G U E R R A | Levixreader

El fin de la Legión

Unas botas de piel café se detuvieron frente a un contenedor metálico. Iban cayendo una a una las prendas que aquella persona sostenía en brazos.

Se puede distinguir que son los trajes que usaron los famosos "Héroes enmascarados".
Y cuando estuvieron todas dentro, un líquido transparente comenzó a caer para cubrirlos.

Era de noche, así que lo único que podía verse eran las luces del cielo reflejándose en el líquido que caía sobre aquellas prendas.

Luego, las grandes y blancas manos de la persona frotaron un fósforo contra la superficie rugosa de la caja, y dejó caer la pequeña lumbre al contenedor.

El fuego creció casi de inmediato, comenzando a quemar los trajes poco a poco e iluminando el rostro serio de Erwin Smith, que no despegó sus ojos azules del contenedor por largos segundos, hasta que unos pasos lo hicieron alzar la mirada al frente, viendo al capitán Levi llegando a paso lento.

Se detuvo del otro lado del contenedor y tiró un periódico que había leído. Mientras este también se quemaba, podía leerse en la portada con letras muy grandes: "Masacre sin testigos en la ciudad Subterránea" y en más pequeño "Avistamiento de luces rojas en el cielo".

Han pasado seis meses desde que Daira se fué. La Legión de Reconocimiento no ha tenido autorización de salir a nuevas expediciones debido al estado crítico en el que se encuentra la humanidad.
El periódico se ha llenado de estados de alerta y desapariciones. Nadie sabe quién es el responsable, jamás se ha dejado ver, pero ciertas personas saben exactamente de quién se trata.

Saben que Daira está masacrando a los traidores, a todo espía y funcionario que trabaje para la M.R.B, disfrazado de soldado y por lo tanto están buscando al responsable de manera frenética, sin éxito.

Durante estos seis meses, el general Darius Zackly se dió cuenta de algo que lo molestó de sobre manera. Y es que tenían a cientos soldados apareciendo muertos de un día para otro en las tropas estacionarias y en la policía militar, pero ningúno de la Legión.

Erwin sabía que la razón era que Daira ya había conocido a todos, y sabía que ninguno era un traidor. Por lo tanto no tenía razones para matar a nadie, pero eso el generalísimo no lo sabía, y por eso señaló al comandante Erwin como un sospechoso.

La Legión de reconocimiento estaba en la mira ahora mismo, y habría que actuar rápido, y por esa razón, el primer paso que tomó Erwin fué quemar los trajes.

-Llegó una orden de arresto- anuncia Levi entrando a la oficina del comandante.
Erwin bajó la taza de té a su escritorio y asintió.

-Llama a Hanji, hay algo importante que debo decirles-

Levi lo miró serio y luego de dejar la orden en su escritorio se retiró a buscar a la sub comandante.
Cuando ambos estuvieron frente al rubio, éste los miró con un rostro estoico.
-Disolverán a la Legión de Reconocimiento- Hanji tragó nerviosa.
-Nuestros soldados tendrán que hacer pruebas y exámenes para aplicar en otra rama militar, ya sea en la policía o en las tropas estacionarias- toma su orden de arresto y la mira.
-Tomarán la custodia de Eren para diseccionarlo y estudiarlo después de torturarlo por si tiene información- los miró de nuevo.
-A mi me arrestarán y quitarán mi puesto, si encuentran cualquier motivo suficiente para llamarme traidor moriré en la horca y a ustedes dos van a fusilarlos-

Levi apretó la mandíbula con ira y frunció el ceño pero mantuvo su postura.

-Así que ya lo saben, vamos a morir-

Hanji bajó la mirada.
-¿Eso será todo?-

-Si de todos modos vamos a morir, deberíamos hacer algo para que al menos valga la pena- dice Levi.

Erwin los miró a ambos.
-Quiero que me digan una cosa ustedes dos- los señala y se pone de pie.
-Hagamos lo que hagamos, nuestra condena ya está sentenciada por el alto mando, así que no importa lo que decidamos eso no va a cambiar... es por eso que quiero que desaparezan-

Levi y Hanji abrieron los ojos sorprendidos, así que Erwin continuó.

-Quiero que desaparezcan junto a Eren y no dejen que nadie los encuentre-

-¿Escapar?- pregunta Hanji como si fuera lo más loco que había oído en su vida. -¿Y tú que vas a hacer?-

-Me entregaré- el comandante pasa sus manos a su espalda y suspira.
-Aún hay gente en la que creo y sé que podré hacer más si me entrego que si escapo con ustedes- ... -La vida de Eren queda en sus manos, y cuando llegue el momento adecuando, les diré que hacer-

Levi hizo el saludo militar y asintió.
-Más te vale vivir para entonces... adiós Erwin- Hanji le imitó asintiendo.

-Cuídense las espaldas, y que no los atrapen- siente el comandante y mientras ambos se alejaban por la puerta, los detuvo al llamarlos nuevamente. Ellos lo miraron una última vez.
-Buena suerte-