Capitulo 19

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Temari y Rock Lee

Luego de unos días en los que no tuvieron mucha comunicación, decidieron salir a caminar en Konoha;—No sabes las ganas que tenia de verlos de nuevo.—Habló Temari con su cabeza agachada.

—Me alegra que hayas regresado.—Habló Lee mirando a las aves volar.

—Lee... Lo siento en verdad.—Lo miró de reojo.

—¿Donde estuviste todo este tiempo?—Preguntó sin verla.

—Caminé sin rumbo alguno, pasé por algunas aldeas pero al llegar a mi antigua casa recordé como mi madre me acogió en sus brazos sin negarme su amor... entonces decidí volver, no quería que Metal experimente lo que yo tuve que pasar.

—Temari.—Lee la miró incrédulo, Tenten tiempo atrás le había contado sobre la infancia de Temari pero hizo oídos sordos.

El pensaba que todo era una mentira para justificar a Temari pero nunca fue así, la comprendía, el también estaba asustado al enterarse que de un momento a otro tendría que casarse y formar una familia con la novia de un amigo.

Incluso si al principio no había amor de por medio, un lazo se había formado ante la concepción de Metal Lee, por lo menos para el.

—Promete... Promete que no te volverás a ir.—Rock Lee miró con los ojos llorosos a su esposa.

—Lee...—Lo miró apenada y asintió besando su frente.—Es una promesa.

La pareja por primera vez unió sus labios en un sincero y ansiado beso, tal vez se habían comenzado a amar sin darse cuenta. Tal vez lo hacían por darle un hogar amoroso a su hijo, no importaba ya, tan solo estar juntos era primordial.

Ambos fueron juntos a casa luego de comprar dangos de los cuales obviamente darían algunos a su pequeño.

—Oka san.—Metal corrió como pudo a las piernas de la rubia abrazándose de estas.

Con poco esfuerzos Temari acurrucó a su niño en sus brazos llevándolo hasta la pequeña sala de su hogar, le dio uno de los dangos mientras Rock Lee se acercaba a la cocina a preparar algo de té.

—¿Tienes sueño?—Preguntó Temari mientras Metal se restregaba los ojos.

Al verlo de tal manera, Temari lo cargó hasta su cama donde con cuidado los recostó arropándolo, cuando se dispuso a marcharse Metal agarró la falda de su kimono.

—¿Hmm?—Miró a su hijo con cierta curiosidad.

—No te vayas, no quiero que me dejes de nuevo.—El niño hablaba algo triste y adormecido.—Si me quedo dormido, te marcharás.

—No lo haré, amor mío.—Revolvió los oscuros cabellos de su niño.

—No quiero que los demás se burlen de mi.—Habló haciendo entender a que se refería.

—Cariño, nadie te va a hacer daño, yo voy a darte todo mi amor.—Comenzó a acariciar su mejilla con suavidad intentando hacer que se duerma.

Al verlo casi con los ojos entre cerrados sonrió pensando en su pasado, no permitiría que Metal tenga una infancia tan cruel como ella.

—Vas a crecer y tener una buena vida, haré lo que sea por que tu vida no sea como la mía.

Al ver como una lagrima deslizaba en la mejilla del menor se sobresaltó y al instante secó aquella gota salada;—Duérmete cariño, no llores, papá y mamá cuidarán de ti.

Lee se recargó en la pared invitando a Temari una taza de té la cual gustosa aceptó, no huiría más.

Kiba y Hinata

La nueva integrante de la familia había nacido, Himawari era arrullada en brazos de la ojiperla mientras Kiba entraba a la habitación luego de que Kinoko haya caído dormido.

—Como están las dos mujeres que más amo.—Se acercó en voz baja mientras tomaba a Hinata de la cintura haciéndola sonreír.

La Hyūga acostó a la recién nacida en su cuna, Kiba y ella la miraron con tanto amor;—Ella tiene una sonrisa que se parece a la tuya.—Hinata habló casi en un susurro.

—Me trae recuerdos de mi niñez.—Volvió a hablar con ese dulce tono de voz que todos amaban.

—Ahora y entonces cuando veo tu cara veo aquella hermosa niña que tenía mi corazón a su merced.

Hinata besó la mejilla de su esposo con amor, luego de esos años juntos realmente llegó a quererlo y a tener un sentimiento similar al amor verdadero.

—Hinata...—Kiba llamó la atención de la Hyūga.—Te amo.

—Kiba-Kun.—Lo miró con una sonrisa.—También te amo.

Matrimonios en Konoha Donde viven las historias. Descúbrelo ahora