Kiba y Hinata.
Juntos fueron a la reunión familiar de los Hyūga, su pequeño niño en brazos iba a ser presentado a su familia, el pequeño Kinoto de castaños mechones reposaba en los brazos de su madre mientras su padre saludaba a la familia.
El padre de Hinata esperaba ansioso por ver al pequeño que tanto habían esperado, ambos se acercaron al severo patriarca de los Hyūga, el hombre estaba de brazos cruzados mientras su hija Hanabi lo acompaña, la pareja con nervios se acercó al hombre.
—Kiba, Hinata.–Saludó el mayor.
—Padre...–Hinata iba a hablar antes de ser interrumpida por su hijo y el cual comenzó a balbucear.
Con una leve sonrisa Hinata descubrió a Kinoto mostrándolo a su abuelo, el hombre no pudo contener una sonrisa de oreja a oreja algo que era muy extraño en él, ella se lo pasó con mucho cuidado mientras Kiba observaba a Hinata con mucha serenidad.
—¡Qué lindo!–Hanabi acercó su mano a la barriga de su sobrino haciéndole cosquillas.
El padre comenzó a lagrimear con exageración y lo abrazó con delicadeza haciendo que el bebé ría sin parar en brazos de su abuelo.
* * *
Kiba estaba bebiendo junto a su suegro mientras Hanabi compartía una gran conversación con su hermana mayor.
—Hinata.–Hanabi llamó la atención de su hermana.
—¿Hmm?–La mayor tocaba las mejillas de su hijo con mucha delicadeza haciéndolo dormir.
—Después de todo lo que ha pasado.–Habló refiriéndose a la ley de matrimonio.—¿Aún amas a Naruto?
Hinata se quedó en silencio pensando en su respuesta, miró como su padre y su esposo reían sin parar mientras su pequeño hijo dormía en sus brazos, antes pasaba fantaseando sobre su vida junto a Naruto, la familia que le hubiera gustado tener.
—Hinata...
La antes nombrada asintió con la cabeza y luego la agachó con pena.
—Hay que vivir en la realidad que nos eligieron por nosotros...
Y a pesar de no ser la respuesta concreta que Hanabi deseaba logró entenderla, a la menor le quedaban pocos años antes de juntarse a la ley si no la derogaban para ese entonces.
—En tres años van a elegir a la persona con la que tendrás que tener una familia...–Hinata miraba abajo con las lágrimas apunto de salir.
—Papá no permitirá...
—Papá no tiene el poder para que evitarlo...
Hanabi se sobresaltó al ver a su hermana hablando con tal tono de enojo, tanto así que se marcaron las venas mostrando que había activado el Byakugan sin darse cuenta, su pequeño hijo comenzó a llorar llamando la atención de Kiba.
Kiba se levantó acercándose a su esposa y a su cuñada, se agachó sosteniendo la mejilla de su esposa haciéndole levantar la mirada a él y en ese momento ella volvió a la misma serenidad que mantenía siempre.
—Tranquilo.–Trató de calmar a su hijo el cual lloraba sin parar.
—Dámelo.–Kiba lo sostuvo en sus brazos y en ese momento el pequeño dejó de llorar.—¿Estás bien?
—S-Si...–Hinata miró a su esposo avergonzada.
—¡Vamos!–Sonrió.—No pongas esa cara, ya está bien.
Hinata también sonrió al ver a Kiba de esa manera, y así pasaron las horas hasta el momento de dormir, esa noche iban a quedarse en casa del mayor.
—Ya se durmió.–Hinata se acercó a su esposo acostándose a su lado.
En medio de la oscuridad Hinata abrazó el brazo de Kiba intentando dormir.
—¿Hinata?–Kiba la llamó en un susurro.—¿Eres feliz?
Hinata solo se limitó a soltar su brazo abrigándose con la tela que los cubría del frío.
—La familia que tenemos me hace feliz.–Habló con calma haciendo tranquilizar un poco al castaño.
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Matrimonios en Konoha
FanfictionEn Konoha se adquiere una nueva ley tan solo 9 meses después de la guerra está obliga a los ninjas que cumplieron su mayoría de edad a casarse con el objetivo de recuperar la mayor población posible, el problema de esto es que no sabrán con quienes...