13. El Dios Olvidado

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 Jin estaba atrapada y esta vez, no había forma de escapar. Rin se acercaba lentamente hacia ella encerrándola junto a sus otras copias. La niña por su parte, buscaba exasperada un escape ante esa situación. En ese momento, recordó los viajes que había realizado hasta llegar hasta ahí.

-Tú eres aquel ser.- Dijo llamando su curiosidad. -Tú fuiste derrotado en aquella batalla ¿Por qué?-

-No entiendo que quieres decirme.- Respondió retrasando así, la ejecución de la chica.

-¿Por qué luchabas?- Preguntó tratando de conectar los puntos y ganar tiempo.

-Eso no es importante ahora.- La interrumpió claramente con la intención de evitar el tema.

-Era tu hermana, aún lo recuerdo.-Ahora, Jin se acercaba hacia aquel demonio. -¿Por qué luchabas contra ella?-

-¿Para qué buscas saber eso? No te salvará de esta situación.- Para este punto, se notaba algo de nerviosismo en el tono de Rin.

Esta criatura parecía que detestaba ese punto en su vida. Jin, al ser tan perceptible, se dio cuenta con mucha facilidad de este factor. Usando ese dato a su favor, la niña consiguió algo de tiempo para pensar en alguna forma de escapar.

Mientras aquella escena ocurría, el orfanato se había colapsado por completo. El mundo en sí, parecía un fondo con destellos de tonalidades azules y rosas a excepción de una gran mancha negra que se formaba en este. Jin sabía que no tenía mucho tiempo antes de que el lugar se consumiese por la oscuridad.

-No entiendes ni dónde estás parada ¿Cómo buscas escapar de un lugar que no comprendes?- Argumentó alzando la voz.

-Este lugar... es mi mente ¿No?- Al lanzar aquella afirmación, una incomodidad se hizo presente en Rin.

-Te tomó tiempo descifrarlo.- Afirmó su teoría. -¿Dónde más podría mantenerte cautiva?-

-Si esta es mi mente... ¿Tú eres producto de mi imaginación?- Dedujo mientras su miedo era desplazado por seguridad.

-Sería ilógico ¿Cómo un producto de tu imaginación podría hacerte tanto daño?- Para este punto, realmente no importaba lo que Rin dijera. Jin solo quería entretenerlo hasta poder hacer algo.

En ese punto, de Jin emergía una pequeña luz tenue. Aquel brillo perturbó a Rin haciendo que este se pusiera a la defensiva. El brillo sorprendió a la chica, pero no tenía miedo. Al entender un poco más el lugar, entendió más de sí misma.

-No puedes acabar conmigo, niña.- De su mano emergía una larga cuchilla negra. -¿Crees que por entenderte vas a acabar conmigo? Soy superior a ti y a cualquier ser pensante.-

Jin lo ignoró por completo mientras observaba curiosa el brillo que emanaba. Sus ojos se posaron sobre su acompañante mientras esta avanzaba lentamente hacia él. Rin no se movía en absoluto, sus copias se mantenían observando la situación inmóvil. La chica levantaba lentamente sus manos con la intención de tocarlo.

-Ni se te ocurra...- Se colocó en guardia mientras la chica no detenía su marcha.

Rin ahora no sabía qué hacer. Jin había tomado el control de la situación. Realmente la chica no sabía lo que estaba ocurriendo, pero con que su adversario estuviera asustado era más que suficiente. La chica dedujo que era su mente puesto que cada orbe era una especie de recuerdo, pero ¿De quiénes eran aquellas memorias? Ella no pudo haber vivido aquellas vivencias. Pensó que estaba atrapada en su mente por algo más que solo un capricho de esta criatura. Fue en ese punto que ella entendió el propósito de estas curiosas orbes.

-Son tus recuerdos. Quieres ocultarme lo que ocurrió contigo.- Tras esas palabras, la psique de Rin parecía realmente afectada.

-No... ¡Aléjate!- Rugió haciendo temblar el lugar.

Corazón de HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora