Capítulo 4:
"Las únicas lagrimas permitidas son las de felicidad".
Solo quería sacarlo de mi cabeza, hubiera dado cualquier cosa para no pensar en él de la forma en la que lo hacía. Ni siquiera sabía el momento exacto cuando mis ojos comenzaron a observarlo de esa manera, cuando mi respiración comenzó a hacerse más pausada, y mis latidos más rápidos, jamás me había sentido de tal manera, tampoco j...amás me habría imaginado que me enamoraría de Max, realmente jamás lo hice. Me quede sentado en la orilla de la cama durante toda la tarde, ¿qué hacía? pensar en el sueño que tuve, parecía tan real...casi pude sentir sus dulces labios sobre los míos, era como si nuestras respiraciones se hicieran una, al igual que nuestras emociones. Pero eso no era más que un sueño, y nunca se haría realidad. ¿Yo quería que se hiciera realidad? la verdad, no tengo ni la menor idea...una parte de mí quería dejar de pensar en Max y la otra quería tenerlo ahí, a mi lado. Hubiera deseado ser como otros gays, esos que le cuentan a todo el mundo acerca de su homosexualidad, esos que sí les gusta un chico lo besan y listo. Pero no, yo era yo y eso no iba a cambiar.
-¡A cenar!
La aguda voz de mi mamá traspaso la pared de mi habitación y llego hasta mis oídos, no tenía ganas de comer, pero tenía que hacerlo. Me puse de pie y abandone mi cuarto, baje las escaleras casi corriendo y tomé el asiento que me correspondía, arroz con pollo. La misma cena de hace tres días.
-Hijo, ¿a qué había venido Max?
Deje la cuchara a un lado y observé a mi mamá.
-Quería que fuéramos a ver una película...pe...pero yo no tenía ganas.
Le di un corto sorbo al vaso que se encontraba junto a mi plato, era jugo de naranja.
-¿Max? ¿El rubio?
Preguntó mi padre y yo asentí.
-Menos mal que no fuiste, ese chico es gay.
Me puse tan rojo como el mantel que cubría la mesa esa noche, ¿cómo sabía eso mi padre? En realidad, Max no tenía pinta de gay...había tenido una que otra novia, para mí era un chico heterosexual.
-¿Por qué dices eso?
-¿No ves la forma en la que actúa?
Dijo mi padre y mi hermano Martín agrego:
-Intenta ocultarlo pero se nota bastante.
Todos quedamos en silencio nuevamente, no tenía ganas de seguir escuchándolos. Pero, ¿sería verdad? Sí era así, era algo bueno...o tal vez no tanto, pero de todas formas era algo que me favorecía, claro sí Max se fijaba en mí, lo cual dudaba. ¿Se entiende lo que intento decir? Espero que sí, porque en ese momento yo no lo entendía, y es difícil explicar algo que ni tú mismo entiendes.
-Permiso, iré a dormir.
-Buenas noches, Thomas.
Dijo mi madre y la mirada severa de mi padre me detuvo, él también tenía algo que decir.
-Recuerda lo que te dije, aléjate de ese chico.
Subí las escaleras hasta mi habitación, me imaginé que hubiera pasado si mi padre sospechaba que yo era gay, aunque creo que lo hacía. De todas formas no me importaba, no era algo que le incumbiera a él, ni a mi hermano, y mucho menos a mi madre. Me puse el pijama y me acosté a dormir, en realidad deseaba con todo mí ser poder volver a soñar algo parecido a lo anterior. Pero no fue así, llego la mañana siguiente y me desperté por él molesto sonido de mi alarma. Me di una ducha rapidísima, no más de 10 minutos bajo la regadera. Mis ojos necesitaban observar a Max, aunque fuese de lejos, pero necesitaba hacerlo. No desayune, tampoco me despedí de nadie. ¿Han sentido esos deseos por hacer algo y dejan de hacer otras cosas solo para cumplir con su objetivo? bien, eso me estaba pasando. Creo que me iba bastante temprano porque no veía más que unos tres jóvenes vestidos con el uniforme de mi escuela, no los conocía porque de seguro pertenecían a otro curso. Apresuré el paso, llevaba la mochila al hombro y el frío de la mañana me tenía congelado, estaba temblando pero ese no era un impedimento para llegar, ¿y si Max no estaba? algo me decía que sí...él llegaba 25 o 30 minutos antes que todos, ¡quedaba poco! Solo unos pasos más y llegaría, cruce la calle y luego el portón de la escuela, mis ojos enseguida captaron a Max, él estaba sentado donde siempre, en el tercer escalón de la escalera que guiaba a las salas de los alumnos menores.
