Demon [Y.M][#1][✓]

76

Yoongi continuaba patinando junto a Jimin, disfrutando del momento, hasta que sintió que debía soltarlo. Su mirada se había fijado en alguien que era idéntico a Jimin, parado en medio de la pista. Sin embargo, su atención se desvió cuando escuchó un quejido; al girar la cabeza, vio a Jimin en el suelo.

—¿Estás bien? —preguntó, preocupado.

—¿Por qué me soltaste? —respondió Jimin, levantándose con un aire de confusión.

—Yo... —comenzó Yoongi, intentando explicar mientras su mirada buscaba al doble de Jimin, pero el lugar estaba vacío.

—Mejor vamos a otro lugar. —sugirió Jimin, comenzando a alejarse.

Yoongi lo observó alejarse y, tras un momento de indecisión, decidió seguirlo. Sin embargo, al salir por la puerta, su mirada se encontró de nuevo con la figura oscura.

Mientras tanto, Jimin se dio la vuelta y vio a Yoongi frunciendo el ceño, claramente distraído por algo. Yoongi intentó acercarse a la figura, pero una persona pasó rápidamente y, al instante, el misterioso doble desapareció.

—Hyung. —llamó Jimin, acercándose con preocupación.

—Jimin. —respondió Yoongi, volviendo a centrarse en su amigo.

—Vamos, está haciendo frío. —dijo Jimin, guiñando un ojo y comenzando a caminar.

Yoongi se acercó a él, sintiendo el aire helado que los rodeaba. Jimin, con un brillo en los ojos, corrió hacia una cafetería cercana, mientras Yoongi suspiraba con una mezcla de exasperación y cariño.

De repente, Yoongi se giró nuevamente. A lo lejos, vio a una figura vestida de negro que, al notar su mirada, comenzó a alejarse. La extraña le parecía vagamente familiar, pero no lograba ubicarla. Justo cuando estaba a punto de seguirla, una mano lo detuvo.

—Hyung, vamos. —dijo Jimin, interrumpiendo sus pensamientos. —Pedí café para los dos.

—Sí. —asintió, sin mirar a su amigo, todavía atrapado en su confusión.

Entraron en la cafetería y se sentaron. Mientras Jimin bebía de su café, Yoongi observaba por la ventana, cuestionándose quién era esa persona. Finalmente, su curiosidad lo llevó a hablar.

—Jimin. —dijo, rompiendo el silencio.

—Sí. —respondió Jimin, levantando la mirada.

—¿No notaste algo raro? —lo miró fijamente. —¿En la pista de patinaje?

—Nada. —negó Jimin, su voz firme.

Yoongi decidió compartir lo que había presenciado.

—Te digo algo loco. —rio. —Vi a alguien idéntico a ti.

Al pronunciar esas palabras, notó que la expresión de Jimin cambiaba de inmediato, su rostro palideció.

—¿A... a mí? —tartamudeó Jimin.

—¿Pasó algo? —Yoongi se inclinó hacia adelante, preocupado.

—Hyung, eso es imposible. —respondió Jimin, riendo nerviosamente.

Jimin se levantó de repente, y Yoongi intentó hacer lo mismo, pero él negó con la cabeza.

—Voy al baño. —dijo Jimin, apurándose a salir. —Quédate aquí.

—Claro. —asintió Yoongi, confiando en que todo estaba bien.

Pero en su interior, la inquietud crecía, preguntándose qué estaba pasando realmente.