Capitulo 5

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Capítulo 5:

"El primero de muchos".

-¿Quieres que te suelte?
Preguntó Max en un tono bastante sereno e incluso soy capaz de apostar cualquier cosa a que esas palabras traían consigo cierta ternura....
-No, no quiero.
Al fin mis palabras lograron salir, no había dicho absolutamente nada hasta ese momento, busque sus manos y posé las mías sobre ellas. Lo escuche reír, bastante bajo pero lo hizo. Comenzaba a convencerme de que Max era homosexual, aunque tal vez solo era un abrazo de amigos.
-Ya no tengo tanto frío.
-Ni yo.
Reímos a la misma vez y nuestras risas rompieron la tensión que se había acumulado, aunque lo más probable es que yo fuera el único nervioso en ese momento. Se apartó de mí, fue tan repentino que me sentí extraño. El portón se abrió y comenzaron a entrar varios estudiantes, uno tras otro, la hora de ingreso ya había llegado.
-Lo siento yo...yo no puedo abrazarte sí hay tanta gente.
Explico algo avergonzado, y yo lo entendía, tampoco le hubiera podido abrazar frente a tanta gente. Quizás por soltarme nos ahorró una humillación. Me aparte lo suficiente de él, de esa forma nadie pensaría mal. Mis ojos buscaron los suyos, nuestras miradas estaban unidas y nosotros en completo silencio. Lo hubiera vuelto a abrazar, pero no quería que nos insultaran.
-¿Tienes algo que hacer está tarde?
Negué con la cabeza, nuevamente mis palabras fueron detenidas, no podían salir.
- ¿Puedo ir a tu casa?
Yo asentí y el me volvió a abrazar, pero fue un abrazo menos íntimo y bastante rápido. Nadie alcanzo a ver y supuse que eso estaba bien. Después de todo, no tenía intención alguna en que los demás supieran acerca de mi homosexualidad. Lo más probable es que me convirtiera en la burla de la escuela completa. ¿Cuál era la gracia de insultar a una persona por su color de piel, condición física, sexual o mental? Siempre me pareció una de las cosas más estúpidas en el mundo. "Vive y deja vivir", la frase que mejor se acomoda a esto. En realidad, yo no me considero homosexual, heterosexual, bisexual, pansexual ni nada de eso. Soy una persona y con eso basta, ¿basta con eso verdad? Porque sí no basta con eso no tengo idea con que bastaría. Max ya se había ido, supuse que no sentía cómodo estando a "solas" conmigo, en realidad me sentí mal pero lo entendía, realmente lo entendía. Pasaron las clases, pasaron los recreos, estaba bien, algo deprimido pero bien. Creo que en el lapso del día hable unas tres veces con Richard y Lucas, a Max no lo vi más. Al llegar a casa me cambie de ropa, no esperaba a que Max llegara, porque en realidad no lo haría. Eran las 6 de la tarde y me acosté a dormir, no desperté hasta el otro día...y lo bueno de todo esto es que ni mi mamá me fue a buscar para comer. Repetí lo del día anterior, ni siquiera desayune...necesitaba encontrarme con Max y así lo haría, me fui corriendo hasta la escuela, jamás había corrido tan rápido como ese día, pero tampoco me sentía cansado. El cansancio no era una opción, cruce el portón y Max estaba ahí, ¿me estaba esperando?, se me acerco de inmediato, no pensé que lo haría.
-Lo siento, no pude ir.
Asentí, no tenía nada que decirle. No estaba molesto con él, jamás hubiera podido molestarme con Max.
-¿No estás molesto?
Se acercó unos centímetros más, y yo volví a negar. No estaba diciendo nada pero aun así temblaba, sus ojos buscaron los míos, podía sentir ya sus labios sobre los mío, y así era. Sus manos se apoderaron de mi cintura y las mías de sus mejillas, era un beso lleno de ternura y cariño. Aun no lo podía creer, Max me estaba besando frente a una que otra persona pero no me molestaba. Se apartó y me sonrió, ese fue el primer beso de muchos.

Rompiendo reglas |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora