Capítulo 7: Información a medias

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Pre:

Lamento la tardanza,fue una semana difícil y a penas tuve tiempo pararevisar el capítulo. Pero ya estoy aquí y con alegría les dejo el capítulo 7, disfrútenlo.


-.-

Tanjiro quiere a su amigo, pero estaba a un paso de arrepentirse de salvarlo. Solo mirarlo allí, recostado sobre el regazo de su inocente e incauta hermana le daba ulcera. Nezuko siempre fue amable y considerada, por lo que no se daba cuenta de las intenciones de Zenitsu... pero Tanjiro lo conocía bien y la expresión de su cara lo decía toco.

- ¿podrías quitarte de las piernas de Nezuko? –

- Tanjiro mezquino... ¿por qué no me dijiste que tenías una hermana tan linda? – aun con algunas vendas en su rostro abrazaba a la omega, quien le sonreía. Tanjiro lo iba a matar...

- porque das asco cuando se trata de mujeres –

- ¿¡qué clase de amigo eres!? –

- el que te dice la verdad... ¡ya deja a Nezuko en paz! –

Habian pasado cinco días desde el incidente, cinco días en que Zenitsu se encontraba en esa casa, cinco días en que Giyuu no había puesto un solo pie allí. El mayor de los Kamado no era idiota, estaban llamando demasiado la atención y de seguro le habían causado más problemas al Pilar... aunque le aseguraron que no tenía nada de qué preocuparse, para Urokodaki era difícil tratar de apaciguar la preocupación del omega, esquivando cualquier pregunta y haciéndose el loco por ratos.

Afortunadamente los niños ayudaban a mantenerlo ocupado.

- oh... Sabito, sigues aquí – Urokodaki iba a la escandalosa sala cuando unos ojos purpuras le sorprendieron - ¿no tenías que trabajar? –

- bueno... estoy en algo así como una clase misión -

- Giyuu te mando a echar un ojo – concluyo, al parecer Kamado no era el único paranoico de esa casa.

- es un pesado – soltó con fastidio – me amenazó con hacer que me den de baja... ese tipo de cosas no son muy honorables que se digan – Sabito estuvo a punto de quejarse del abuso de poder que su hermano adoptivo estaba ejerciendo. Ese omega lo estaba volviendo realmente loco.

- bueno, estas a tiempo para la cena –

- ¿no cenaras en tu cuarto? –

- no... últimamente aprecio más la compañía – Sabito sonrió y siguió al viejo, la presencia de los Kamado habían derrumbado varias murallas en ese hogar, Urokodaki era uno de los que habían caído inevitablemente.

El alfa estaba contento con eso... si era honesto, la razón por la que evitaba esa casa era justamente los niños Kamado, todo lo referente a niños le ponía nervioso y le hacían sudar. Pero aquellas risas y el buen ánimo del viejo le hicieron pensar que no podía ser tan malo.

Hasta que dos pares de ojos se le quedan viendo fijamente.

- ¿wien eres? –

- si... ¿wien eres? –

Los pequeños rubios de lenguas enredadas le miraron con ojos acusadores, como si fuera un intruso en su territorio. Pero claro, Sabito solo conocía a los niños por los cuentos del viejo y de Giyuu, no se había presentado formalmente a los Kamado. Así que si... era como un intruso.

- él es Sabito-san... es un amigo de Tomioka-san – explica el pelirrojo.

- ¿Toka-san? – pregunta uno.

:Corazón Resiliente:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora