En un hospital dentro de la gran ciudad de Tokyo, Musutafu, más concretamente el centro médico principal de tal ciudad, en donde se presentan la mayoría de familias para poder obtener resultados los resultados clínicos de lo más emocionante durante las últimos años. Las mutaciones que podían hacer que una persona logrará un sueño que en su antigüedad solo era relevado para los más ambiciosos y valientes personas.
Aquí en este mismo lugar un niño de 4 años junto a su madre esperaban por su llamada, a un futuro brillante. Un lugar bastante normal, a decir verdad. Pacientes sentados esperando por su turno, enfermeras llendo y viniendo de un lugar a otro, varias detrás de un mostrador junto con tazas de café y demás productos.
Izuku: ¡Mamá! ¿todavía no está? ¿Cuál crees que será mi Quirk?
Inko: Jeje~ tranquilo Izuku. -Pasando con la gran ternura de una madre, como lo era ella, revolvió el ha alborotado cabello verdoso de su hijo.
Izuku: ¡Pero!, ¡pero! -Por su parte el chico, Izuku, estaba más que ansioso, llegando a eufórico por tener los resultados de su consulta.
Enfermera: Señorita Inko Mirodiya. -Llevando un poco demasiado cerca el papel a su cara, la enfermera llamo a la joven madre peliverde, la cuál estaba intentaba tranquilizar un poco a su hijo, igualmente peliverde.
Inko: Aquí estoy. -Con la paciencia del mundo Inko contesto a esta.
Enfermera: Por favor pase a la sala 2, el doctor ya tiene los resultados del pequeño. -Aun habiendo visto la misma escena unas cuantas veces, la enfermera no pudo evitar una ligera sonrisa al imperativo niño que jalaba a su madre constantemente.
Inko: Muchas gracias, vamos Izuku. -Levantandose por fin de sus asiento, Izuku se llenó de alegría al por fin ser si turno.
Izuku: ¡¡Yeeeiii!!, Vamos mamá, vamos, gracias señorita.
Pasando a un lado de la enfermera la saludo mientras sostenía unos papeles extras, esta solo le sonrió y le despidió con un gesto cortes de su mano.
Todo era gran alegría para el pequeño Izuku, por fin sabrá cual será su quirk. No solo era gran alegría para el pequeño también para su madre, ya que por fin su pequeño tendría lo necesario para cumplir su sueño.
Antes de seguir Izuku se paro repentinamente y volvió con la enfermera.
Izuku: Señorita, ¿Está bien?
Enfermera: Si cariño, ¿por? -Ella contestó lo mejor que pudo pero un poco extrañada parpadeo ignorando el picor de sus ojos por la repentina curiosidad del infante. Por su parte Izuku se le quedó viendo fijamente.
Izuku: Creo que debería dormir más tiempo, use unas pastillas para dormir por lo menos, el insomnio no es bueno y no ponga tanto maquillaje cerca de sus ojos puede lastimarlos o infectarlos.
Parpadeando nuevamente la enfermera tardo un momento en procesar lo que había dicho el niño. Es cierto que no había dormido bien varias noches , pero el maquillaje debería tapar las bolsas ¿cierto?. Sin saber cómo responder fijo su mirada a la madre del niño.
Inko solo le dió una sonrisa algo forzada a la enfermera. Con lo que quería decir, Izuku salió corriendo a la sala 2 mientras su madre se despedía de la enfermera aún un poco sacada de su profundidad.
Siguiendo de cerca a Izuku, Inko se concentró en las obvias muestras de gran atención que su hijo poseía. Ya que hace poco empezó a notar que no era como cualquier otro chico de su edad. Era brillante, por decir menos, desde lo académico hasta lo deportivo, el chico tenía grandes aptitudes para todo, eso la sorprendió mucho, pero lo más impresionante era su habilidad para observa y deducir. Pero incluso sin todo esto su madre solo deseaba lo mejor para su hijo, inteligente o tonto, amable o un poco rudo, lo apoyaría sin importar que, incluso si su Quirk resultaba ser algo escandaloso, ella nunca lo abandonaría.
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BNHA - El Mentalista
Hayran KurguIzuku Midoriya un joven chico de Mufasu, quién a decidido a hacer lo "correcto" y evitar la desgracias, pero no como un Héroe sino como un gran DETECTIVE. - Izuku 20 años - Referencias (unas pocas no hacen daño) - Quirkless (Historia basada en Izuku...