-¡Thomas!
Me encamine hasta donde estaba él y le sonreí de inmediato, por alguna razón tenía la pequeña esperanza de que Max fuese gay. Quizás por ese motivo ansiaba tanto poder estar junto a él.
-¿Cómo estás, Max?
-Bien, hoy llegaste más temprano de lo normal. ¿Por qué?
Infle mis mejillas y exhale el airé que había retenido en ellas.
-No lo sé.
Él dejo escapar una fuerte risa por entre sus labios, se veía diferente, o yo lo veía diferente. ¿Qué diablos estaba pasando?, no importaba, yo estaba feliz. Supongo que conoces ese sentimiento, ¿no?, cuando nada más importa...solo esa plena sensación que invade tu cuerpo. La palma de su mano dio un suave golpe en el espacio libre que quedaba del escalón, ¿me estaba invitando a sentarme? ¡Claro que sí! Y así lo hice, me senté a su lado pero no le mire, realmente estaba nervioso.
-¿Qué te pasaba ayer?
Su mano busco la mía, Max jamás había tomado mi mano, pero se sentía bien, bastante bien. La verdad no era un tomado de manos, el simplemente puso la suya sobre la mía. Seguí sin mirarle, mi mirada se encontraba fija en el árbol que estaba a solo unos pasos de nosotros.
-Nada, me sentía un poco mal.
Al responder eso sus dedos se metieron entre los míos, mi mano se encontraba atrapada, me sonroje de inmediato. Pero me quede inmóvil, no quería que me soltara.
-¿Seguro?
El pregunto y yo asentí.
-¿Te molesta que tome tu mano?
Yo negué y ambos quedamos en silencio.
-Tengo frío, ¿tú tienes frío?
Asentí con la cabeza ante su pregunta, me encontraba congelado, y no solo por el frío. No podía hablar, ¿les ha pasado, verdad? Algo retiene tus palabras, las piensas pero no las dices. Sus dedos se separaron de los míos y luego también su cálida mano. ¿Hice algo mal?, mi pregunta fue respondida de inmediato cuando sus brazos rodearon mi cintura. ¿Por qué hacía eso?, realmente no entendía nada. Tal vez se había dado cuenta de mi atracción hacía el, o quizás era un simple abrazo de amigos, pero yo no lo sentía así.
-¿Te molesta que te abrace?
Yo volví a simplemente negar con la cabeza, no me molestaba en lo más mínimo. Pero sí se me hacía bastante extraño que lo hiciera, esto se sentía más real que en mi sueño, y mucho más lindo. Entonces imaginé como sería besarlo, y también como sería caminar juntos de la mano, y también como sería abrazarnos siempre, y como se sentiría que él me dijera "te quiero". Imaginé muchas, muchas cosas...era realmente lindo ese sentimiento que comenzaba a recorrerme, estaba feliz.
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Rompiendo reglas |Terminada|
RomanceDesde que nací vengo escuchando la palabra "normal", pero... ¿Quién podría explicarme que es realmente ser normal? Esta historia es chico x chico, así si no te gusta no leas. ___________________________________ Esta novela NO es mía. La autora se ll...