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-Estoy bastante seguro que de todas las reuniones familiares a las que hemos asistido, está es mi favorita porque prácticamente estuvimos ausentes - dijo Seokmin.

Estar en Blackpool con Seokmin había sido tan real y tan libre que yo ya no sabía con certeza que era lo que debía hacer ahora que volvíamos a la normalidad. Aún sabiendo que todo esto estaba por terminar; me acostumbré a despertar con él, a su presencia absoluta y a estar solamente con él. Fue demasiado fácil ignorar a mí subconsciente diciéndome "ten cuidado", yo solo esperaba que el terminar esto no fuera tan doloroso como parecía que sería.

Había pensado excesivamente los últimos días, no obstante el pensar claramente parecía ser más fácil estando lejos de Seokmin, estando a su lado las malas decisiones parecían ser correctas por más loco que suene. La línea que diferenciaba lo bueno y lo malo era delgada y borrosa, casi imperceptible. Pero ahora que regresabamos a nuestras vidas normales... seguir mi camino se supone que debe ser más sencillo ¿no es así?

Probablemente ver las cosas desde un lugar receptor me ayude a enderezar el camino.

Suspiré mientras miraba al mar por la ventana. Era la misma hora que la última vez, solo que esta vez las nubes oscuras cubrían aquellos colores hermosos.

El clima de este amargo día era especialmente frío y húmedo. La lluvia que había iniciado desde las primeras horas de la mañana combinaba a la perfección con mi ánimo de hoy.

La inmensa comodidad que había sentido apenas hace unas horas cuando Seokmin y yo nos bañamos en la playa por última vez ahora parecía irreal. La mísera que me rodeaba pudo haberme confundido. Intentar disfrutar el tiempo junto a Seokmin debió ser complicado dadas las circunstancias, pero una vez que estabamos juntos todo se volvía más fácil de alguna manera. Me di el lujo de parecer encantado todo el tiempo. De igual forma me di el lujo de tener sexo con Seokmin hasta que nuestros cuerpos quedaron sin energía alguna y me di el lujo de dormir a su lado, disfrutar su calor corporal y abrigarme a él. Todo eso ahora se veía lejano.

Todos esos sentimientos se quedarían en esa casa de playa en Blackpool. Entre más nos alejabamos de Blackpool, era más fácil definir lo mierda que sería no tener a Seokmin enteramente.

Con suerte todo volvería a la normalidad a tiempo para la boda. Para ese entonces todo lo que Seokmin y yo hicimos estaría bajo una delgada manta blanca. Con el tiempo esa manta blanca se cubriría de polvo y todos esos sentimientos que alguna vez fueron cálidos y vivos se volverían un poco menos que recuerdos borrosos y lejanos.

Yo había pasado toda la noche pensando detenidamente en las palabras que usaría para terminar a Seokmin, mientras él dormía plácidamente a mi lado, murmurando cosas indescifrables. Mi mente trabajó hasta que me dolió la cabeza. Miré a Seokmin junto a mí por última vez. Fue ilógico que habíamos vívido tantos años juntos y que hasta ese momento notara lo mucho que me gusta ver a Seokmim dormir. Desde sus rasgos relajados hasta su boca formando un puchero. Incluso su cabello despeinado era... lindo. Después de mirarlo por lo que pareció una eternidad -pero sin aún ser suficiente- me quedé dormido.

Sentí mis ojos más pesados de lo normal. Señal obvia para dejar de pensar demasiado en eso. Me odiaba a mí mismo por haber permitido que esto pasara.

-¿Por qué estás tan callado? - me preguntó Seokmin, sacándome de mis pensamientos. Lo miré unos momentos. Él estaba tranquilo, sus manos colocadas suavemente en el volante del auto mientras tamborileaba suavemente al ritmo de la música. Él no tenía idea de nada. -No estés nervioso por lo que diga mi madre, ella piensa que de verdad estuviste en el hospital. Solo tienes que parecer un poco enfermo y todo saldrá bien, yo estaré ahí para mentir contigo.

Definitivamente esto no es amor (seoksoon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora