Capítulo 9

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Maratón 1/2:
Capítulo 9:

"A veces con un perdón no basta".

Estaba asustado, nunca me había sentido de esa forma. ¿Les ha pasado? cuando sienten que no hay solución para un problema, aunque jamás tuve la intención de llamarle "problema" a mi relación con Max. En fin, Martín me miraba de una forma extraña, y bueno, yo sentía vergüenza. No sé porque pero estaba avergonzado. Mi padre se veía orgullos...o, y mi madre pronunciaba una y otra vez la frase: "quiero ser abuela". No aguanté más, me sentí mal así que simplemente me retiré. Siento sí soy algo depresivo en cuanto a mis palabras, pero en realidad este es el único medio que tengo para expresarme, sabía perfectamente que en algún momento de mi vida tendría que decirles a todos "soy gay", pero aún no estaba listo para eso, solo cuando estaba con Max sentía la valentía de decir quien realmente era. Jamás comprenderé a los homofóbicos, sienten un odio completamente irracional hacía personas que no les hacen nada, pero no estoy escribiendo esto para ellos, los homofóbicos son las personas que menos me interesan ahora. Tú querido lector, jamás sientas vergüenza de quien eres, jamás sientas que defraudas a las personas, nunca te detengas a pensar "¿por qué no soy como todos?" nadie es igual a nadie, todos somos especiales a nuestra manera, y realmente me hubiera encantado saber esa clase de cosas hace años atrás. Me dormí, bastante triste por cierto, sabía lo que venía el día anterior. "No puedo abrazarte sí hay muchas personas". Yo era capaz de hacer lo que fuese por Max, no importaba que, pero sí él era feliz yo también. Me levante, me bañe, desayune y me fui a la escuela con Martín, yo planeaba irme antes que él ya que no quería hablarle, pero al parecer él tenía muchas cosas que decir.
-¿Son novios?
Me hele por completo, no respondí absolutamente nada.
-Repito, ¿son novios?
-Sí.
-¿Hace cuánto?
-Hicimos la relación oficial ayer.
Martín guardo sus manos en los bolsillos delanteros de su chaqueta, y prosiguió.
-¿No te da miedo estar en público con él?
-¿Miedo por qué?
-Los homofóbicos podrían insultarlos, golpearlos y en casos extremos hasta matarlos.
-No lo creo.
-Thomás, las relaciones homosexuales no son como en las películas, donde los actores pueden andar tomados de las manos por las calles y la gente los mira con ternura.

Deje escapar un suspiro bastante largo, después de todo Martín tenía razón.
-Te diré una cosa, a mí no me interesa si eres homosexual, bisexual, heterosexual. Eres mi hermano y sí eres feliz con Max para mí está bien, pero para el resto de las personas no. Tampoco les diré a nuestros padres, sé perfectamente cómo reaccionarían.
-¿Crees que papá sería capaz de odiarme?
Martín paso uno de sus brazos por sobre mis hombros, era la primera vez que sentía que me apoyaba.
-¿Quieres que te diga la verdad?
-Ajá.
-Sí, sería capaz de odiarte.
Eso fue como un golpe en el estómago, fue una sensación jodidamente horrible.
-¿Y mamá?
-No, ella no. Al principio lo tomaría mal, pero después te apoyaría.
-Entonces sé lo diré.
-Tranquilo campeón, espera un tiempo más...pensaremos en algo.
Y me abrazo, yo no supe cómo reaccionar así que no correspondí. Martín se separó de inmediato y sus manos volvieron a esconderse entre los bolsillos de su chaqueta.
-¿Por qué me apoyas, Martín?
-Porque eres mi hermano, tengo mil razones para apoyarte pero no te las diré.
-Es porque me quieres.
Martín comenzó a reír, y no respondió absolutamente nada. Estaba seguro que ese silencio era un "si". Llegamos al portón de la escuela, ahí estaba la novia de mi hermano, ambos se abrazaron e ingresaron a la escuela. Por un momento pensé que Martín tomaba enserio a esa chica, pero era muy poco probable. Max estaba con Richard y Lucas.
-¡Thomás!
Dijo Lucas y paso su brazo por sobre mis hombros, Richard y Max mantenían una pequeña sonrisa en sus labios y yo no comprendía porque.
-¿Qué paso? ¿por qué todos estan felices?
Los tres comenzaron a reír. Y Lucas señalo con el dedo índice una chica nueva, jamás la había visto.
-¿No es hermosa?
Yo asentí con la cabeza, no porque la encontrara hermosa sino porque tenía que hacerlo. Era de estatura mediana y un cuerpo bastante delgado, podría apostar que era anoréxica. Su cabello era castaño y le llegaba justo a la altura de la cintura.
-Es la futura novia de Max.
Exclamo Richard entre carcajadas.
-¿Por qué la futura novia de Max?
Pregunté separándome de Lucas, quien enseguida retiro su brazo de mis hombros.
-El la vio primero.
Richard se encogió de hombros y Max me observo.
-¿La querías tú Thomás?
Negué de inmediato ante la pregunta de Richard. Max volvió a girar la cabeza en dirección a la chica.
-¿Por qué no le preguntas él nombre?
Max asintió y se alejó del grupo, yo simplemente le observaba casi atónito, ¿realmente estaba haciendo eso? Lucas y Richard intercambiaban palabras mientras Max le hablaba a la joven y yo me consumía por dentro.
-Creo...creo que entraré al salón.
Ambos me miraron.
-¿No esperaras a saber el nombre de la chica?
Yo negué y me aleje de ellos, caminé hasta el salón y me quede ahí. Nunca me habían lastimado de esa forma. El timbre sonó y todos tenían una lucha por ingresar al salón, se amontonaban en la pequeña puerta de entrada. De los últimos entro Max, y de inmediato se fue a sentar a mi lado.
-¿Estás enojado?
Murmuró observándome.
-¿Por qué fuiste a hablarle?
-Tenía que hacerlo.
-No, no tenías necesidad de hacerlo.
-Lo siento.
Tomo mi mano y yo la solté de inmediato.
-Lo siento Thomás, enserio lo siento.
-Cállate, llego el profesor.
-No me importa, necesito que me disculpes.
Tomé mis cuadernos y me cambie de asiento, el simplemente me observó, yo no quise ni siquiera mirarle...y así pase el resto del día, sentado en el último puesto de atrás.

Rompiendo reglas |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora