Bulletproof heart •Frerard•

Capítulo 9

Frank no sabía cómo había pasado pero Gerard se había dormido en medio del abrazo. Lo confirmó cuando lo llamó por su nombre repetidas veces en susurro y éste simplemente no respondía, sólo hizo un pequeño ronquido algo tierno como respuesta. Sonrió y tomó entre sus fuertes y tatuados brazos a Gerard, quien se durmió llorando.

Pobrecito. Frank pensaba que un joven como él no merecía sufrir tanto por un tipo que se la pasaba de viaje en viaje y además de eso era una persona muy fría con él. Simplemente un completo idiota por no saber valorar lo más hermoso que tiene a su lado. ¿Cómo es que Gerard aún podía estar con alguien así? Quizás estaba muy enamorado de ese sujeto. Y era obvio que sí, porque se había puesto a llorar por aquel infeliz.

Una vez que llegó a la gran habitación de Gerard, lo dejó sobre la cama matrimonial con mucho cuidado y luego lo cubrió con una cobija que había allí.

Se quedó a su lado unos segundos mirándolo con total detenimiento. ¿Por qué tenía que ser tan hermoso? Sus ojos, su nariz, sus cejas, sus labios... Sus hermosos y preciosos labios que tanto deseaba probar. Suspiró y comenzó a acariciar su mejilla con delicadeza, como si fuera lo más frágil del mundo, y es que lo era y justo por esa razón no quería tratarlo mal en ningún momento. Además, él estaba viviendo en su casa y siempre lo trató con mucho cariño y amabilidad.

***

Toda una semana llevaba en casa de Gerard, y la verdad le encantaba estar allí. Las tardes se las dedicaba a su mejor amigo Bob haciéndole una visita o yendo a algún lugar con él. Obviamente aún no le había dicho sobre que vivía con el enfermero que lo había cuidado en el hospital, tampoco pensaba que fuera necesario decirle, era su vida después de todo.

A Frank le sorprendía mucho todas las coincidencias que tenía con Gerard, a ambos les gustaban las mismas cosas y amaban hacer lo mismo casi todo el tiempo, eso era comer, ver películas, jugar a los Juegos de mesas, videojuegos, escuchar música, todo lo divertido.

Con respecto a que Gerard se quedó dormido en medio del abrazo, no dijo nada al día siguiente, en donde despertó acostado en su cama. Sólo dijo un "lo siento por quedarme dormido, necesitaba un abrazo hace mucho tiempo" y nunca más se volvió a hablar del tema.

Gerard se encontraba en la cocina ordenando un poco y Frank veía algo en su teléfono celular. Instagram era demasiado aburrido, si no fuera porque sus famosos favoritos publican casi siempre ni lo tendría, pero la verdad es que le gustaba ver fotos sobre sus artistas.

— Frankie... — El nombrado lo miró con cierto asombro por cómo lo llamó. Su madre lo llamaba así, y aún dolía recordar ciertas cosas — ¿Quieres comer ahora o más tarde? — Preguntó con una sonrisa ¿Por qué siempre sonreía de manera tan hermosa? Le devolvió la sonrisa y negó con la cabeza.

— No te molestes. No tengo hambre.

— Okay — Contestó alegre y se sentó a un lado de él en el cómodo sofá. Recién eran las nueve de la noche, era demasiado temprano para comer y demasiado temprano para irse a la cama sin cenar — ¿Qué estás viendo? — Preguntó sonriente.

— Veo unas publicaciones de Brian May, este sujeto sigue igual que hace algunos años — Comentó enseñándole una foto del guitarrista. Sonrió aún más al ver la imagen y luego lo vió a él sin borrar aquella hermosa sonrisa que cada vez que la veía lo dejaba sin palabras.

— Amo a Brian May — Contestó mirándolo a los ojos.

— Yo... también lo amo — Murmuró.

¿Por qué mierda su corazón latía de una manera anormal cuando veía a Gerard? ¿O por qué cuando éste le sonreía sentía unas putas mariposas en el estómago? Simplemente no entendía por qué Gerard causaba todas estas cosas en él. Se estaba enamorando, eso era. Pero no quería admitirlo. El de ojos esmeraldas tenía esposo, jamás tendría oportunidad. Nunca antes se había planteado si era homosexual pero para ser sinceros a él le importaba una mierda, no era una persona que llevaba etiquetas sobre su orientación sexual, eso era estúpido.