Capítulo 15 - Pleasure and Pain

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💥

Bueno, se viene la cuenta regresiva. 

 Quedan solo 5 CAPÍTULOS de esta historia y espero que me acompañen hasta el final.

Hace un tiempo que no ponía en funcionamiento la montaña rusa y este capítulo es la excusa.

 El capítulo with a twist 🤯

Si les gusta espero que me dejen algún comentario, siempre ayuda a seguir y más cuando se viene el final donde uno necesita más apoyo para no borrar la fic entera y empezar de cero 🙏🏻

Que lo disfruten! 

💥

Raquel entró a la casa y se apoyó contra la puerta. Suspiró y abrió los ojos para encontrarse con las postales en la pared sobre la cama. Sonrió, eran perfectas con ese paraíso que habían elegido juntos demasiado tiempo atrás. Había hecho un esfuerzo sobrehumano por alejarse de él al menos por un día aún cuando había querido convencerla de quedarse enredada entre las sábanas con él besándose, tentándose hasta intentando convencerla con un desayuno irresistible con croissants con chocolate y café vienés. Todo sonaba delicioso pero debía empacar para mudarse con él y para eso necesitaba estar sola. De otro modo terminarían haciendo el amor en cada rincón de su casa y no ordenarían absolutamente nada. Era extraño pero no podía dejar de sonreír cuando estaba con él e incluso cuando no lo estaba y tan solo pensaba en él, en esos momentos además se ruborizaba como una niña inexperta porque no podía creer a los juegos que lo sometía y que nunca hubiera imaginado que llegarían tan lejos. El móvil vibrando en su bolso la desconcentró, sonrió una vez más, estaba segura de que era él para decirle cuanto la echaba de menos ya. Observó la pantalla, la batería estaba por acabarse pero no era él.

- ¿Raquel?

Aquella pregunta se estaba perdiendo como si hubiera caído en un espiral, era un eco lejano, una voz distinta a la que ahora escuchaba y que pronunciaba su nombre como una afirmación.

- Raquel. Tierra llamando a Raquel ¿estás bien?

Escuchó un un suave chasquido y parpadeó de inmediato, todo aquel momento que recordaba en detalle se desvaneció en el aire. Sergio estaba frente a ella, con la puerta del loft entreabierta invitándola a pasar. Raquel lo observó de la cabeza a los pies y sonrió. Le había prometido cocinarle para celebrar que se mudarían juntos y parecía estar cumpliéndolo al pie de la letra porque hasta llevaba un delantal negro con un corte muy masculino sobre el pantalón que le quedaba pintado. Apretó los dientes, tenía un nudo en la garganta, parte de ella seguía en aquella mañana cuando había sonado el móvil con una llamada completamente inesperada y que ahora era un conjunto de sutiles líneas desordenadas entre sus cuerpos imitando el humo de un cigarro. Tragó saliva y sonrió, se veía guapísimo y se había puesto así para agasajarla a ella. Él le había dicho alguna vez que había que disfrutar hasta que se acabe la fiesta y ella pensaba seguir ese consejo comenzando por esa noche que ya tenía un sabor diferente ya algo le decía que sería muy especial.

- Si la cena te está quedando tan bien como te ves... – dijo cruzando la puerta, evitando el contacto visual.

- Si eso hace que te enamores más de mí, no dudes que te cocinaré siempre – dijo él sonriendo.

Raquel cerró los ojos, eso era imposible. Aunque le cocinara eternamente no podría amarlo más. Volteó y se quedó observándolo por un momento, de verdad que estaba guapo, la camisa algo abierta, solo abrochada desde el cuarto botón, las mangas dobladas por encima de los codos, llevaba un vaquero y estaba descalzo, algo bastante raro en él y aquel delantal que le estaba arrancando suspiros en silencio porque de repente era lo único que deseaba que estuviera vistiendo.

Bad HabitsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora