Capítulo 13: Los Pilares

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Era algo sin precedentes, nunca antes la capital del Sur se había visto involucrada en un ataque terrorista. Si estaban en guerra, pero los conflictos jamás tocaban la capital y eso era gracias a la gran fuerza militar... los Pilares más que todo.

Así que las horribles historias de la guerra, para la gente de la Capital era tan solo eso, historias... Lo que ocurrió fue un evento menor que solo afecto una pequeña parte de la capital. Sin embargo hubo víctimas y muchos testigos, aunque las circunstancias se controlaron, fue inevitable que el pánico se esparciera.

Las personas tenían miedo ya que hubo sangre, hubo peleas y asesinatos... lo que ocurre en una guerra, pero para las personas que no están preparadas para ello es una verdadera calamidad.

La gente no se sentía segura por lo que era momento de demostrar fuerza... es allí donde entraban los Pilares. Las nueves personas más fuertes de ese país.

Fuertes y arbitrarios.

- son espías... el ultimo que se encerró fue recuperado por su gente... no cometamos el mismo error con este y ejecutémoslo – en muchos casos autoritarios a sus ideales, sin pensarlo demasiado.

Rengoku Kyojuro el Pilar del fuego, era la viva imagen de un Pilar arbitrario, con sus ojos dorados y cabellos como llamas, tenía una energía excesiva con sus palabras y acciones, tal como debería ser un alfa joven y enérgico.

- estoy de acuerdo... debería ser algo vistoso, para dejar un mensaje - la brillante sonrisa no ocultaba su deseo de darle una solución más radical al conflicto – esto ser el ejemplo, su ejecución debe ser publica, para que otros como él no se atrevan a hacer lo mismo.

Tenge Uzui no veía un escape de ese final, solo debían discutir el método. Siendo uno de los Pilares más experimentados que existían, siendo superado solo por el gran Gyomei Himejima. Era alto, más que un alfa promedio, fuerte, un físico bastante robusto y una cara inesperadamente atractiva para ser un soldado de guerra, sin una sola cicatriz... con un ego casi absurdo, no era de esperar que no fuera indulgente con la situación.

Una situación que había escapado de las manos de Kocho y de Tomioka.

Dos civiles que habían peleado con la banda, el testimonio de una niña que lo había visto todo y que estaba a salvo gracias a uno de ellos. Otros que no pudieron evitar decir que los del norte habían sido traicionados por ellos mismo. Una situación nada clara. Nadie sabía de Inosuke Hashibira, así que lo pusieron en custodia inmediatamente... pero Kamado Tanjiro, el otro civil... era algo más complicado.

- aun... aun no lo sabemos – dijo bastante cohibida, aun no se acostumbraba a estar parada entre los Pilares, después de todo era la adquisición más reciente. Una alfa más.

Aunque Mitsuri Kanroji era una de las pocas mujeres que le había sido otorgado el título de Pilar, ella discrepaba de muchas de las acciones de los Pilares recientes. Como el de sentenciar sin averiguar nada más de un pobre chico, que lo único que había hecho era salvar a una niña, a pesar de ser encontrado con una espada nichirin.

Las cosas a partir de allí habían ido a peor, tanto Hashibira Inosuke como Kamado Tanjiro habían sido puestos bajo custodia de la policía local, Tomoika no pudo hacer absolutamente nada, habían testigos que vieron a Tanjiro no solo usar la espada, si no también moverse y luchar con experiencia.

- no hay registros en el ejercito de ninguno de los dos, pero tenían espadas nichirin a juego, están obviamente vinculados... aquellas espadas son hechas por artesanos especiales, hechas solo para los del ejército, si no son del sur, solo quedan ser del ejercito del norte. No hay más pruebas que eso, es mejor matarlos de una vez para ahorrarles la deshonra – junta sus manos con tono triste en su voz, no le gustaba tomar la opción más drástica, pero Gyomei Himejima haría cualquier cosa en nombre de la paz.

:Corazón Resiliente:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora