Hola!
Les dejo el Capítulo de los tan esperados celos Marquina. 🔥
Espero que les guste y si es así me dejen algún comentario. No estoy muy convencida de cómo quedó pero se acepta amor, jajaj
No sé cuanto más siga esta fic pero si sigue gustando, a lo mejor no le ponga fin tan rápido. Hoy si le pondría fin 😔
Ya saben que toda esta fic es 🔞🔥 Ustedes la leen a su riesgo! 😋
En fin, que disfruten el capítulo!
💥
Respiró hondo, desajustó su corbata y guardó todo en su bolso. Había estado todo el día en la universidad corrigiendo papeles y dando clases, se acercaba la época de los exámenes y tenía que prestarle más atención al Profesor que a Sergio. El Profesor siempre estaba listo para las responsabilidades pero Sergio estaba agotado, Raquel lo consumía hasta que solo quedaba el Profesor y la realidad era que a veces a él también lo usaba a su antojo. Por eso, había decidido estar todo el día enfocado en el trabajo pero ahora era viernes en la noche y como siempre le apetecía un buen whiskey y encontrarse con la persona que no se cansaba de cansarlo y que lo estaba esperando en el bar en compañía de un compañero de La Academia con el que había coincidido de casualidad.
Entró en el bar, comenzaba el fin de semana y lógicamente estaba lleno de gente. Aún así ella siempre lo esperaba en alguna mesa porque decía que si la veían sola en la barra, siempre se le acercaba algún macho alfa que creía que necesitaba compañía o algún quita penas para que una mujer tan hermosa como ella acabara con su supuesta y desgraciada soledad. Observó las mesas a un costado del salón, estaban todas ocupadas pero en ninguna estaba ella. Escuchó una risa familiar y divertida que le recordaba al sonido de las burbujas de un buen champagne y volteó en esa dirección. Allí estaba la dueña de aquella risa, la mujer de su vida, hermosa como siempre, alegre, divertida y hablando muy animada con el que creía era el compañero de la Academia que hacía años no veía.
Cogió el móvil para avisarle que había llegado pero no llegó a hacerlo porque aquella imagen lo capturó por completo. Se movió entre la gente sin dejar de verla como un animal acechando a su presa, estaba realmente guapa, tenía el cabello suelto, lacio, quizás algo salvaje por el calor humano en el interior de aquel bar pero parecía brillar entre toda esa gente y lo tenía preso una vez más de su encanto, su belleza y su sensualidad. Sonrió pero aquello duró poco, al parecer no era al único que tenía preso con lo mismo y ahora a lo lejos no solo la veía a ella pero a ese tipo ponerle la mano encima a la altura de la cadera como si no hubieran dejado de verse nunca. Tragó saliva, la respiración comenzó a escaparse de su boca con intensidad algo molesto. Deseaba ser aquel Superman con el que ella lo había comparado alguna vez y tener rayos X para quemar aquella mano hasta que dejara de tocar lo que no debía. Observó a Raquel hacerlo por él con delicadeza y por un momento sonrió. Esa era su mujer, no dejaba que nadie se pasara de listo, una vez más no podía dejar de estar tan orgulloso y a la vez tan enamorado.
De un momento a otro su respiración se agitó y sus oídos se taparon de inmediato, Raquel había volteado y se había inclinado tan solo un poco sobre la barra para pedir una cerveza probablemente y el muy cabrón no había tardado ni un segundo en observarle el culo como si fuera el plato principal del mejor banquete. Sergio desajustó su corbata, sentía como su garganta comenzaba a cerrarse y sus ojos a llenarse de sangre, probablemente tendría la vena de su cuello a punto de explotar porque así se sentía. Acomodó las gafas con el pulgar y el dedo índice, no estaba nervioso, estaba profundamente celoso. Comenzó a caminar en dirección a la barra, no sabía cómo reaccionaría pero quería llegar allí de inmediato. La observó dejar la cerveza sobre la barra y alejarse un poco, su móvil sonó. Atendió de inmediato y levantó la vista.
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Bad Habits
Fanfiction- 🔥🔞 Hacía tiempo que Raquel Murillo había dejado la policía y se había mudado de Madrid para empezar de cero después de no haber podido resolver el atraco a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. También hacía tiempo que él, Sergio Marquina, u...