Capítulo 18: Tren de escape

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Tanjiro ni siquiera pensó en alguna otra posibilidad... Inosuke y el encontrarían a Zenitsu y lo regresarían.

Sin ayuda, sin escándalos, como si nada hubiera pasado.

Eso sería lo mejor.

Por eso se encontraba siguiendo a su nariz por todo el centro de la capital, pasando a través de la gente y corriendo lejos de los tranvías, siguiendo el ligero aroma de Zenitsu.

Se detuvo finalmente en frente de un gran edificio, en donde el rastro del rubio iba desapareciendo...

- ¿¡que se supone que es eso!? – era grande, ruidoso y sacaba humo, Inosuke jamás había visto algo tan grande en toda su vida. – atrás Gompachiro... puede ser peligroso –

- no es lo que tú piensas Inosuke... de seguro Zenitsu está allí -

- ¿Monitsu está allí?... ¡¿Qué esperas entonces?!... hay que ir por el – claro que para ese punto no habría nada que pudiera detener al jabalí. Tanjiro lo sujeto y empujo a una esquina, estaban comenzando a llamar la atención.

- hay demasiados militares en este lugar... tenemos que... – se detuvo, tomando en cuenta de algo que no noto antes – Inosuke... ¿Qué se supone que es eso? – pregunto, apuntando el pecho del menor.

Inosuke se miró el torso, no viendo nada que llamara la atención en particular, solo que seguía sin camisa y la bebe de Zenitsu se mantenía calladita en su pecho mientras era sostenida por una especie de canguro improvisado hecho con una sábana.

- mi secuas número siete – dijo muy seriamente.

Tanjiro estuvo un tiempo en silencio... procesando la información.

- ¡Inosuke!... ¡¿Por qué te la trajiste?! – Exploto - ¡tan solo tiene una semana de nacida!... ¡¿Cómo se te ocurre sacarla?! ¡Rápido dámela!... tengo que regresarla – el omega comienza hablar bastante rápido y molesto a lo que el más alto niega repetidas veces, zafándose.

- no... Monitsu tiene que verla – cuando al alfa se le metía algo a la cabeza era difícil hacerlo desistir, Inosuke estaba totalmente convencido de que el problema era Monitsu y su cobardía – Monitsu tiene que enfrentarse a su mini cachorra y enseñarle quien manda... no puede dejar que esto le gane – con esto se refería a la pequeña bebe.

La lógica de Inosuke era primitiva.

Tanjiro se lo pensó por un segundo y las palabras de Inosuke no parecían ser tan descabelladas.

- ¡Inosuke detente!– el alfa corrió, persiguiendo sus instintos para encontrar a Zenitsu – ¡devuélvela Inosuke! – Tanjiro no tenía la menor idea de donde el alfa sacaba todas esas estupideces... ¿Cómo se había hecho el canguro? ¿Y cómo es que no se había dado cuenta que cargaba la bebe desde la casa? – INOSUKE JURO QUE TE MATARE SI TE ATRAPO –

Y por primera vez la naturaleza amable y cándida del omega había sido superada.

-.-

Su cuerpo temblaba de solo recordarlo, después de todos esos días en cama podía sentir esa sensación tan desesperante como si la hubiera dado a luz tan solo hace unos minutos. Ni siquiera ahora, que estaba tan lejos aquella sensación desaparecía.

Porque un vínculo no era tan sencillo de romper.

Se ajustó su haori, asegurándose de que nadie viera más de lo necesario, había mucha gente en la estación y estaba seguro que su rastro se perdería tarde o temprano... esperaba que todavía creyeran que seguía en esa habitación.

:Corazón Resiliente:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora