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Quiero agradecerles de corazón tooooodos los mensajes que me dejaron en el último capítulo porque la verdad me quedé sorprendida con tanto cariño y tantas palabras lindas. Lamento no haber podido contestarlos, tuve un par de semanas complicadas personalmente hablando y no estuve bien anímicamente para nada.
Así que ahora que me siento mejor, espero venir a alegrarles el día con el capítulo. Les advierto que está hot, jajajaj para no perder la costumbre y MUY detallado así que a leerlo con calma!
Espero que me dejen comentarios si les gusta, me haría muy feliz en este momento saber que siguen disfrutando esta historia. Esta vez prometo contestarlos ✍🏻♥🔥
P.d: Créditos de la foto:Gracias Estela ( @y de malahostia) 😘
💥
Raquel se subió sobre él y Sergio se incorporó de inmediato, se acomodó las gafas subiéndolas con el dedo índice y el pulgar como era su costumbre y apoyó las manos a los costados de su cuerpo, expectante. Parecía un joven virgen esperando por su primera vez. Y un poco así se sentía porque dejaría que ella hiciera lo que quisiera con él como lo había hecho todo este tiempo pero ahora sabiendo que lo amaba. Por un momento todo fue silencio para que sus ojos hablaran sin palabras. Igual que como había sucedido aquel último día en el hangar después de ese beso que seguía tan vivo como si hubiera sucedido tan solo segundos atrás. Habían soñado tantas veces con volver a estar juntos sin tener que jugar, siendo Sergio y Raquel, aquellos dos extraños que se enamoraron sin querer durante un atraco. Se besaron con fuerza y con pasión haciendo que sus caricias se fundieran con la ropa que todavía vestían. Ambos sonrieron, había tanta historia, tanto deseo y sobre todo tanto amor.
- Dime algo ¿Cómo es eso de que si hubieras tenido tiempo aquel día en el hangar me hubieras hecho el amor? Aquel Sergio Marquina que yo conocí, no se hubiera atrevido — sonrió con picardía — No así.
— Pero el Sergio Marquina que se enamoró como un loco y que cambió gracias a ti, sí — la observó a los ojos, el deseo detrás de las gafas era evidente — Solo tú pudiste hacer que dejara de pensar para sentir, Raquel.
— La única fisura real en tu vida — sonrió y besó su barba —. Pero, sabes que si me hubieras desatado no hubieras podido conmigo.
— ¿Quién dijo que te hubiera desatado?
Ella lo observó sorprendida y él acomodó las gafas otra vez.
—Bueno, ahora no lo haría. Aquella Raquel que yo conocí me hubiera acabado aquel día, por bronca, por odio –
— O porque sabía que te extrañaría más que a nada — dijo ella probando sus labios — Pero yo no he cambiado — apretó la corbata en su mano — Yo todavía puedo acabarte. Además, ahora tenemos todo el tiempo del mundo y yo, una idea maravillosa ¿Podrás conmigo, Sergio Marquina?
Raquel volvió a tirar de la corbata y lo obligó a incorporarse más hasta levantarlo de la cama, él la acercó de repente no quería separarse de ella nunca más ni siquiera para respirar. Ella tampoco pero tenía otros planes para ese momento. Caminaron sin dejar de besarse, mientras ella lo guiaba intentando no tropezar con nada hasta que chocaron contra lo que ella estaba esperando. Lo empujó contra la bolsa de boxeo y lo observó a los ojos. Sintió la transpiración en su cuello, en las puntas de su cabello, en la superficie de la barba, un poco por el ejercicio que estaba haciendo cuando lo interrumpió, otro poco por los nervios y la ansiedad. Todo eso le recordaba a aquel día, estaba igual de nervioso y sudaba sin parar. A pesar de la situación, ese día se veía tan sexy y algo animal. Suspiró con fuerza y desabrochó los botones de la camisa, dejando que sus manos se deslizaran por aquel torso marcado que amaba sentir entre los dedos para luego reemplazar aquellas caricias por húmedos besos. Sonrió, sus besos se hicieron más profundos cuando sintió las fuertes manos e Sergio enterrándose en su largo cabello desordenándolo salvajemente mientras esperaba que ella llegara hasta su pantalón. Ella mordió su labio inferior cuando notó la urgencia debajo de la cintura, sabía que él deseaba que ella siguiera por ese camino pero esta vez ella tenía en mente algo que iba a enloquecerlo mucho más. Se acercó y pasó la corbata detrás de la bolsa de boxeo, tiró en dirección a ella y lo acercó aún más haciendo que sus labios se rozaran y que la bolsa se clavara en su espalda.
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Bad Habits
Fanfiction- 🔥🔞 Hacía tiempo que Raquel Murillo había dejado la policía y se había mudado de Madrid para empezar de cero después de no haber podido resolver el atraco a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. También hacía tiempo que él, Sergio Marquina, u...