Bad Habits

Capítulo 7 - Love is a bitch

Hola! 

Quiero pedirles disculpas porque ayer subí el capítulo y wattpad avisó pero se subió cortado y  después no me dejaba editarlo y ya luego ni entrar. No sé, wattpad anda pésimo últimamente.

Es un capítulo movidito en todo sentido, jajajaj así que espero que les guste!

Y si lo disfrutan, que me dejen algún comentario. Siempre ayuda a seguirlo más rápido 🙏🏻✍🏻

Todavía quedan algunos capítulos para portarse mal o muy bien, eso lo dejo a criterio de cada uno, así que no se los pierdan 😂🔥

💥

Habían subido al coche sin decirse nada y aún la tensión entre ellos era palpable. Sergio quería vengarse en ese mismo momento, pero no era impulsivo como ella y prefería pensarlo mejor. Después de todo le gustaba estudiar los planes aunque a veces se saltara las reglas.

Raquel había apoyado la cabeza sobre la ventanilla dejando que el viento le peinara el cabello y callara sus pensamientos mientras las palabras se perdían en aquel extenso camino. Era agotador jugar tanto, pero así se lo había propuesto. Sin embargo en aquel coche, solos, cruzando el campo para volver a la ciudad no podía dejar de imaginar qué sería hoy de ellos dos si las cosas hubieran sido distintas.

¿Cuántas veces había soñado con él escapándose así como dos enamorados en plan de viaje de novios en los dos últimos años? Y ahora era una realidad a los ojos de cualquiera, pero verdaderamente una ilusión para ella porque formaba todo parte de un juego. Y no podía dejar de pensar en que podrían estar felices en Palawan si él no lo hubiera jodido todo mintiendo y más aún cuando ella le había abierto su corazón para después romperlo.

Sergio mantenía los ojos en el camino, esta vez no había querido desviar la mirada hacia sus piernas ni hacia nada. Estaba tenso, apretando el volante peleando con sus propios pensamientos. Estaba enojado con él mismo porque su hermano había sido capaz de enfrentar a Raquel antes de despedirse.

Andrés tenía los cojones que a él le faltaban ¿Y todo por qué? Por miedo a que ella lo abandonara como él la había abandonado en aquel hangar. Tenía que admitir que en materia de sentimientos eran parecidos. A él siempre le había costado mostrarlos y solo lo había logrado con ella. A ella también le costaba hablar de su corazón y lo había hecho con él en el momento más tenso de su vida apenas conociéndolo. Y, ahora los dos querían decirse tanto, pero estaban en silencio como si las palabras no existieran.

Y todo por miedo. Ella, a terminar con el corazón roto si dejaba de jugar y él, a perderla si no seguía sus reglas.

No sabía en qué momento ella se había acomodado en su hombro, dormida. Estaba seguro que verla dormir era lo más placentero del mundo, lo más parecido al cielo en la tierra. Pero, sentirla sobre él, tan cerca, tan cálida, tan inocente era muchísimo mejor. Le recordaba a aquella primera noche juntos cuando en aquel sofá de cuero ella había cerrado los ojos sobre su pecho y le había dado sentido a su vida en el momento menos pensado.

Recordaba cómo se le había acalambrado el brazo con el que la había rodeado toda la noche,  y también recordaba que nunca había pensado en moverlo ni un instante con tal de que ella estuviera cómoda exactamente como ahora. Esperaba que no se cruzara ningún coche a alta velocidad o algún animal por el camino porque seguiría manejando tan solo con su brazo izquierdo con tal de que ella siguiera estando cerca suyo como si él fuera todo el confort que ella buscaba. Hasta había bajado el ritmo de la respiración para no molestarla a pesar de que su corazón latía furioso del lado izquierdo.