Capitulo 18

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Sasuke y Karin.

—¿Como está ella?—Sasuke preguntó alarmado con Saruke agarrado de su mano.

Karin horas atrás había comenzado a tener contracciones haciendo asustar a su esposo e hijo.

—Va a comenzar el labor de parto.—La mujer sonrió.—Estamos preparando todo, su hijo ya quiere conocerlos.

Saruke soltó un grito de alegría haciendo que las enfermeras y doctores voltearan a ver;—¡Ya va a nacer!

El menor comenzó a correr de un lado a otro con alegría mientras Sasuke sonreía levemente imaginando a su hijo en sus brazos.

El momento llegó, Sasuke tuvo que mantenerse en sala de espera cuidando a Saruke ya que el parto los tomó por sorpresa.

—Sasuke, ¿Como está Karin?—Sakura lo miró con una sonrisa al verlo en el hospital.

—Está teniendo a nuestro hijo, justo ahora.—Respondió nervioso.—¿Podrías?...

El Uchiha miró a su hijo y luego a Sakura dando a entender muy bien lo que quería, la ahora Uzumaki asintió dándole paso a que vaya a ver a su mujer.

—Bien Saruke, quédate un momento conmigo.—Sakura se sentó junto al menor dándole ánimos.

—¡Yo quiero ver a mi hermano!—Se quejó viendo a Sasuke irse a la habitación en la que se encontraba la peliroja.

—Lo verás pronto, ten un poco de paciencia.

Por su parte Sasuke entró a la habitación apurado, y cuando lo hizo se escuchó un fuerte llanto cubriendo la habitación.

—Sasuke...—Karin sonrió al verlo y lo saludo con una voz débil luego de tanto esfuerzo.

—Es una niña.—Una enfermera habló pasándole la recién nacida a su madre.

—Es preciosa.—Karin la arrulló en sus brazos intentando calmar su llanto algo que no logró.

El Uchiha se quedó estático viéndolas, en la cabeza de la niña de veían oscuros cabellos tan finos que nadie los notaría en el instante.;—Sasuke, ven a verla.

Karin llamó a su esposo el cual no tardó en acercarse a ver a su hija, al cruzar su mirada con la de la pelinegra su llanto concluyó, estiró sus pequeñas manos hasta el dedo de su padre agarrándolo.

—Sarada.—Habló Sasuke por inercia.—Su nombre será Sarada...

Con ansias besó a su agitada esposa la cual mecía a la nueva Uchiha entre sus delgados brazos.

Rock Lee.

El pelinegro cargaba con dulzura a su hijo el cual ya había comenzado a aprender algunas palabras que llamarían su atención.

—Agua.—El niño de no más de 2 años ordenó a su padre antes de salir de casa.

Como cada tarde lo hacían, iban al parque o caminaban por la aldea de la hoja y en las noches regresaban a casa, la misma rutina que tenía agobiado al mayor.

—Mamá.—Metal Lee pronunció mientras caminaban.

—Mamá no está.—Lee miró a otro lado continuando su recorrido pensando en Temari.

Todos lo días se echaba la culpa de que se haya ido y su hijo creciera sin ella, aquel pensamiento lo atormentó desde que se marchó.

—Mamá.—Repitió el niño esta vez señalando a algún lugar en la nada.

—No es mamá.—Contradijo el mayor mientras su hijo hacía un puchero molesto.

—¡Mamá, mamá, mamá!—Gritó esta vez haciendo que el mayor hiciera un rostro agotado.

—No...

Antes de pronunciar algo, el menor de los dos comenzó a correr tirando del dedo de su padre el cual se sorprendió de la fuerza que su hijo tenía para ser tan pequeño.

—D-Detente, no es ma...—Al estar en el parque una figura conocida de hizo presente.

—¡Mamá!—El niño gritó al verla.

Temari los vio con los ojos llorosos, mostraba un real arrepentimiento por huir así.

—Temari.—Lee murmuró algo incrédulo.

La rubia comenzó a derramar lágrimas acercándose a su hijo, la misma se arrodilló quedando a su altura comenzando a decirle algo al oído mientras lo abrazaba.

Rock Lee tembló antes de caer de rodillas frente a ella, no era una ilusión de verdad Temari había regresado luego de dos largos años de ausencia;—Se que... hice mal en irme... estaba asustada, no quería que alguien más eligiera por mi tan solo.

Su voz era débil y entre cortada, las palabras no lograban salir de su boca ni siquiera para formar alguna oración.

—Lo siento...—Terminó de llorar.

Lee sin decir nada le dio un abrazo, no quería perderla de nuevo esta vez se iba a esforzar para ser el hombre y esposo que ella quisiera.

Matrimonios en Konoha Donde viven las historias. Descúbrelo ahora