Capítulo 11: Marca de posesión

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Estaba fuera de sí, sus sentidos se dispararon en un segundo, aquel niño estaba lastimando a su Ryoka. Sin importarle que el atacante tan solo fuera un niño, sujeto el mango de la espada con fuerza. Nadie, el no dejaría que absolutamente nadie le pusiera un dedo encima a ninguno de sus hijos.

Lo pateo por el estómago tan fuerte que rodo a más de cinco metros de distancia, una vez que le había quitado esa alimaña de encima se acercó preocupado a Ryoka, tenía los ojos cerrados y por más que lo movía no reaccionaba. ¿Qué le había hecho?

- Ryoka... Ryoka... - sus ojos se aguaron en preocupación, acerco su oído al pecho, sintiendo como subía y bajaba en una lenta respiración... aún seguía con vida – solo se desmayó –

Rui se levantó del suelo con una cara muy molesta, definitivamente no había visto aquello venir. Primero un estúpido niño intentaba vencerlo y ahora venía un omega, un simple omega a defenderlo... pronto la rabia se apodero de él.

Tanjiro sujeto entre sus brazos al peli negro dispuesto a salir de allí, estaba invadido de culpa, porque si él no hubiera insistido en regresar entonces Ryoka no hubiera salido lastimado.

Aquel chiquillo se había puesto de pie. Tanjiro estaba en conflicto, no quería tener que pelear con un niño, no era algo muy justo que se diga. Sin embargo ese supuesto "niño", no daba la sensación de ser uno, podía detectar sus feromonas a esa distancia... lo cierto era que aquel niño olía a un alfa adulto.

El pelirrojo sujeto la nichirin con una mano y con el otro brazo carga a Ryoka.

- ustedes dos... me hicieron molestar -

-.-

Kocho atraviesa la garganta con una fina espada, haciendo un hueco en el fino cuello, escupió sangre mientras se retorcía de dolor, aquella mujer le miraba con odio y rabia en sus últimos segundos de vida. lo que recibía era una sonrisa, una bonita y cruel sonrisa.

- Kocho-sama... aquella mujer nos servía para el interrogatorio –

La mayor sacude la espada y la vuelve a meter en la vaina.

- no me interesa interrogarla para que desaparezca misteriosamente... además, no nos servirá de mucho si está marcada – con la punta de su arma levanta un mechón de cabello cerca de su nuca, revelando una profunda y desagradable mordida – quien haya hecho esta mordida no es un alfa común... esas marcas son de posesión y de seguro ella sufrió mucho al tenerlas. Capaz y la silencio con la voz de mando, no sabemos... pero no se deshagan de su cuerpo – justo a su lado pasaba la otra chica con cara bastante pesimista casi como si no le importara ser esposada – ella por otro lado, puede sernos útil –

El resto de los Kakushu volvían a tomar el orden en el mercado, atendiendo a los civiles lesionados, la mayoría parecía estar bien, salvo unas marcas en varios sitios de su cuerpo, todo parecía estar en orden... aquello fue bastante fácil, tal vez demasiado. Alguien había hecho un verdadero espectáculo solo para que sean atrapados tan fácilmente... algo no andaba bien.

El centro fue tomado con poca resistencia, aun que aun buscaban a los otros tres miembros de la banda que eran más peligrosos según los testigos, miro la cabeza de uno de los ciudadanos, desperdigada por el suelo como si de una sandía aplastada se tratara... no se quería ni imaginar el tamaño del sujeto que hizo eso.

Afortunadamente no era la única encargada en esa misión.

-.-

- NO NESECITABA DE TU AYUDA – Inosuke pataleaba y sacudía, fue amarrado de un árbol como piñata después de intentar golpear al alfa que había vencido a su oponente, se suponía que él era el más fuerte y venia ese alfa a interponerse en sus planes. – YA VERAS... TE VOY A MATAR- Inosuke estaba dispuesta en dejar en claro que el más fuerte allí era él.

:Corazón Resiliente:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora