Giro la llave para dejar descansar el motor de mi auto e inhalo profundo.
Esto es solo un simulacro, me recuerdo antes de proceder.
—Ya es hora de montar la escena dramática —le digo a Mak antes de despedirnos—. Recuerda que debes ser convincente —finjo una sonrisa para que se adentre también en su papel—. Anda, hazlo justo como la otra noche.
Asiente mientras se quita el cinturón de seguridad.
Esta idea me parece un poco estúpida, pero es la única manera en que puedo recordarme a mí mismo que nada dura para siempre, y esta relación, por más que lo desee, no será la excepción.
Creo que en mi destino está enamorarme de las mujeres equivocadas, en los mejores momentos de mi vida.
Espero a que comience el diálogo, pero en lugar de eso frunce el ceño como si estuviera enojada conmigo. Me causa gracia cada vez que hace eso, aunque no lo finja.
Río al ver que le cuesta mucho trabajo actuar.
—No te burles, Max —dice dándome una palmada en la pierna derecha y lo volvemos a intentar.
—Okay, ya estoy listo.
Makena respira profundo y exhala con lentitud para luego mantener la seriedad. Nos miramos fijamente e intento concentrarme en lo que hacemos para no reír de nuevo.
—Ya no te quiero, Maximiliano…
Okay, eso fue suave, pero puede mejorar.
»Eres un hombre demasiado temperamental —continua—. Te comportas como un niño en los momentos más serios y la verdad eso me molesta mucho.
Asiento con la cabeza.
Eso suena más convincente.
»Estos tres meses que he pasado contigo, han sido muy extraños y me has hecho sentir cosas que jamás imaginé experimentar.
Creo que ya perdió el hilo de nuevo. Mh, tal vez lo que sigue sí me haga mierda el corazón.
—Cambié de opinión, ya no voy a ir a México.
—¿Qué? Eso no estaba en el libreto, Mak —me quejo, no me dice lo que necesito escuchar.
—Sería mejor ir a Inglaterra.
¿Qué carajos dijo?
Mak comienza a sollozar de verdad; algo me dice que ya no estaba fingiendo.
—¿De qué hablas, Mak? No com…
—Inglaterra, México, París. ¡¿A quién diablos voy a engañar con eso?! —exclama con las cejas arrugadas—. No puedo hacerlo, Max. Esto es estúpido —limpia sus lágrimas para mirarme a los ojos—. Yo también te voy a extrañar muchísimo —su voz termina quebrándose y meneo con prisa la cabeza.
—No, Makena, no te despidas. Quedamos en que no… —pauso en el instante en que me abraza.
—No puedo mentirte. Sabes muy bien que mi corazón se queda contigo —declara entre sollozos—. Solo será un mes, no tienes nada de qué preocuparte. Haremos video llamadas, nos enviaremos mensajes, te mandaré fotografías, lo que sea con tal de saber de nosotros.
No tengo el corazón hecho mierda, pero sí siento cómo se quiere salir de mi pecho.
—Eres de lo peor, Makena —frunzo los labios—. Me prometes muchas cosas y seguro, con lo entretenida que vas a estar allá, ni te vas acordar de mandarme un mensaje.
Toma mi rostro entre sus cálidas manos.
—¿Tú crees que voy a tener ánimos para divertirme sin ti?
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Una Pizca De Mak'x 📖
Lãng mạnMakena O'donnell es una universitaria que está por concluir la carrera de gastronomía. Una chica semi-independiente que sueña con viajar a Francia D. para aprender de los mejores chef reposteros, para así lograr su meta más anhelada: abrir su propia...