregunta preocupado agarrándome de las mejillas suavemente con sus manos.
-¿Y si les han pasado algo a Apolo y Cloe?- consigo hacer que me caigan falsas lágrimas por mis mejillas. -No soportaría saber que les hubiera ocurrido algo.
-Eh... Todo está bien.- me sonríe, intentando tranquilizarme. -Mira, Apolo me mataría si se llegara a enterar de que te voy a contar esto, pero está en la cabaña de otoño.
Le miro confusa, -¿Cómo que en la cabaña de otoño?
Se rasca la nuca, algo incómodo, -Cuando queremos estar solos solemos ir, así que... Seguramente se haya llevado para allá a Cloe.
«¿Solos? ¿Cloe? ¿Apolo? Oh, mierda... se van a matar.»

Me quito las lágrimas de mis mejillas y le sonrío inocentemente, -Gracias.-. Me alejo rápidamente de Nico, el cual está procesando lo que acaba de ocurrir. Sí, por primera vez he manipulado a alguien, que no es mi hermano. Para mi suerte sé donde esta la cabaña de otoño, que queda en el otro pico del bosque.

Mi loba Kia, brama -¿Pero qué has hecho? Ya no confiara más en ti.
-Eso ahora mismo es lo último que me preocupa, tengo que salvar una vida, o tal vez, dos. Quién sabe.
-Te recuerdo que Cloe no es tu mate.
Ruedo los ojos, -No, ella es mi mejor amiga. Y aunque nos conozcamos sólo del campamento, se ha convertido en una persona muy importante para mí.
-Tu verás.- suelta cabreada y yo la ignoro.

Nota de autora; ¡Holaaaaa! ¡Sí! ¡He vuelto! Me hace mucha ilusión que os esté gustando la novela.

!Hasta el próximo capítulo!