Alba se removía a punto de despertar en una cama que no era la suya, sintió una caricia en su rostro y al instante recordó donde se encontraba.
- Nat. -se abrazó a ella aún con los ojos cerrados, temía abrirlos y que todo desapareciera.
- ¿cómo has dormido? -dejó un besito en su nariz.
- muy bien.
- me alegro. -le apartó el flequillo y besó su frente.
- ¡espera! -se sentó de golpe.
- ¿qué pasa? -preguntó asustada.
- me he despertado.
- lo sé, te estoy viendo.
- me he despertado sola.
- sí.
- me he despertado sola, sin una pesadilla. -la miró ilusionada.
- eso es bueno, ¿cierto?
- Nat, me he despertado sin una pesadilla. -la sacudió por los hombros.
- y has dormido más de tres horas.
- no puede ser. -se tiró por encima de la morena para comprobar la hora en el reloj de la mesa de noche- ¿a qué hora nos hemos acostado?
- a las once, creo.
- ya son las cinco. -la miró con los ojos muy abiertos.
- es domingo y son las cinco de la madrugada, ¿qué te parece si dormimos un poco más? -cerró los ojos luego de un bostezo.
- no, Nat. -la volvió a sacudir- Que esto es importante.
- vale.
- ¿sabes hace cuánto no dormía tantas horas?
- fueron seis horas.
- es el doble de lo que acostumbro y sin pesadillas. -seguía en bucle.
- y pueden ser más si intentas dormir nuevamente.
- ¿me has drogado? -preguntó con seriedad.
- ¿qué dices?
- ¿me has dado algo para que duerma?, que no estoy enfadada ni nada, pero me puedes decir que es así lo tomo también en mi casa.
- no te he drogado. Has tenido pesadillas aquí también, solo que he logrado calmarte a tiempo para que no llegaras a despertar.
- ¿cómo?
- es un secreto.
- porfa, Nat. Dime como lo has hecho. -tenia la mirada llena de esperanza.
- no he hecho nada raro en realidad. Cuando notaba que estabas inquieta te hablaba para tranquilizarte. En un momento me he asustado porque sudabas y decías cosas que no he llegado a entender, creo que tenías fiebre.
- ¿solo me hablabas y ya?
- sí, bueno, puede que también te haya cantado. -reveló algo avergonzada.
- ¿de verdad?
- si puedes evitar contarle esa parte a Sabela te lo agradeceré.
- ¿cómo eres tan bonita? -le lleno la cara de besos- Gracias.
- ¿podemos descansar un rato más?
- vale, pero primero voy a ver a Luz.
- fui hace un momento, dormía como un angelito.
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Lux
Fanfic¿quién te rompió, cariño? *No se autoriza la copia y/o adaptación de esta historia.