𝐈 𝐂𝐀𝐍𝐓 𝐆𝐄𝐓 𝐄𝐍𝐎𝐔𝐆𝐇

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—LA FRÍA BRISA chocaba a gran velocidad contra su rostro mientras el joven se deslizaba con gracia sobre el hielo, terminando su actuación con una combinación perfecta de múltiples giros, el más joven de los Na se detuvo de manera impecable en el hielo, sonriendo con orgullo, levantó ambos brazos dando por finalizado el acto.

El sonido de su pesada respiración pasó a segundo plano luego de la potente ovación que se desató entre el público haciendo eco en sus oídos, la satisfacción creció aún más en su interior, mientras la sonrisa de el patinador se hacía aún más grande observando pequeñas rosas rojas caer sobre el hielo.

—Na Jaemin, La joven estrella de Seúl— la voz del presentador se perdía entre los gritos de emoción, el chico tomo una rosa que descansaba sobre el helado suelo y se dedicó a realizar reverencias agradecidas al público y al jurado esperando una buena calificación a su actuación.

Se deslizó de forma suave hacia la salida de la pista, abrazando a su entrenador quien emocionado comentaba la anterior presentación, ajustadas las guardas de sus patines, comenzó a caminar hacia su lugar designado de espera, en donde la esposa de su padre, Kim Yoojin, lo esperaba de brazos cruzados, con el ceño fruncido.

—Jaemin— sentenció —Necesitas practicar más, voy a extender tu horario de entrenos— Ordeno, chasqueando los dedos hacia su asistente quien miro con pena al pobre muchacho —Haz perdido el equilibrio en el doble Axel, y los giros, los giros no eran para nada limpios, definitivamente un completo desastre.

Jaemin suspiro sin muchas ganas de iniciar una discusión con la actual esposa de su padre y simplemente tomo asiento a su lado —Practicaré más para la próxima— respondió sin emoción, dándole la razón, cansado de nunca parecer suficiente para su "Familia". La mujer soltó una risa amarga mientras negaba con la cabeza.

—No lo entiendes Jaemin— respondió con un tono cortante hacia el menor
—Juntarte con esos incompetentes te ha hecho perder la razón, por qué créeme que cuando falles no habrá una próxima vez para ti, Jaemin— Dijo seria, haciendo que le menor apretará con fuerza sus puños intentando contener cualquier comentario que pasará por su mente.

—No le hagas caso— susurró Ten, su entrenador, Justo a su lado evitando ser escuchado, por Yoojin —Hiciste un muy buen trabajo Jaemin, estoy orgulloso —Admitió con una leve sonrisa. El nombrado imitó su acción, tomando asiento enfocando su atención en los siguientes competidores.

Toda la confianza que se tenía a sí mismo minutos antes se había esfumado, no solo por las palabras de Yoojin, los competidores habían logrado intimidar a Jaemin.

El chico debía admitir las grandes habilidades de sus adversarios y si bien podía reconocer que era bueno en el deporte, no se consideraba el mejor en ello. Y eso lo frustraba, porque a pensar de que lo intentará y diera lo mejor de sí mismo, nunca parecía ser suficiente para dejar satisfechos a otros; Ni a si mismo.

Los performance masculinos habían finalizado, el domo se preparaba para escuchar y celebrar al ganador, era una competencia nacional, no fue considerado un evento grande sin embargo los preparativos habían iniciado hace meses y gente con influencias en el deporte había asistido.

Jaemin había estado entrenando tan duro los últimos 4 meses, que no recordaba con exactitud la última vez que había logrado conciliar el sueño por más de 4 horas seguidas, siempre estaba abrumado pensando por el que dirán, había practicado tanto buscando ser perfercto, para el, para su padre, para todos los que se encargaban de susurrar los errores a sus espaldas, quería ser perfecto, y si lo quería, debía ganar, Jaemin necesitaba ganar, lo deseaba.

El joven estaba aterrado, no quería imaginar lo que iba a ocurrir si llegase a perder, su corazón golpeaba nervioso en su pecho de solo tener que pensar en enfrentar la ira de su padre, en tener que escuchar las voces de la gente a sus espaldas, los constantes murmullos recordándole sin cesar su fracaso. Le asustaba, le asustaba demasiado el sólo hecho pensar en que podía decepcionar a todos, no quería ni imaginar cómo sería ser el blanco de la decepción de su familia.

WITHOUT YOU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora