61. Player one

283 23 3
                                    

—No sé si ya estés enterado, pero O’donnell desea quedarse aquí, y yo estoy a favor de su decisión —Alexander saca del cajón de su escritorio un folder etiquetado con la palabra “pendiente”.

—Sí, algo me había comentado, aunque no creo que Scott la deje ir así como así, sobre todo porque él fue quien la contrató.

Su semblante de suficiencia me deja en claro que tiene todo arreglado.

—Lo entiendo, sin embargo ella me pidió una oportunidad, por eso le pedí tres meses más a Scott. Además, Donovan está complacido con su desempeño, y al igual que yo, desea que tú nos apoyes —desliza el folder sobre el escritorio dejándolo a mi alcance—Convocaré a una junta para hablar con Scott —agrega y abro el archivo para leerlo—. Esa persona está interesada en trabajar con nosotros. Su currículum es bueno.

Echo un vistazo al documento. Es bastante bueno, no puedo negarlo.

—Considero que tiene la experiencia suficiente para trabajar con Daniel.

Le devuelvo el folder.

—Me parece bien, pero primero necesitas llegar a un acuerdo con Newman —sentencio—. Por mí no hay ningún problema, siempre y cuando Makena esté de acuerdo.

Esboza una sonrisa arrogante.

—Ella se siente a gusto aquí al igual que nosotros.

—Yo qué te puedo decir. Mi mujercita es excelente en su trabajo —declaro sin ocultar el tono altivo.

—Te sacaste la lotería con esa ovejita, Slora. 

Asiento orgulloso.

—Debo volver al trabajo —me pongo de pie—. Avísame a tiempo sobre la junta para ver qué se puede hacer —abro la puerta de su oficina.

—Claro. Te enviaré un correo, o mejor aún, te llamo para confirmar —dice desde su lugar.

—Nos vemos hasta entonces —cierro la puerta a mi espalda.

Espero que Vid tenga mejores noticias.

Avanzo con toda calma por el pasillo, pero en cuanto doblo la esquina para ir a la cocina, encuentro a mi novia hablando a solas con Donovan.

¿No que tenías mucho trabajo, Zack?

Sigo caminando como si nada, hasta que Makena se percata de mi presencia. Tiene el ceño fruncido, lo cual no es bueno.

—¡Tú! —exclama con fuerza y detengo mi andar al verla venir con todo—. ¿Cómo te atreviste a enviar una niñera para vigilarme?

Doy un paso atrás cuando la tengo justo enfrente.

—Mak, yo…

—Y encima de todo vienes a espiarme en horario laboral —me interrumpe—. ¿Qué pasó con la confianza que según tú me tenías? —interroga exasperada en tanto Donovan nos mira sorprendido.

—Entonces ¿los rumores son ciertos? —intercala su mirada entre Makena y yo.

Quisiera gritarle que sí, que somos pareja, pero permanezco en silencio por ella.

Mi novia toca su frente con la punta de sus dedos y exhala.

Precaución: peligro inminente.

—Así es, chef. El señor Slora y yo somos… o mejor dicho, éramos novios—me fulmina con la mirada.

El sonido de varias personas aspirando aire al mismo tiempo, me hace voltear hacia la cocina. Todo el personal está asomado, observando la escenita.

—¿Qué hacen ahí parados? —interrogo exaltado—. ¿Acaso les pago para estar al pendiente de mi vida personal?

Una Pizca De Mak'x 📖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora