29_ Siempre

6.1K 259 20
                                    

- Nat, no. -se quejó Alba cuando la morena acarició su barriga por debajo de la camiseta del pijama. Era sábado por la noche y su plan perfecto consistía en quedarse en la cama viendo una película mientras comían palomitas hasta reventar.

- ¿te incomoda? -Alba se encontraba sentada entre sus piernas con la espalda apoyada en su pecho, la posición ideal para que pudiera tenerla envuelta en sus brazos.

- no es eso, es que no me gusta... me ha quedado horrible luego del embarazo.

- pues a mi me gusta mucho.

- dices eso para hacerme sentir bien.

- lo digo porque es verdad. Yo odio mis orejas y a ti te encantan, son gustos.

- es que son como de gnomito. -comentó con ternura.

- por eso. Oye, Albi...

- qué.

- ayer estuve hablando con Sabela.

- ¿de qué? -preguntó sin quitar la vista de la pantalla.

- de nosotras.

- ¿de vosotras? -se llevó una palomita a la boca.

- no, tonta, de ti y de mi.

- que guay.

- ¿puedes prestarme atención un momento? -no le estaba haciendo nada de caso.

- ¿tiene que ser justo en el final?

- falta bastante para el final, además ya hemos visto la Sirenita tres veces, sabes perfectamente como termina.

- pero están por cantar la de bajo el mar, es mi parte favorita.

- de acuerdo. -rodó los ojos y espero a que termine la canción, no entendía por qué amaba tanto esa película- ¿ahora sí?

- sí, ¿qué me decías?

- date la vuelta. -le dio golpecitos en la pierna.

- pero, Nat...

- luego la volvemos a empezar. -tomó el mando del televisor y bajó todo el volumen.

- hola, guapa. -sonrió cuando la tuvo de frente.

- hola. -le devolvió la sonrisa y besó sus labios.

- ¿qué es eso tan importante que no puede esperar?

- quiero que me cuentes todo. -pidió mientras le colocaba el pelo detrás de la oreja.

- ¿a qué te refieres? -frunció el ceño.

- te había dicho que le pediría ayuda a Sabela, ¿lo recuerdas?

- sí. -asintió, pensó que lo había olvidado.

- bien, ella me dio algunos consejos sobre cómo llevar ese asunto. -las señaló a ambas esperando que entendiera.

- ¿qué consejos?

- te los diré luego. Pero me dijo que lo más importante es que yo sepa que fue lo que te pasó para que pueda entenderte mejor.

- ya lo sabes, ¿no?

- sé lo de tus padres, y que abusaron de ti dejándote embarazada. -eso último lo dijo con un nudo en la garganta.

- no hay mucho más.

- yo creo que sí. 

- Natalia. -resopló- ¿por qué quieres hablar de esto ahora?

- A mi tampoco me apasiona hablar de estos temas, créeme, pero es necesario si queremos seguir avanzando.

- es como hurgar en la herida.

Lux Donde viven las historias. Descúbrelo ahora