24. Sinsajos

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Han pasado varios días desde que abandonamos del distrito once, durante todo este tiempo no  salgo de mi habitación más que lo necesario, Peeta, Katniss y Haymitch intentan hablarme pero los ignoro cada que puedo. Las cosas no mejoran en ningún distrito, ambos chicos se limitan a leer las tarjetas pero eso no es suficiente, lo hecho en el distrito once ha dejado huella y es muy obvio.

El último intento por demostrar un falso amor llega cuando estamos por llegar al capitolio. Haymitch aporrea mi puerta y grita que salga, estoy tentada a no hacerlo pero siendo sincera quiero saber que mierda va a suceder ahora.

—¿Qué quieren?—preguntó de mala gana recargandome en el marco de la puerta de la pequeña sala.

— Queremos discutir qué vamos a hacer ahora —responde Peeta, yo no le dirijo la mirada y me quedo viendo a Haymitch.

—¿Y bien que van a hacer?—preguntó sin moverme de mi sitio, el silencio se extiende como muestra de que no tienen un plan.

— Queremos saber tu opinión, tu sabes más sobre la percepción de la gente—

La voz de Haymitch retumba en el vagón con autoridad como queriendo dar por zanjado todo el pleito, pero yo no quiero, estoy molesta con los tres porque parece que solo me necesitan cuando les esta llendo mal.

—Oh!! Y apenas se acordaron de eso... Bien... mi opinión es que mejor nos resignemos a morir, nada de lo que hagan ahora cambiará nada, se limitaron a leer las tarjetas de Effie como si se tratara de un manual de martillos —digo mirando a Katniss y Peeta — Y bueno después de todo lo que sucedió en el once no se que pueda mejorarlo.

Mis palabras son crueles pero realistas, el esfuerzo que Katniss ha puesto en esta gira es solo comparable con mi amor por el jefe Cray o sea nada. No se que pueda hacer que mágicamente todo el mundo deje de lado la rebelión y piense que todo se limita al amor que estos dos se profesan.

— Hay que casarnos —suelta Katniss viéndome fijamente.

—Lo siento preciosa, no eres mi tipo —contestó para relajarme a mi misma, Haymitch suelta una carcajada y Katniss parece molesta y sonrojada. Yo al final termino riendome igual.

—No me refiero a eso, me refiero a que si Peeta y yo nos casamos tal vez todo mejore —explica la chica de cabellos negros sin siquiera mirara a Peeta.

— No es mala idea, causaría un gran impacto —dice Haymitch.

Durante algún rato pienso los pros y los contras que esa acción pueda acarrear, ciertamente es una noticia impactante y el presidente Snow podría ponerlo a su favor, si muestra que Katniss está más interesada en su boda que en cualquier otra cosa mostrará que no apoya las acciones rebeldes y al final todo se calmará. Si no funciona podemos irnos despidiendo de toda nuestra vida como la conocíamos.

—Es una buena idea. Es jugárselo todo pero... si funciona... ambos deben saber que no hay marcha atrás — digo mirando alternadamente a Katniss y Peeta, este último está más serio de lo que nunca lo he visto.

— Está bien, hagámoslo —contesta el rubio solo para después irse dejándonos en silencio, su dolor es palpable incluso cuando no habla.

—Creí que eso era lo que él quería —dice Katniss desconcertada y mostrando cuán tonta puede llegar a ser.

— Katniss... Peeta está enamorado de ti desde que tiene cinco años y hoy le has propuesto que se casen solo para que tu falso amor se vea más real.. ¿crees que él quería eso?— preguntó con sarcasmo yéndome a mi habitación.

Mentores y TributosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora