10.- El callejón del beso

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¡ He conseguido tantas bellas sugerencias!

¡ Gracias a Aries9322 por recomendarme esta triste pero hermosa historia del maravilloso México!

Espero sea del agrado mis queridos.💖

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Apenas sus balcones se topaban, el espacio era tan mínimo que podían tocarse con los dedos de un extremo a otro e incluso ver cuan profundo era el sentimiento desde las pupilas del ser amado.

Contaban las voces de quienes se conmovieron con aquella historia que hacía muchos años cuando el amor era retratado en cuadros como índice de que los pintores y poetas bohemios eran una raza extraña ilusionada, vivía un joven, único descendiente de un inflexible caballero que no creía en nada en los prodigios del dios coqueto del amor. El joven en cuestión cruzaba apenas el umbral de las delicias de una prometedora juventud.

No siempre sonreía contaban, pero hubo alguien que fue capaz de dibujar una discreta sonrisa en ese rostro atractivo que contrastaba con una corta cabellera oscura y un par de pupilas verde oliva. Ese afortunado, otro joven que era capaz de permanecer bajo lluvias pertinaces y soles calcinantes con tal de rozar así sea con la punta de su nariz, la blanca mano de su amado.

Galante el enamorado lo esperaba cerca de un templo y no dudaba en hacer todo por él porque sencillamente le parecía la criatura más terrenal y modesta que conocía en su vida...

—¡ Pequeña gaviota!—murmuró el castaño sonriente mientras el aludido pasaba con su acompañante que se había erigido como protector rumbo a la edificación en la que podían verse y sonreírse, Shura se lanzó a sus brazos soltando suspiros en el ropa perfumada del otro.

—¡Sé más discreto!—reprochó una vez que se separó de su cuerpo-no deseo terminar encerrado y no verte más...

—¿ Porqué eres pesimista?—reprochó mientras tomaba su mentón, el bonito color de sus pupilas brillaron más cuando sus miradas chocaron—nada más hermoso que cortejarte cuando te veo...¿ Acaso no aspiras verme cada día?

El padre del joven azabache había sido informado de tan inocente romance, iracundo como las tormentas que despedazan la tierra pactó un compromiso con un noble cuya fortuna salvaría de las garras del oprobio de ser señalado como " pobre" sacrificando la felicidad del atractivo joven que día y noche  charlaba con el viento cual invisible alcahuete trasladaba los besos que quería darle, besos que serían apasionados si se unían legalmente.

Desesperado por un infausto desenlace de su romance secreto, Shura tomó la decisión de escribir una misiva donde dejaría las huellas de su corazón sangrante por no poder cumplir con el sentimiento que solía ser costoso para muchos por la carga para un enamorado. 

" Estoy de pie tras la puerta de mi alcoba y solo logro morder mis labios por la impotencia al oír a mi padre negociar mi corazón como una baratija que puede ser intercambiado por prestigio.

Varias veces me han dicho que convivo con un ogro, yo no lo veo así... pero mi amor por ti es igual de sagrado que el profesado a mi progenitor. Cada tarde repaso con la yema de mis dedos el sitio donde tu fuerte e hidalga mano me toca sin lujuria alguna. Solo el día que atraviese contigo el umbral de esta alcoba tu mano explorará otras zonas y tu boca generosa deje mucho más que besos y mordidas, que siembre paraísos donde la frialdad jamás llegue.

No soy capaz de verte a los ojos después de esto Aioros, el callejón donde pretendemos burlar a mi padre tiene trampas y yo caí en una tal como un ratón... 

Cada noche amparado en la oscuridad crearé un rosario donde las palabras más sencillas serán mi caricia en tus mejillas y el beso en tus labios de buenas noches.

Te califican las buenas y malas lenguas como pizpireta, ellos dicen que tu caballerosidad es nada más un velo para detenerme y halagar a sabiendas de que te arriesgas a la ira de un progenitor que te tachaba de mal viviente.

Te amo más que nadie, más que cada mañana, tarde y noche despejadas.

Me inmolaré al fuego de la infelicidad con tal de no verte agonizante en alguna calle por mi culpa.

Llévame en tu vida por siempre".

Oculta entre los pliegues de sus ropas, el joven que acompañaba a Shura entregó la misiva a Aioros que no se quedaría de brazos cruzados y sacando del baúl de su alma la astucia supo a base de investigaciones que cerca de la casa de su predilecto existía un callejón tan estrecho donde hasta la luna sin pedir permiso podía colarse para esconderse de las traviesas estrellas.

Ansioso por tocar de nuevo esas manos, Aioros compró la casa y puso a prueba la cercanía de la misma con la de Shura.

Buscando oxigenar sus pulmones, el joven de cabellera de la noche se encaminó hasta el balcón mientras su confidente se quedaba afuera de la habitación ¡ Grata sorpresa lo esperaba!

Aioros risueño frente suyo. Atónito por la osadía de aquel hombre que amaba en secreto y en público, Shura no supo qué decir hasta la suave y corta risa del castaño que ataviado elegantemente estiró la mano derecha para estrechar la suya y agacharse levemente ignorando la lamparilla cerca de su rostro besó su diestra causando un violento sonrojo al contrario.

—Ahora debería raptarte aprovechando esta distancia ínfima, ningún conde ni rey me separará de ti, gobiernas mis sentimientos y mi raciocinio...

El mal trago de saberse pieza de intercambio entre su padre y ese otro pretendiente fue reemplazado por una conversación afectuosa donde las adulaciones inocentes fluían como un riachuelo recién descubierto.

¡ Cruel destino que vino disfrazado de gritos y maldiciones violentas!

Un atronador golpe, airado el progenitor al enterarse de algún mal viento que su hijo coqueteaba con aquel petimetre como lo etiquetó, no dudó en dar un puntapié al confidente y protector de Shura que con su preciosa vida se interpuso siendo echado al suelo sin compasión alguna y ante el reproche instalado en las fieras pupilas de Shura asestó el cruel metal con alevosía en su pecho hundiéndose, desgarrando la carne suave y  matando en el acto el músculo que latía gozoso por  Aioros.

Demudado por el horror, espantado por tal crimen sin perdón, Aioros sostuvo la mano de Shura que desangrandose no lo soltó. Sus labios mudaban su color, su tez blanca flaqueaba y el asesino enloquecido se arrastraba como un vil gusano con el criminal metálico goteando lágrimas carmesíes.

Sus pestañas ya se cerraban, un gorjeo lastimero se asomó en la garganta del castaño que entendiendo el final de su historia de amor, besó esa mano ya fría para soltarla y dejar que Thanatos arropara el alma de aquella gaviota que encarcelada en su jaula en vida, volaba siguiendo el rastro de algún lucero que se apagaba.

—¡ Ve amor mío! ¡ Amaste tanto como yo te amé!—lágrimas de impotencia bañaban su atractivo y varonil rostro—seré tu caballero galante hasta siempre.

Dicen que él no quiso a nadie más que a ese joven asesinado por los celos y rabia de un padre, conmovidos quienes supieron de tal lamentable suceso decidieron inmortalizar aquella historia narrándola de generación en generación.

Los enamorados buscan ese sitio para confirmar sus romances sin olvidar aquellos enamorados que amaron inocentemente...

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Me despido desde mi pequeño rincón de la ciudad de Guayaquil deseándoles una buena noche y ya saben su servidora presta para todo.😘


Relatos [Sagicornio] Finalizada  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora