Bad Habits

Capítulo 2 - Ice Burn

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Aquí les dejo el Capítulo 2. Aviso que es muy 🔞🔥 para levantar ánimos!!!!

Consejo: Evitar leerlo en público, jajaja

Espero que les guste y que si es así, me dejen algún comentario!

Que lo disfruten!

💥

Sergio apoyó las manos sobre la pared mojada y y bajó la cabeza dejando que el chorro de agua helada lo bañara entero. Cerró los ojos, ni la ducha que anhelaba desde que había despertado era suficiente para olvidar lo que había pasado la noche anterior.

No podía negar que por un momento había creído que había sido un sueño como tantas otras veces, pero esta vez había sido real porque todavía podía sentirla. Todavía podía sentir el fuego en su interior, el sabor de su sexo en la boca, su dulce humedad en el fondo del paladar y el calor de sus piernas sobre la espalda sudada como el agua de la ducha en ese instante.

Solo ella podía despertar en él esa mezcla de confusión y deseo que lo estaba enloqueciendo ya hasta el punto de hacerlo olvidar que él seguía siendo un fugitivo que el mundo buscaba y ella como policía deseaba meterlo a la cárcel más que nada.

Era la única que todavía tenía la habilidad de convertir su razón en pasión en cuestión de segundos y sabía que aquello podía ser un problema. No sabía manejar las emociones y tenía que pensar con frialdad porque ella no iba a detenerse hasta lograr vengarse. No tenía ninguna duda de que estaba jugando con él y él se dejaría, pero algo le decía que si seguía así, frialdad sería lo último que él manejaría.

Movió la cabeza recordando todo lo que había sucedido en el baño, seguía tan sorprendido con la manera en que ella se había comportado y estaba casi seguro de que ella lo había disfrutado.

Claro que los gemidos de Raquel que todavía hacían eco en su mente no mentían, pero más allá de lo físico que en un punto se vuelve incontrolable, se preguntaba si ella lo había extrañado a pesar del odio que seguramente sentía. Podía tener rabia pero el deseo de su cuerpo ardiendo entre los dedos mientras repetía su nombre había existido.

El agua fría comenzaba a volverse tibia y todo era por estar pensando en ella. Recién se daba cuenta de que había sido la primera vez que lo había llamado por su nombre en un momento de intimidad.

¿Cómo era posible que escuchara su voz horas después e incluso bajo el agua? Pero, así era. La escuchaba claro con tono excitado.

Abrió los ojos y bajó la mirada. Notó que aquel recuerdo tampoco estaba siendo indiferente sobre su anatomía que comenzaba a despertarse con solo recordarla. No era la primera vez que sucedía, pero ahora solo sabía que necesitaba tenerla otra vez porque ya no era parte de una fantasía o un recuerdo sino porque habían vuelto a conectar con esa magia inexplicable que siempre habían tenido.

Deseaba tanto volver a escuchar su verdadero nombre de aquella boca que había vuelto a probar horas atrás. No sabía cuando sucedería, pero ella seguiría jugando y, aunque poco dudaba de que podría salir lastimado, peor era no tenerla. Ahora, volvía a necesitarla como en el hangar aquel último día.

Un suave sonido al otro lado de la habitación interrumpió sus pensamientos y lo hizo desviar la mirada hacia la puerta. Cerró el grifo de la ducha, sacudió un poco su cabello con ambas manos para quitar el agua restante y se ajustó una toalla alrededor de la cintura.

Se acercó al pasillo y observó un par de papeles sobre el suelo frente a la puerta. Los recogió y se dirigió a la cocina para servirse una taza de café. Había un sobre rojo y dorado con una invitación a una fiesta. Claramente era de su hermano Andrés que siempre sobresalía con su excentricidad y era de los pocos que insistía en seguir utilizando el modelo de comunicación antiguo o ya más bien prehistórico en vez de un mail como el resto de los mortales.