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Jimin estaba exultante después de recibir las flores. Nunca antes Yoongi le había dado un regalo tan hermoso, y el gesto lo llenaba de una felicidad pura y genuina. Una semana pasó desde ese momento, y Jimin decidió que era su turno de sorprenderlo. Fue al centro comercial con la intención de comprarle algo especial. Mientras caminaba entre las tiendas, su mirada se detuvo en unos anillos de pareja. Eran perfectos, exactamente lo que quería para simbolizar su relación.

Sin embargo, su atención fue capturada por algo más. Un chico se probaba unos dijes en una tienda cercana, y Jimin sonrió al observar la escena, pero su sonrisa se desvaneció al ver a quién le mostraba el collar. Era Yoongi.

—¿Te gusta este? —preguntó Yoongi, sosteniendo un collar de oro.

—Sí, hyung. —respondió el chico, sonriendo.

—Nos llevamos esto. —dijo Yoongi.

Jimin sintió cómo su corazón se hundía. Quiso convencerse de que todo era para él, que Yoongi solo necesitaba la opinión del chico, pero la duda lo invadía. Con un nudo en el estómago, dejó los anillos y salió del centro comercial. Volvió al departamento, sintiendo una mezcla de ansiedad y esperanza. Hoy tenían planeada una cena, y Jimin estaba decidido a que todo saldría bien. Se cambió de ropa y se sentó a esperar, imaginando que Yoongi estaría ocupado con los preparativos.

Las horas pasaron, y Yoongi no aparecía. Jimin miró su reloj, uno de los tantos regalos que Yoongi le había dado, y no pudo evitar que las lágrimas comenzaran a brotar. El reloj marcaba casi la medianoche, y aún no había señales de él. Se tumbó en la cama, llorando en silencio.

—Hyung. —susurró entre sollozos.

Lloró hasta quedarse dormido, pero se despertó al escuchar un sonido. Sabía que era Yoongi, pero no tenía fuerzas para enfrentarlo. Permaneció quieto, escuchando cómo se desvestía, abría el armario y sacaba ropa nueva antes de marcharse de nuevo. Jimin se levantó y miró la puerta, sintiendo un vacío abrumador.

—Él... —murmuró, incapaz de comprender lo que acababa de ocurrir.

A la mañana siguiente, Jimin decidió ir a desayunar con Taehyung y Jungkook, quienes habían construido una relación sólida y amorosa. Le contaron que, si todo seguía bien entre ellos, planeaban casarse y adoptar un bebé.

—¿Y qué será? —preguntó Jimin, tratando de enfocarse en algo positivo.

—Tae insiste en que sea una niña. —respondió Jungkook, sonriendo.

—Le dije que será mi princesa. —agregó Taehyung, con una sonrisa radiante.

—Siempre me lo decías. —respondió Jimin, forzando una sonrisa.

—Te noto raro. —comentó Taehyung, frunciendo el ceño.

—Es el tinte. —dijo Jimin, intentando desviar la conversación.

—Sí. —sonrió Taehyung. —Se ve que ya no te alcanza.

—A mí me parece lindo. —intervino Jungkook, tratando de animar a Jimin.

Después del desayuno, Jimin regresó al departamento, pasando antes por algunas tiendas para comprar algo de comida. Se había acostumbrado a las idas y venidas de Yoongi. Sabía que sus relaciones con otros duraban poco, y al final, siempre regresaba a él. Se aferraba a la esperanza de que solo faltaba un día más para que Yoongi volviera por completo.

—Aguanta, y Yoongi será otra vez tuyo. —se dijo, sonriendo para sí mismo.

Cuando llegó al departamento, vio que Yoongi ya estaba allí. Jimin sonrió, dejó las bolsas sobre la mesa y se quitó el saco. Se acercó lentamente a Yoongi, subiendo a su regazo para besarlo. Al principio, Yoongi correspondió al beso, pero luego, inesperadamente, lo empujó, haciendo que Jimin cayera al suelo.

Demon [Y.M][#1][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora