Bad Habits

Capítulo 19 - You're like crack to me, so fun I can't see

💥🔥💥

Después de mucho tiempo estoy aquí con esta fic que adoro escribir y que debo admitir que extrañaba bastante  😍🔥 Para mí escribir este capítulo fue especial. Quizás sea porque es uno de los últimos pero más que nada por el contenido, cuando lean, entenderán por qué lo digo.

Espero que lo disfruten y que me cuenten qué les pareció en los comentarios. 🙏🏻🔥

Gracias por tanto apoyo, no sabía que había tanta gente que extrañaba esta fic como yo cuando comenté que publicaría este capítulo 🙏🏻💓

Anímense y cuéntenme si les gustó, bien o mal, todo ayuda.

Una vez más... no leerlo en lugares públicos pero sí en compañía de 🧊😈

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Escuchó la llave en la puerta, cerró el grifo, secó sus manos, abrió el horno y apoyó la fuente con la cena sobre la mesada de la cocina. Se quitó el delantal y sirvió una copa de vino más. Nunca había sido experto en la cocina pero desde que ella vivía con él hacía unas semanas, se sentía inspirado y casi todos los días preparaba la cena.

Faltaba media hora para la medianoche y ella recién llegaba. Tal y como había sucedido durante toda esa semana.

- Hola! – gritó él cuando la vio cruzar la puerta – Te llamé al móvil pero me daba apagado.

- Lo siento – dijo Raquel acercándose, dejando el bolso sobre la mesa – Ya sabes, el cargador y yo no tenemos la mejor relación.

- Bueno pero esta semana lo has visto más que a mí – dijo él acercándole la copa de vino.

Volteó nuevamente hacia la cocina y apagó el horno.

- Al final voy a terminar pensando que estás viendo a alguien más – dijo sonriendo mientras terminaba de ponerle sal y pimienta a la cena.

- Bueno... en realidad, de eso quería hablarte – dijo Raquel bajando la mirada.

Sergio apretó la copa en su mano y mantuvo la mirada al frente. Sus oídos parecían haberse tapado de repente y solo escuchaba el eco de aquellas palabras. No era un experto en relaciones pero sabía que esa frase no era nada buena.

- ¿Hay... hay alguien más? – preguntó sin atreverse a verla a los ojos – Pero ¿dónde, dónde lo conociste? – preguntó intentando mantener la calma - Al menos quiero saber quien es – dijo revoleando los ojos mientras se acomodaba las gafas y respiraba entre dientes - Después de todo lo que pasamos, creo que es lo justo – dijo sintiendo que el corazón se le salía del pecho.

- Tienes razón. Es lo justo. Además, quedamos en que no nos mentiríamos más después de cómo comenzó todo entre nosotros ¿no? Vale, lo conocí...

Hizo un pausa, él sintió que todo el ruido alrededor se apagaba de repente. Cerró los ojos ¿cómo iba a aceptar lo que iba a decirle?

- Lo conocí durante un... durante un atraco – terminó de contestar viéndolo fijo.

Sergio levantó la mirada de inmediato y encontró sus ojos. Acababa de sentir cómo el corazón golpeaba el suelo como un elevador cayendo al vacío sin pausa. Creía estar entendiéndola pero esa pausa lo había llevado a escuchar hasta un nombre que nunca había dicho. Su razón había dejado de funcionar en cuestión de segundos, desesperado y ahora tenía toda la esperanza pendiendo de un hilo.

¿Estaba esa línea perfecta de sus labios formando una sutil sonrisa?

Se acercó lentamente, era extraño pero siempre que se acercaba, ella comenzaba a temblar como una hoja como en ese momento. Necesitaba saber más, no podía pensar con claridad y mucho menos comprender nada. Aún cuando podía estar a punto de decirle algo que no quería escuchar, no podía negar que le seguía pasando algo fuerte con él.