A la mañana siguiente de la incómoda cena, desperté, al bajar a la planta baja encontré la casa totalmente vacía, no vi a Christopher en toda la mañana, lo cual agradezco porque no me habría gustado que un extraño que tendría que ver todos los días en la universidad me vea en pijama y despeinada.
Ese día mis padres y mi futuro docente habían salido. Una vez más tenía la casa sola así que repetí mi rutina de desayuno, antidepresivo e internet.
Desde el día de mi crisis mi madre me llamaba cada 2 o 3 horas las veces que me quedaba sola. Y ese día no fue la excepción. Mi celular sonó cuando salí de la ducha, era mi madre:
—hola Ma —salude.
—hija ¿Cómo estás? ¿Está todo bien? —preguntó mi madre por lo que pude escuchar en el fondo pude identifica que estaba en un coche.
—estoy bien, todo tranquilo.
—Ok estoy llevando comida para las dos —añadió, vi el reloj de mi celular marcaba las 12:05 ya se acercaba la hora de almorzar.
—¿está mi papá contigo? —pregunte.
—No él y Chris van a llegar más tarde a la casa, vamos a almorzar solo las dos —respondió, por supuesto que mi madre no quería que almuerce sola ese día, pero en ese momento solo sentí una pizca de decepción.
—oh ok, ¿ya vas llegar no? —pregunte.
—si ya llego ten todo listo. —ordeno.
—ok ma bye.
—chau — se despidió y colgó el celular.
En el transcurso de la mañana mientras hacía mis actividades veía de reojo al cuarto en el que se quedaba el sr. Williams. Tal vez por curiosidad o por otra cosa de la cual no tenía ni idea, pero en uno de esos momentos, entre a su habitación, el aire olía a limpio con una ligera nota de su loción. La cama estaba desecha y solo había un par de prendas encima de la cama, lo demás de su ropa estaba en su maleta que estaba en un rincón del salón.
Sin pensarlo mucho me acosté en su cama desecha por unos momentos las sabanas estaban frías, claro ya había pasado varias horas desde que él se había levantado, me quede ahí unos minutos más, hasta que escuché la puerta principal abrirse en ese momento mi corazón casi se me sale por mi garganta. Me levanté muy rápido y Salí corriendo de esa habitación.
Por suerte para mí, mi madre no me había visto salir del cuarto de invitados.
Ese día almorzamos pollo. La relación con mi madre era complicada, peleábamos y discutíamos mucho, casi nunca estábamos de acuerdo, pero yo sabía que nos amábamos, estaba segura, bueno más o menos. Teníamos momentos que nos llevábamos súper bien y en otros no soportábamos ni vernos. Ese no era uno de esos momentos, puedo decir que ese almuerzo fue ameno. Logramos charlar, pero agradables.
—¿sabes que no tienes que estresarte este semestre no? —dijo mi madre con un tono de preocupación.
—si ya se ma
Seguí comiendo sin mirarla.
—estoy hablando enserio —continuo mi madre.
—sí, pero ¿Qué más te puedo decir mamá? —proteste.
Mi madre se encogió de hombros.
—pues algo más, como, "no te preocupes mamá me tomare las cosas con calma
—sabemos que el estrés no fue el problema —respondí, aunque no sabía que tanto podría haber influido el estrés en lo que me paso, pero estaba segura que la razón principal era otra cosa.
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Complicated Lessons
RomanceAriana de 21 años, una chica universitaria con depresión que tuvo que dejar un semestre su carrera debido a una "crisis". Decidida a comenzar un nuevo semestre y volver a su vida normal todo se complica cuando conoce a Christopher, que aparte de ser...