Extra [Especial un año de Milianokena]

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Este capítulo especial es para todas las lectoras de Milianokena, en especial a Jaydi, quien votó y comentó, en aquel entonces, en todos los capítulos.

Esta es mi manera de agradecer todo su apoyo chicas bellas.

“Anhelo”

[73.5]

Maximiliano Slora.

[Un año atrás].

Se va… en verdad se va.

Mi vista se nubla, mi corazón se fisura en cada paso que da ella. Y ¿qué es lo que hago? Observar… observar como un idiota mientras la mujer a la que he guardado lealtad todo este tiempo, me deja con solo una promesa, la cual solo el destino sabrá si cumplirá.

¡Detenla!, me ordeno desde lo más profundo.

Quiero avanzar, pero mis pies no responden.

Makena cruza la puerta de abordaje junto con su amigo y mi hermano posa una mano en mi hombro en señal de apoyo.

—Volverá —intenta darme ánimos.

Sacudo la cabeza, sin embargo la humedad de mis ojos termina por nublarme la vista.

—No… no lo hará.

No volverá.

—¡Max! —exclama en cuanto salgo corriendo a la fila donde ingresa el resto de los pasajeros.

—Necesito pasar. Es urgente —digo apresurado al pararme frente a la empleada que recibe los boletos de avión.

—Claro. ¿Me permite su boleto por favor?

—Le digo que es urgente. Mi novia acaba de entrar y necesito hablar con ella antes de que se vaya al otro lado del mundo —me gana la desesperación y mi voz suena más fuerte de lo habitual, lo cual llama la atención de los demás.

—Lo lamento, caballero, pero no puede abordar sin boleto —atiende al siguiente pasajero y escucho a mi novia gritando mi nombre.

—Mak… —empujo al tipo que tengo enfrente para infiltrarme.

—¡Señor, no puede pasar! —la empleada me toma de la chaqueta evitando que siga adelante.

—¡Suélteme, mi novia me necesita!

—No puede entrar allí, señor. Ya le dije que necesito su boleto —repite tirando hacia el lado contrario.

Intento quitarme la chaqueta hasta que Mak aparece frente a mí. Tiene la carita roja y sus ojos están llenos de lágrimas.

—¿Qué es lo que haces, niña loca? —la abrazo como si no la hubiera visto en miles de años.

Mak se aferra a mi cuerpo mientras llora sin parar. La envuelvo con mis brazos, justo como la primera vez que la vi vulnerable.

Su reacción me devuelve una pizca de aquella seguridad que sentía hasta el día de ayer, en que se entregó a mí, proclamando que me ama como a nadie más.

—Señor por favor, si no me entrega su boleto deberá retirarse o llamaré a seguridad —insiste la mujer del aeropuerto, logrando que suelte a mi mujercita.

—Solo deme un minuto más por favor —le pido, pero pone mala cara.

—Lo siento, señor, el avión está por…

—Me quedo. Voy por mis cosas —la interrumpe Makena, a quien detengo antes de que se vaya.

Modo idiota reactivado.

Una Pizca De Mak'x 📖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora