Tanjiro respiraba profundo, aguantando el dolor de su pecho, de seguro tenía unas costillas rotas.
Cuando Enmu le ataco, lo golpeo tan fuerte que terminó arrastrándose para escapar de él hasta casi caer cerca de los rieles, se golpeó con una barra de metal tan fuerte que perdió el aliento. Si no fuera alguien entrenado de seguro su cuerpo estaría siendo destrozado por el metal caliente... su única oportunidad de escapar fue subirse al techo a ver si lo podía perder.
Pero Enmu lo siguió.
El viento golpeaba contra su cara con violencia y el techo bajo sus pies temblaba a cada segundo, el solo podía sujetarse con fuerza de las ranuras mientras que el otro le miraba con rencor.
Enmu no mostraba con frecuencia sus emociones. Pero en ese momento, viendo a ese chico frente a él le daba tanto coraje que le gustaría lanzarlo del tren y que los rieles partieran su cuerpo en millones de pedacitos.
Pero no lo haría, sería una muerte demasiado rápida.
Al principio ninguno de los dos pudo reconocer al otro por el estruendo, pero Tanjiro conocía esas marcas en el rostro y esa piel de color extraño, ese omega era uno de los macabros experimentos del norte. Enmu era demasiado nuevo para conocerlo, muchos hablaban de él entre los pasillos y a espaldas de Muzan-sama, esos pendientes Hanafuda... era ese omega.
- eres... a quien Muzan-sama busca -
- Y tu uno más de sus desagradables títeres – se sujeta con las uñas de aquellas ranuras, era difícil tener equilibrio en el techo de un tren que se descarrilaría en cualquier momento.
- no mereces el favor de Muzan-sama – sujeto con fuerza el borde, la furia siendo su motor para avanzar.
- prefiero morir antes de recibir su favor – Tanjiro se puso de pie finalmente, no tenía armas ni nada con que defenderse, pero no dejaría que aquel sujeto se saliera con la suya.
Una explosión suena, estremeciendo el tren a sus espaldas, otro vagón se incendiaba.
- ¿sabes?... Muzan-sama no merece a un sujeto como tú, quien cayó en brazos del enemigo – mira de nuevo al rostro de Tanjiro y se mofa incrédulo – ese Pilar es capaz de quemar el tren para encontrarte – es tan rápido que el menor no puede ver cuando se acerca sino hasta que lo tiene en la punta de su nariz. Sujeta el rostro del menor con algo de fuerza, enterrando sus uñas en aquella mejillas – iba a llevarle un Pilar a Muzan-sama... pero estoy seguro que si te llevo a ti estará más agradecido –
-.-
- ¡juro que no se!... ¡yo no vi nada! – Rengoku alzo al pobre hombre hasta que sus pies no pudieran tocar el suelo a pesar de sus heridas. El solo estaba cumpliendo la misión de llevar a ese omega a la sala, no sabía quién era el sujeto del norte, Hairo no le confiaba a cualquiera la información.
Pero el Pilar le tenía cierto recelo, por que pudo reconocer su olor sobre Tanjiro, de solo imaginarse que ese insignificante alfa toco al Kamado inapropiadamente lo sacaba de sus casillas.
- no es muy difícil... solo tienes que decirme lo que sepas antes de que te arranque un brazo – una vena se estaba asomando en su frente mientras sujetaba con fuerza el mango de su espada. – es imposible que no hayas si quiera visto por donde se fueron –
- creo que en este momento es irrelevante su ubicación... el tren se está por descarrilar, hay civiles y jóvenes militares a su cargo que no tienen idea de lo que pasa... – el capitán que parece tener la mente en frio, habla a Rengoku con mucho respeto y seriedad. – la vida de uno no vale más que la del resto... Rengoku-sama, tiene que detener el tren -
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:Corazón Resiliente:
RomanceCuando se ha sufrido tanto solo se tienen dos opciones, una es derrumbarse a las desgracias de la vida... y la otra es la más difícil de todas, la otra es solo para los valientes. Por qué luchar por lo que quieres aun a pesar de las desgracias es al...