Capítulo 2: Mi nombre es Kai

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Niña: No sabía que una cría de Dragón se encontraba en esta cueva. Dice sin dejar de acariciar mi cabeza.

Niña: Por suerte la aldea está cerca de aquí.

Yo solo incline mi cabeza hacia un lado por la intriga de saber que hay una aldea cerca. Pero nunca espere que la niña reaccione de esa manera por mi gesto.

Niña: KAWAII. Gritó la niña a todo pulmón, mientras me abrazaba por el cuello.

Yo solo me quede quieto ante tal afecto debido a que el grito me aturdió durante unos segundos, y el agarre de la niña, a pesar de su tan temprana edad, es tan fuerte que me está costando respirar. En este momento descubrí que los humanos son seres de temer, en especial las niñas pequeñas.

Los segundos pasaban y su agarre no disminuía su intensidad sino que aumentado. En un intento desesperado por liberarme empezé a correr por toda la cueva, esto se mantuvo así por diez minutos, hasta que la niña decidió soltarme, y el dulce aire entró en mis pulmones nuevamente.

Niña: Perdona no quería hacerte daño es que eres muy adorable. Dijo haciendo una pequeña reverencia

Niña: Pero creo que debería de volver a casa, a mamá y papá no les gusta que llegue muy tarde. Lentamente empezó a mirar a su alrededor, pero no tardó demasiado en comenzar a hacerlo bruscamente.

Me acerque a ella cuidadosamente, para prevenir otro posible ataque. Pero pude notar que de sus ojos celestes caían lágrimas.

Niña: Me perdí, no sé cómo volver. Dijo explotando en llanto.

Instintivamente la abrace con mi ala, y seque sus lágrimas con mi pata. Ella parece sorprendida, tal vez le parece raro que un dragón la consuele.

Niña: Gracias. Dijo secando las lágrimas restantes.

Niña: Pero ahora no sé cómo salir.

Debido a que explore la cueva, luego de salir del huevo, se cómo salir, aunque el problema es de como se lo digo. Me puse a su lado y con la punta de mi cola tocaba su hombro para llamar su atención.

Niña: Ahora no tengo tiempo para jugar, debo pensar en cómo salir. Dijo

Pero nuevamente toque su hombro con mi cola, pero me ignoró, repetimos esto unas cuatro veces por lo menos. Me molesta que me ignore pero debe pensar que soy como un animal cualquiera que molesta solo para jugar, siendo sinceros me siento muy ofendido, luego mire a sus manos y pude notar que en ningún momento soltó el cesto con manzanas.

Una idea cruzó por mi cabeza, si no puedo hacer que me preste atención para ayudarla, porque no mejor la guió hasta la salida. Me puse en posición y de un salto le arrebate la cesta sin tirar ninguna manzana.

Niña: Te dije que no puedo jugar, y devuélveme eso, son para mamá.

Yo en respuesta solo voltee y comencé a correr a una velocidad en la que no me perdiera de vista.

Niña: vuelve con mi canasta. Dijo mientras me perseguía

Durante el trayecto hacia la salida tuve que detenerme y buscar a la niña, debido a que se perdía varias veces. Al parecer los humanos no pueden ver tan bien como yo en la oscuridad.

Luego de cuarenta minutos luchando para que la niña no se perdiera, y esquivar sus abrazos mortales, porque según ella me veo adorable con la cesta en mi boca, tengo que buscar algo con lo que pueda ver mi cara quiero saber qué es lo que me hace adorable, al final llegamos a la salida de la cueva, me detuve para que la niña pueda acercarse.

Niña: por fin te detienes, ya devuélveme la ces...

Niña: Estamos en la salida. Dijo sorprendida.

Rencarnando en Fairy Tail como DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora