Rompiendo reglas |Terminada|

Capítulo 3

Capítulo 3:

"Bésame antes de que despierte".

Pasamos solo unos minutos jugando, realmente me encantaba ese juego, las razones ya se las dije. Creo que Max se cansó pero yo no, de todas formas no podía forzarlo a seguir jugando solo para sentirme bien. Lo único que quería era verlo feliz a él, y eso era más extraño que los sentimientos que comenzaba a desarrollar hacía mi pequeño amigo.
- Ahora que... terminamos de jugar...
Ambos reímos bastante fuerte.
-Ajá...-respondí esperando a que volviera a hablar.
-Los chicos querían que nos acompañaras a ver una película, creo que está en estreno y Lucas pagara todo.
Ni siquiera presté atención a sus palabras anteriores, mis ojos estaban fijos en su pálido rostro, me encantaba todo lo que veía, sus ojos, su pequeña nariz, sus labios, sus mejillas...su cabello y el color de esté, era un rubio diferente al de muchos, quizás no habían tantos chicos como él.
-Tierra llamando a Thomás.
Movió su mano derecha frente a mi rostro, nuevamente mis mejillas habían tomado un color rosado, ¿por qué me estaba sonrojando tanto? no era algo normal, no debía pasar. Pero, habían muchas cosas que no debían estar pasando e igual pasaban, ¿se entiende? yo no lo entiendo. Max alzo ambas cejas.
-¿Te pasa algo? estás más raro que de costumbre.
Mis manos comenzaron a temblar, ¿qué debía responderle exactamente? Estaba desesperado por decirle. "Me gustas, y muero por besarte". Pero lamentablemente no podía.
-No, necesito estar solo.
-Oh, ¿quieres que me vaya?
Asentí.
-De acuerdo, nos vemos en la escuela. Cuídate.
Y se fue, a veces soy estúpido, pero estoy seguro que ese día sobre pase mis propios límites. Realmente necesitaba a Max, no quería lastimarlo, no quería asustarlo y mucho menos alejarlo de mí, pero era lo único que estaba logrando. No podía seguir así, pero... ¿qué haría? ¿Decirle a mis amigos que soy gay y esperar a que me acepten tal cual soy?, hay cosas que jamás cambiaran. La sociedad nos ha creado una imagen y esa es la que debemos seguir por obligación. Me recosté sobre la cama y fije mi mirada nuevamente en el techo, prefería mirar el rostro de Max, ¿y quién no? Si era una de las cosas más bellas en el mundo...podría haber aceptado la invitación al cine, quizás me hubieran cedido el puesto alado de él. Mis ojos se cerraron por si solos, y después de eso no supe nada.
Ahí estaba él y yo...juntos. Era lo que siempre había querido y estaba pasando. ¡ESTABA PASANDO!
-¿Qué quieres hacer ahora?
Preguntó Max curvando sus labios en una amplia sonrisa, con solo ver esos tiernos hoyuelos formados en sus mejillas comencé a reír. Era inevitable no hacerlo. Mis pies se movieron, no mucho ya que estábamos bastante cerca.
- ¿Puedo?
Pregunté observando sus labios, sus mejillas inmediatamente tomaron un color carmesí, el solo asintió con un movimiento de cabeza y atrapé su boca sobre la mía. Nuestros labios se estaban rozando, se ajustaban perfectamente, él era la pieza faltante en mi rompecabezas. ¿Qué importaban los demás en ese momento? lo estaba besando y eso era lo importante. Moví mis labios al compás de los suyos y pasados unos segundos nos alejamos, nuestras miradas se juntaron, ahora veía el brillo en sus ojos, ese brillo que tanto anhelaba poder ver y sentir, sí, se podía sentir.
-Thomás yo...
Y desperté, era un sueño. Un patético y asqueroso sueño, atrapé mi cabeza entre ambas manos, me sentía ridículo...realmente ridículo.

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