Tres meses después:
Boruto estaba en la oficina del hokage.
-Boruto, por tu contribución a la aldea, has sido ascendido a jounin.- dijo Konohamaru, el octavo hokage. -Sabes Boruto, has sido muy valiente, no ha de ver sido fácil superar la muerte de Sarada.- Terminó de decir Konohamaru.
-No... no ha sido nada fácil, eso sí. Pero ella quería que yo volviera a la aldea y eso hice.- Dijo Boruto. Saliendo de la oficina. Al bajar, se dirigió al gran monumento con cada uno de los nombres en honor a aquellos que perdieron la vida en aquel terrible ataque.
-Perdoname Sarada. No tuviste un funeral muy bonito, solo fuimos seis, Cho, Shikadai, Konohamaru-nichan, mamá, papá y yo. No sé si eso era lo que tú hubieras querido, pero no sabíamos qué más hacer....- Boruto intentó regular su respiración, esperando que eso eliminara sus lágrimas.- Te extraño, pero ya no es nada comparado al primer mes que pasamos sin ti. Sabes Shikadai y yo volvimos a ser amigos y ahora, soy jounin. Konohamaru dijo ayer que tú debías de ser Hokage. Bueno eso es todo por hoy. -Boruto volteó a ver el cielo, limpiando las lágrimas que al final sí habían logrado salir. Dio una pequeña sonrisa al cielo. - Adiós Sarada. -
Veinte años después.
Boruto se encontraba observando el cielo, ese día se cumplía veinte años de la muerte de Sarada.
-Papá! Quién es ella? - Preguntó la pequeña Sarada al mostrar una imagen de una chica con el primer hijo de Boruto: Haruki.
-Ella Sarada es mamá. - Dijo él con una sonrisa.
-Pero... ¿por qué no la conozco? - Preguntó la infante con ardua curiosidad.
-Porque tu mamá ahora está allá arriba. - Boruto apuntó al cielo. Había sido un camino largo y cansado, pero él sabía que debía de seguirlo. El volvió a su cuarto y tomó una de las fotos que estaban encima del pequeño tocador. La imagen era de una chica de pelo castaño claro y ojos oscuros, piel clara y un vestido de maternidad verde claro.
-Es ella! Mira papá es ella! - Boruto rió por la inocencia de su pequeña hija.
-Sabes por qué ella tiene ese vestido? - La niña negó. - Fue un regalo de tus abuelos, dentro de esa pequeña pancita que tu mamá tenía alguien muy maravillosa estaba creciendo. -
-Quién? -
-Tú mi niña! -
-Pero porque no la conozco? -
-Pues... tu mamá, cuando te tuvo ella... - Boruto inhaló rápidamente. - Ella eligió tenerte a tí, eligió que tú estuvieras bien. Ella no tuvo tanta suerte, pero ella sí te ve, desde allá arriba. - La pequeña niña abrazó a Boruto. Y salió de la habitación, a donde su hermano mayor la esperaba. Ellos rápidamente se fueron. Boruto los observó, le recordó a su propia infancia que parecía un tanto lejana. Recordó a una chica que hace mucho no recordaba.
Sarada. Su antigua mejor amiga y su mejor enemiga, su primer amor. La chica por la cual no había abandonado a su querida aldea. El primer ángel que había tenido. Y luego estaba Kumi, la madre de sus hijos, la mujer a la cual le había dedicado su vida, la cual le había ayudado a sanar y le había hecho ver que su vida podía tener otro sentido.
-Te extraño Sarada, aunque definitivamente no extrañó cuando te enojabas conmigo por llegar tarde. - Él rió un poco, las nubes se fueron y un pequeño rayo de luz se hizo presente. Boruto no sabía si había sido una coincidencia o si Sarada estaría cumpliendo su promesa. Una sonrisa pintó la cara del rubio. A pesar de sentir un pequeño vacío, sabía que no estaba solo. Tenía dos hijos, dos luces en su vida.
-¡Niños vamos a salir! - Dijo él.
Pv: Boruto
Hace mucho no pensaba en Sarada, pero hoy por primera vez en probablemente quince años volví a recordarla. Hoy me doy cuenta que pensar en ella no duele, pensar en tí sarada, me hace muy feliz. Siempre serás mi primer amor, y siempre serás la protección del más allá que tengo.
Así que, nos veremos Sarada, tarde o temprano.
FIN
¿Qué les pareció? Díganme de que otro ship quieren que haga historia, o ¿debería hacer otro de BoruSara? Prometo leer sus comentarios.
Con amor, Harley.
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Te Pusiste En Mi Camino
FanfictionEsta es la historia del equipo siete Boruto, Sarada y Mitsuki. Ellos han sido amigos desde siempre. Dicen que hay un felices para siempre. ¿Pero qué pasaría si les dijera que sus segundos están contados? 7/01/2020- 29/07/2020 Editada: 2022