- ¿Entonces no vienes?
- no. Me apetece quedarme en la piscina y luego quiero hacer una nueva receta que aprendí en internet.
- vale. -le dio un pico- ¿puedo llevar al piojito conmigo?
- Nat, no tienes que pedirme permiso, por si no lo recuerdas también es tu hija.
- joder, que bien suena.
- te agradecería que me avises cada vez que te la lleves para que no me entre la desesperación cuando no la encuentre por la casa, pero nada más.
- está bien. -asintió contenta con ese nuevo poder que le estaba otorgando- Voy a preparar sus cosas y nos vamos.
- envíame un mensaje...
- cuando lleguemos, ya lo sé.
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- ¡Sabelita! -la abrazó cuando la recibió en la entrada de su casa.
- ¿cómo estás?
- bien, ¿y tú?
- bien, creí que vendrías con Alba.
- prefirió quedarse. Siempre que le propongo un plan para salir se niega, no sé por qué. Los únicos lugares a los que va son el refugio y terapia.
- dale tiempo y no le insistas. -aconsejó.
- si a mi no me molesta, solo me resulta extraño.
- ten en cuenta que ella vivió prácticamente en la calle durante un año y medio, ahora que tiene un hogar no desea salir de el.
- nunca lo había pensado así.
- lo que tú ves como un paseo al parque, por ejemplo, puede que ella lo vea como el lugar en el que pasaba las tardes cuando no tenía donde ir.
- ahora me siento hasta mal por invitarla. -puso una mueca triste.
- lo superará en algún momento, no te preocupes.
- ¡tita Nati! -las mellizas vinieron corriendo en cuánto vieron a su tía favorita.
- princesas, os echaba de menos. -les revolvió el pelo, tenía a ambas enganchadas a sus piernas.
- hola Luz, ¿quieres venir a jugar con nosotras? -la aludida negó con la cabeza.
- luego irá, cariño.
- ¿la Mari aún no ha llegado?
- todavía, ya sabes como es.
- pensé que le dirías que viniera una hora antes.
- lo hice, pero creo que ya nos pilló el truco.
- yo quería contaros una cosa.
- ¿qué es? -preguntó con curiosidad.
- lo sabrás cuando estemos las tres.
- cuanto misterio.
Por suerte para la gallega el suspenso no iba a durar demasiado, ya que la integrante que faltaba aparecía justo en ese momento.
- perdón la demora, es que a mi suegra se le ocurrió llamar cuando ya estaba de salida, una hora al teléfono, ¿os podéis creer? -se disculpó.
- sería más creíble si no utilizaras la misma excusa que la última vez.
- no es mi culpa que la señora sea tan inoportuna. Hola bebé -saludó a la niña para salir del paso- ¿y tu mamá?
- abua. -respondió tímida.
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Lux
Fanfic¿quién te rompió, cariño? *No se autoriza la copia y/o adaptación de esta historia.