17. La Oscuridad dentro de mí

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El reflejo continuaba moviéndose con total libertad y , hasta cierto punto, de forma burlona. Dicho espectro no parecía querer dañarla, por el contrario, era como si la invitara a acercarse. Por más que Jin estuviera tranquila, no era tonta, desconfió en todo momento de dicha invitación tan peculiar. El reflejo insistió, colocaba sus manos en el espejo y lo golpeaba suavemente con lo que parecían ser sus dedos. A pesar de ser escalofriante, la chica no podía moverse, no porque no quisiese, sino porque una fuerza la mantenía clavada al suelo. El reflejo, por su parte, seguía sin poder verse claramente, pero a diferencia de aquel monstruo, este no parecía tener intenciones siniestras. Finalmente, dio un paso hacia el espejo, un paso hacia lo desconocido. Tras esa acción, el reflejo se mantuvo inerte, curioso e impaciente; se notaba que quería que esto ocurriese, que Jin estuviera cara a cara con él.

-¿Qué quieres?- Le preguntó la niña. -¿Quieres que me acerque a ti?- Se animó a confrontarlo ¿Qué podía perder de todos modos?

El reflejo parecía estar impresionado, no esperaba que se animara a hablarle. Volvió a golpear el cristal con sus delicados dedos, lo golpeaba en una secuencia singular. Jin sabía que no iba a contarle nada, por lo que decidió dar otro paso al frente.

-¿No vas a hablar?- Volvió a preguntarle, solo para recibir silencio nuevamente.

No podía quedarse en esa situación más tiempo, pero no había otra salida de aquel lugar. Muchas ideas pasaron por la mente de la niña, de entre todas estas ideas, pensó en darse media vuelta y tratar de huir, ignorar aquel magnetismo del espejo e irse. Realmente parecía ser lo más sensato, sin embargo, había una pequeña piedra en su camino. Jin vio por el rabillo del ojo que, por más extraño que fuese, no se encontraba la salida por ningún lado. Debía de haber una puerta, de otro modo ¿Cómo Jin pudo entrar en aquella habitación? Pero la lógica no parecía aplicar para esta situación tan peculiar. Decidió dar otro paso más cerca y esto a su vez,  parecía intensificar los toques que realizaba el reflejo sobre el cristal. Volvió a dar otro paso, el ruido de aquellos toques aumentó, parecía que, en cualquier momento, el espejo se iría a romper en pedazos. Cuando finalmente el espejo estaba a centímetros de la niña, el reflejo se detuvo.

-... ¿Hola?- Preguntó inocentemente la niña

Sin previo aviso, el reflejo salió del espejo y sucumbió a la niña dentro de este. Jin cerró fuertemente los ojos, estaba realmente asustada. Cuando la niña abrió los ojos, se dio cuenta que había vuelto a la sala del castillo. No había cambiado absolutamente nada, los mismos muebles desgastados, las mismas cortinas destruidas y aquella iluminación tenue. No sabía exactamente qué había ocurrido, pero no quería quedarse más tiempo en ese trance. Sin saber que hacer o a dónde ir, optó por volver al baño. Cuando finalmente entró a aquel lúgubre baño, estaba ahí... el reflejo... mirándola inclemente. Jin volvió a acercarse y la escena fue la misma, el reflejo golpeando el cristal hasta que, de forma súbita, trajo a la niña de nuevo al espejo. Una vez más, se repitió aquel suceso, volvió a la sala, aunque esta era un poco más oscura que aquella vez.

-¿Qué está ocurriendo?- Se preguntó algo desesperada.

Volvió al baño casi como si supiera lo que debía hacer. El reflejo golpeaba el cristal, ella se acercó y este la volvió a llevar al espejo. Una vez más, la niña volvió a la sala, pero la iluminación era un poco más clara esta vez. Una vez más, volvió al espejo, era terca sin duda, pero sabía que algo andaba mal con este.

-¿Volverás a hacer lo mismo?- Le preguntó al espejo, pero este no le respondía. -Estoy harta de que me torturen, quiero irme en paz.- Añadió, pero seguía sin obtener más que toques en el espejo.

Jin volvió dentro del espejo, volvió a aquella sala. Cuando todo esto ocurrió, notó que ahora la sala del castillo estaba completamente callada, muerto en un silencio insoportable. En ese momento, la chica dejó de ser tan impulsiva y evitó ir de nuevo al baño. Ella decidió sentarse en uno de los muebles y pensar ¿Qué era ese reflejo? Y lo más importante ¿Por qué la llevaba de nuevo a la sala? Anduvo así por unos minutos, vagando entre sus pensamientos, barajando sus opciones, pero todas eran las mismas, solo podía ir al baño.

Corazón de HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora