Sus respiraciones subían y bajaban, el sudor recorría todo su cuerpo mientras la adrenalina permanecía en su sangre.
Ambos estaban uno frente al otro, mirándose de manera amenazante. Los cuerpos de los alfas más débiles en el suelo, algunos con golpes y algo maltratado, otros noqueados, pero nada más grave de allí... no quedaban ninguno que pudiera pelear a parte de ellos dos.
Inosuke tenía que reconocer que ese sujeto era fuerte, había lanzado y noqueado a muchos con un solo brazo... casi vence a tantos como él, y dice casi, porque era obvio que él era mejor.
- ¡devuélveme a Monitsu!... o juro que te arrancare esa mata de cabello para que quedes totalmente calvo – el olor se volvía cada vez más intenso, sabía que mientras Zenitsu estuviera más tiempo en el celo sin ningún tipo de consuelo sería más difícil para el ayudarlo.
Si tan solo ese gran idiota se muriera de una vez.
- no llegaras al omega – no dudo ni por un segundo.
Sus pupilas pequeñas y negras se fijaron en aquel alfa, era más pequeño que él, sin embargo era por mucho la persona más salvaje que él hubiese conocido, sus movimientos ridículamente flexibles, era absurdamente fuerte de una manera extraña.
Él conocía la naturaleza de un alfa, no dejaría que nadie tocara a un omega en esas condiciones, un celo era un estado en el que el omega no estaba en si, por que era vulnerable, aun que deseen tener sexo para saciar su instinto reproductivo no significaba que estuvieran de acuerdo con hacerlo con cualquiera que se les cruzara por al frente y existían muchos alfas que se aprovechaban de esa situación... tomar a un omega en su celo sin su consideración no era muy diferente de una violación.
Por eso el no dejaría que ningún alfa le pusiera ningún dedo encima a ese omega.
Por más que Zenitsu escuchara aquel estruendo no podía siquiera ponerse de pie, se sentía realmente mal, el calor le envolvía todo el cuerpo como si estuviera dentro de un verdadero horno.
A penas podía recordar lo que pasó... ese extraño té tenia hierbas extrañas que hicieron que sus feromonas comenzaran a aflorar, haciendo que todo se fuera a la mierda. Aquel joven y estúpido alfa creyó que lo estaba incitando algo, insinuándosele, Zenitsu le dijo que no, pero intento forzarlo, tratando de quitarle la ropa, incluso le daño su haori el muy mal nacido. Se defendió, tumbándole un par de dientes... hasta que su estúpido celo apareció.
Creyó que iba a ser su fin, todos los alfas allí llevaron su atención a él, el omega en celo, no sabía dónde meterse para poder escapar.
Sería estúpido no estar asustado... lo estaba, estaba realmente asustado. Lo estaba desde que había traído a esa pequeña a la vida, tenía miedo de esa niña, de lo frágil que era y de que podía arruinarlo todo, tenía miedo de esa marca que latía constantemente día a día, de que en algún momento dejara de latir y el muriera de tristeza... o peor, que en algún momento él se apareciera.
A penas pudo ver a través de sus húmedos ojos, no supo cuándo comenzó a llorar.
Entonces apareció ese sujeto... con su casi dos metros de alto y cien quilos de musculo termino golpeando a casi todos los sujetos que intentaron aprovecharse. No sabía porque, ya que no lo conocía de nada. Tampoco sabía quién era...Pero lo cierto es que estaba aliviado de cierta manera.
Pudo ver tras la figura de una enorme espalda, una estúpida mascara de cerdo y escuchar claramente al idiota más grande que hubiera conocido en toda su desdichada vida.
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:Corazón Resiliente:
RomanceCuando se ha sufrido tanto solo se tienen dos opciones, una es derrumbarse a las desgracias de la vida... y la otra es la más difícil de todas, la otra es solo para los valientes. Por qué luchar por lo que quieres aun a pesar de las desgracias es al...