❅ 𝔰𝔦𝔢𝔱𝔢

1.9K 143 61
                                    


Valentín se tomó muy en serio todo eso de 'portarse mal' conmigo porque debían ser las cuatro o cinco de la madrugada y nosotros seguíamos dando vueltas en el auto.

Habíamos parado en una estación de servicio para comprar alcohol, papas fritas y golosinas, y una vez que tuvimos todo lo necesario para seguir matando el tiempo juntos regresamos al auto y buscamos una zona desierta donde pudiésemos frenar y estar tranquilos.

— Yo nunca me chamuyé más de una persona en una misma noche. - habló con una botella de cerveza en la mano y la alzó hacia arriba esperando mi respuesta.

Nos habíamos puesto a jugar a ese tonto juego para conocernos un poco mas a fondo, divertirnos y hacer algo mas que solo besarnos y calentarnos como venía dándose hasta ahora.

Lo miré frunciendo mis labios, bajé la mirada apenada y bebí un sorbo de mi cerveza ya que en mi caso sí lo había hecho. Y cuántas veces.

— Pido perdón por los corazones que rompí. - comenté entre risas y lo ví relajándose en el asiento, apoyando la espalda contra la puerta y flexionando las piernas un poco. Estábamos en la parte de atrás frente a frente y no dejábamos de mirarnos el uno al otro.

— ¿Hay algo que no hayas hecho? Un poco mas y ya te bajás toda la botella. - carcajeó negando levemente y dejó el antebrazo contra el asiento para luego recargar la cabeza de costado en su mano.

Gracias a la posición los músculos de su brazo sobresaltaban por debajo de la manga de la remera, no era mucho pero me gustaba, y ni hablar de como se le marcaba la mandíbula al tener la cabeza ladeada. Me estaba por morir.

— Un trío nunca hice. - le sonreí y enarcó una ceja fingiendo sorpresa, aunque en realidad se notaba que le costaba creerme.

— Yo sí. - afirmó y bebió un sorbo para cumplir con el juego. Mis ojos se abrieron exageradamente y mordí mi labio agachando la cabeza de nuevo.

¿Como es posible que me caliente tanto?

— Yo nunca tuve sexo en la vía pública.

Esta vez me miró subiendo y bajando las cejas, con una sonrisa socarrona y extendiendo su brazo hacia mi lado para chocar las botellas entre sí.

— Hasta hoy. - murmuró bajando el tono de voz y desvió la mirada haciéndose el distraído. Lo había escuchado perfectamente y mis mejillas debían estar ardiendo ahora mismo, pero con suerte no se llegaría a notar. La única luz que entraba era la de la calle, el resto era bastante oscuro porque decidimos apagar las del interior del auto.

— Te toca a vos. - dije después de unos segundos de tensión y me acomodé de rodillas acercándome un poco mas a donde estaba él.

— Mmh...- echó su cabeza hacia atrás soltando un suspiro y se quedó pensando antes de lanzar su siguiente jugada.- yo nunca estuve con una menor de edad.

— No soy menor.

Me traicionó el inconciente.

— Tenés diecisiete añitos. - hizo puchero mirándome de nuevo y le quise pegar por joderme con ese tema otra vez, pero me guardé las ganas para otro momento, preparándome mejor para mover mis cartas y jugar con él también.

— Una pena entonces. - alcé levemente los hombros y terminé de beber uno de los últimos sorbos que me quedaban para luego dejar la botella a un lado. Me apoyé contra el asiento doblando las piernas al acomodarlas sobre el mismo y con mis dedos comencé a acariciar mis muslos de manera sutil, percatándome enseguida de como la mirada de Valentín se enfocaba en cada movimiento que trazaban mi mano.

legado; wos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora