Capítulo 22: Te encontré

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- ¿Por qué estás tan seguro de que Enmu asesinara al Pilar? – Doma normalmente no era interrumpido en sus aposentos, no creía ser del agrado de alguien como para ser solicitado.

Pero allí estaba Akaza, con su ceño fruncido y sus preguntas insolentes.

Abrió su abanico con clase y se estiro en el futon donde posaba casi que todo el día para escuchar y responder preguntas estúpidas como esa.

- no... realmente creo que morirá – comento como si nada.

Doma conocía su mercancía mejor que nadie, sabía que ese niño era demasiado tonto como para lograr tal hazaña, era como una flecha tirada a ciegas, simplemente esperaría que llegara o no al blanco. Si lo lograba y quedaba en el centro, tendría el mérito y si no, le importaría muy poco, ya que no invirtió ni tiempo ni esfuerzo.

- entonces... ¿Por qué lo dejaste ir? –

- porque ese niño me estaba encrespando los nervios... - sus ojos se achicaron en una sonrisa – no hacía más que hablar sobre complacer a Muzan, sobre ser de Muzan... sobre ser el omega de Muzan... así que le dije que si llevaba la cabeza de un Pilar... Muzan lo aceptaría en sus aposentos como recompensa –

- pero, Muzan-sama mata a quienes... -

- pero Enmu no lo sabe – claro que Muzan tampoco sabía que Doma había llegado a ese tipo de acuerdo con uno de sus subordinados, y no tendría por qué saberlo... el chico no regresaría con vida – solo le estoy dando una lección a ese pequeño insolente -

- él no tiene salida, morirá no importa lo que haga... -

- ¿y eso que?... hay muchos mejores que él en mi harem, un omega más, un omega menos – sus ojos particulares voltearon a ver la expresión contrariada de Akaza – o acaso sigues teniendo debilidad por los omegas –

- ¡claro que no!... ¡yo solo me encargo de informarle a Muzan-sama el estado de sus generales!... ¡tus omegas me importan una mierda! – se levanta, hablar con Doma siempre fue molesto. - ¡solo me interesan los intereses de Muzan-sama! -

Doma era alguien muy astuto con las palabras, lo que lo hacía merecedor de una personalidad verdaderamente desagradable, por eso ninguno de sus iguales disfrutaban de una charla amena con él. Y si es honesto, hacer molestar al joven e ingenuo Akaza lo encontraba bastante divertido.

- ah sí... ¿y cuáles son los intereses de Muzan entonces? –

Aquel alfa se le puso enfrente con esa sonrisa macabra, le sorprendió la pregunta y aquella cercanía, ni siquiera lo vio venir.

- pues... eso... eso no te incumbe -

- ya veo, no tienes ni idea de lo que a Muzan le interesa – con voz juguetona lo rodea – no deberías estar presumiendo esas cosas por ahí, puedes meterte en problemas, Akaza... pero te voy a dar una pista por el esfuerzo, sus intereses, tienen que ver con el omega de los pendientes hanafuda –

Quien no conociera a esa persona era un idita o demasiado nuevo, Y Akaza definitivamente idiota no era... había escuchado aquel rumor entre los pasillos, no tenía ni idea de quien es o como lucia, pero si era tan importante no debía de ser alguien que se pudiera subestimar.

- ¿tu... sabes quién es? –

- oh... has escuchado de él – Akaza no le gusto el tono sarcástico del mayor – bueno, nadie te dirá lo que hizo si preguntas directamente... Muzan prohibió que hablaran de él a los nuevos, no quiere esparcir rumores –

:Corazón Resiliente:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora