Capítulo 16

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Cinco meses después...

Cinco largos meses en los que Frank y Gerard convivían juntos en la casa del castaño. Todo era un sueño hecho realidad para ambos. Gerard aún estaba esperando a su ex esposo para poder divorciarse de una vez, sólo que supuestamente él estaba muy ocupado trabajando en el exterior. Frank había conseguido trabajo en una primaria, era muy bueno ya que los niños allí no eran unos revoltosos como imaginaba. Gerard aún seguía trabajando en el hospital, pero no tantas horas como antes, y eso estaba bien para Frank, ya que lo extrañaba la mayor parte del tiempo.

Quien no se puso muy feliz con la presencia de Gerard en la casa de Frank fue su mejor amigo Bob. Obviamente al principio no aceptó aquello, hasta dejó de hablarle por una semana, pero luego se decidió por conocer al pelirrojo, y la verdad es que le había caído muy bien. Pero después de eso todo estaba más que bien, ambos jóvenes vivían demasiado felices. Y sí, ellos eran oficialmente novios. Luego de que Gerard viviera algunas semanas en casa del castaño, Frank se decidió por pedírselo,y como era de esperarse aceptó.

— Frankie... — Llamó Gerard desde la habitación, estaba mirándose frente al espejo mientras se colocaba una camisa que le quedaba jodidamente apretada, lo que lo hacía ver muy sexy.

— ¿Si? — Contestó entrando a la habitación con una sonrisa. Abrazó a Gerard por la espalda y dejó un beso en su cuello, haciendo reír al pelirrojo ante el acto de amor más hermoso que Frank le daba cada mañana.

— Ray volvió — Y Frank borró su sonrisa. Odiaba oír ese sucio nombre. Después de todo el mal que le había hecho encima se atrevía a volver. Pero el motivo era uno solo. El divorcio. — Vamos a hablar del divorcio. Quizás esta misma tarde ya firmemos los papeles y listo, estaré legalmente divorciado — Dijo dándose vuelta para encarar a su lindo Frank, quien no tenía buena cara. El castaño estaba de traje, se veía jodidamente sexy con la corbata negra mal puesta y las mangas de su camisa remangadas hasta por arriba de sus codos, haciendo visibles varios de sus tatuajes. — ¿Estás enojado? — Preguntó con una sonrisa mientras rodeaba el cuello de su dulce Frankie.

— No — Respondió con frialdad. Era obvio que sí, pero a Frank le molestaba que supiese que estaba enojado.

— ¿Seguro? — Dijo con una sonrisa. Por alguna razón le parecía muy tierno ver a Frankie así.

— Sí. Iré al trabajo. Tengo varias cosas que hacer. Cuando vuelvas a casa me envías un mensaje, ¿Si? — Gerard asintió mientras acomodaba la corbata del castaño, amaba hacer eso.

— Está bien. Suerte, cariño — Frank besó los labios del pelirrojo con dulzura como siempre hacía.

— Para ti también, cielo — Gerard sonrió ante el hermoso trato que ahora tenía.

Al fin lo trataban con amor después de tanto tiempo.

Gerard:

El pelirrojo no quería estar tan presentable para la estúpida ocasión. Debía ir a un café con su ex esposo Raymond. Ahora le importaba una mierda ir con una simple camisa y unos jeans negros muy comunes, él se sentía bien así. Lo que le pareció muy raro fue la llamada de Ray esta mañana. Le dijo en un hilo de voz que necesitaba hablar con él en el café de siempre, obvio que Gerard aceptó.

Una vez que llegó, vió al mayor del gran afro sentado en el fondo de aquel lindo lugar, estaba solo. Había dos tazas de cafés y él se veía muy pensativo, demasiado. Suspiró y caminó a paso lento hasta él, hacía bastante tiempo que no lo veía. Pero él realmente quería el divorcio, quería estar con Frank para toda la vida, ya no quería tener vínculo alguno con Ray, lo respetaba, sí, pero ya no lo amaba. Estaba enamorado de Frank, muy enamorado, y era por esa razón que ya no quería estar más con Raymond.

Bulletproof heart •Frerard•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora