Matrimonios en Konoha

Capitulo 12

El ambiente de la Aldea reflejaba alegría y esperanza ante la llegada de la noche buena la cual era una festividad que todos amaban incluso ante la dura unión de algunas personas. Sakura y Naruto habían ahorrado durante un largo tiempo para así poder comprar una casa además del dinero que se les había dado en misiones posteriores logrando así comprar la casa en la que vivirían junto a su pequeña hija.

Sakura arreglaba el rubio cabello de Kasumi la cual ya tenía 2 años apenas cumplidos, Naruto entró a su casa con una sonrisa de oreja a oreja llamando la atención de su esposa la cual fue a recibirlo con un beso en la mejilla
Sakura arreglaba el rubio cabello de Kasumi la cual ya tenía 2 años apenas cumplidos, Naruto entró a su casa con una sonrisa de oreja a oreja llamando la atención de su esposa la cual fue a recibirlo con un beso en la mejilla.

—Pa... pa...–La pequeña Kasumi la cual apenas podía pronunciar algunas palabras estiró sus brazos para que Naruto la cargue.

—Kasumi.–Sonrió a su pequeña haciéndole cosquillas.—Sakura-Chan invité a Iruka-Sensei a que nos acompañe en la noche.

—No hay problema.–Sakura le mostró una sonrisa afectuosa, sabía lo importante que era para Naruto.—Por cierto, mis padre van a venir también.

Naruto asintió para así irse al cuarto a darse una ducha y ayudar a Sakura con los preparativos para la cena de noche buena.

* * *

Al caer la noche, la familia Uzumaki recibió a los mayores en su hogar con una cálida bienvenida.

—¡Kasumi cuantos haz crecido!–El Sensei se acercó a la pequeña la cual estaba sobre un mueble jugando con un peluche.

Tras el llegaron los padres de Sakura los cuales dieron un abrazo a la pareja con mucha alegría ya que había pasado algún tiempo desde la ultima reunión que habían tenido.

Todos conversaban animadamente sobre su día a día mientras esperaban a la media noche, se sentaron alrededor de la mesa para darle inicio a la cena.

—Si que era un dolor de cabeza.–Iruka reía recordando todas las travesuras que había hecho Naruto de pequeño.—Pero ahora me enorgullezco de la persona en la que se ha convertido.

Las mejillas de Naruto se sonrojaron y le sonrió a su Sensei en forma de agradecimiento por todo el tiempo que lo apoyó.

—Bueno y Naruto de doce años estaría muy feliz de haberse casado con Sakura.–Molestó recordando el enamoramiento que tantos años tuvo.

—S-Sensei.–La Haruno se sonrojó recordando todas las veces que lo rechazó.

Naruto tomó la mano de su esposa bajo la mesa volteando a verla con ternura, ella se limitó a sonreírle mientras acariciaba su mano con los dedos.

—Soy muy feliz.–Le respondió a Iruka.—Con doce, veinte o cuarenta años siempre estaré feliz se estar casado con Sakura-Chan.

El padre de Sakura se levantó de la mesa para abrazarlos por los hombros a ambos mientras revolvía los cabellos de la pareja.

—Y siempre tendrán mi bendición.–Habló sonriente.

Al notar la hora en el reloj todos se levantaron caminando a la sala para comenzar a intercambiar regalos como era de costumbre en algunas familias.

—Kasumi–Cantó la abuela de la rubia por lo que la pequeña gateó hasta ella.—Ten un regalo por parte de tus abuelos.

Aunque era obvio que la pequeña no sabía hablar y apenas entendía lo que le decían sonrió tan solo escuchar la dulce voz de su abuela mientras su abuelo la sentaba en sus piernas.

—¡Mira!–La señora le mostró un sonajero el cual la pequeña tomó comenzando a morderlo.

Iruka se acercó entregándole un pequeño peluche con forma de zorro el cual abrazó sin dejar de morder el regalo de sus abuelos.

—Naruto...–Sakura se acercó al rubio el cual miraba con mucha alegría a su familia.

—Sakura-Chan.–Miró a su esposa la cual le entregó un regalo.

El Uzumaki miró con sorpresa y agradeció mientras veía su regalo, era una camisa naranja como las que el frecuentaba a usar.

—Me encanta.–Habló emocionado abrazando a Sakura mientras le daba un beso casto.

Realmente se sentía feliz por primera vez no pasaba solo, ahora tenía una familia que lo amarían siempre una lágrima amenazó por salir pero el solo tomó algo de aire entregándole un regalo a Sakura.

—Te amo, Sakura-Chan.–La miró a los ojos hablándole con sinceridad.

Gaara y Tenten.

La familia había invitado a los hermanos del pelirrojo, una pequeña Netila estaba en brazos de su padre mientras el trabajaba en la espera de sus hermanos, Gaara comenzó a temer de TenTen cuando nació su hija la cual el estaba seguro que sería niño.

—Gaara.–Tenten llamó a la puerta dando a entender que ya habían llegado la familia.

—Voy enseguida.

Tenten se fue a recibir a sus cuñados y nuevo sobrino, el pequeño recién nacido de Rock Lee y Temari.

—Vamos princesa.–Le sonrió a su pequeña de dos años cargándola en sus hombros, algo que a ella le divertía mucho.

Al salir del lugar se encaminó a la sala de estar donde estaban sus hermanos junto a Rock Lee y su hijo. Tenten lo miraba con una sonrisa sirviendo la comida.

La pequeña Netila se sobresaltó al ver a un bebé el cual Lee llevaba en sus brazos, Gaara saludó sentándose mientras ponía a la pequeña en su regazo.

—Quien lo diría.–Kankurō sonrió.—Soy el único soltero.

Haciendo reír alguno de los presentes mientras Temari solo se mantenía con la mirada agachada.

—Vamos Temari.–Kankurō llamó su atención.—No te alegra ver a tu hijo con su prima.

La rubia solo chasqueó la lengua con fastidio.

—Que deprimente.–Habló Gaara.—Netila es lo mejor que pude haber tenido en mi vida.

Tenten lo miró con una sonrisa, en esos dos años ambos habían comenzado a quererse y a convivir juntos gracias a todo el amor que le tenían a Netila.

Después de cenar y conversar la familia de Temari fue a un cuarto de huéspedes mientras Kankurō dormiría en un mueble. Lo que no sabían es que esa noche sería la última que vería a Temari,

Mientras todos descansaban la rubia se levantó de la comodidad de la cama guardando un par de cosas en un bolso entre ellas la única foto de tenía con su pequeño hijo. Miró por última vez al bebé el cual dormía en brazos de Rock Lee, no era la culpa del niño el que ella se fuera pero no podía seguir fingiendo más ella aún amaba a Shikamaru pero ya no había forma de que el vuelva a besarla o siquiera abrazarla.

—Adiós...–Temari besó la frente del pequeño marchándose.