Diferente...[#CoMPaS]

°•Cap 33•°

Pov. Mike

Desperté en una habitación blanca. Luminosa. ¿Donde estoy? Lo último que recuerdo es el espejo y...

A él.

Al abrir mis ojos lo primero que ví fueron unas orbes color cielo y un pelo color azabache acercándose a mi.

—Hey, buenas tardes, ¿Te sientes bien? — me pregunto con una suave voz que reconocí al instante.

—S-si... Eso creo... ¿Que fue lo que paso?

—Realmente, no se. Yo solo entre a tu habitación y te veías petrificado, como si acabarás de ver al mismísimo Satanás en persona.

"Si supieras que así fue" pensé para los adentros.

—Luego te desmayaste y tu padre y yo te trajimostrajimos— terminó de contarme Trolli.

—Gracias, por preocuparte por mi...

—¿Que clase de novio sería si no me importaras?- me dijo y a continúa con los unimos en un beso.

Ambos nos separamos al oír la puerta de la habitación abrirse, era mi padre, totalmente preocupado y nervioso.

—¡Mike! ¡Me preocupaste-— dijo corrio a abrazarme.

—Perdón... No quise preocuparlos, a ninguno de los 2- me disculpe. —Creo que... Simplemente se me bajo el azúcar, jaja.

Mi padre río junto a mi dando a entender que me creía, pero Trolli me quedo mirando. Creo que no llegaba a creerme del todo.

—Bueno, iré a hablar con la doctora para llevarte a casa— dijo mi padre y así se fue por la puerta.

Voltee para ver a Trolli pero su cara no demostraba alegría, si no confusión.

—¿Pasa algo, Trolli?

—Te conozco, Mike. Se que a una persona que come 10 chocolates en secreto por día no se le puede bajar el azúcar.

No sabía que decir, lamentablemente tenía razón. Mi excusa fue patética.

—Y-yo... E-es que... L-lo que pasa es qu-

"Salvado por la campana" pensé cuando ví a la enfermera y a papá entrar por la puerta.

—Señorito Mike, ya puede ir a su casa.

(...)

Pov. Omnisciente

—¿Y? ¿Que opinan?

—Muy rico, Sr Crack- contestó Trollino saboreando la comida.

Mike no respondió. Ni siquiera había probado su carne. Desde la mañana que andaba muy distraído y no hace falta decir porque.

—Ey, Mike- volvió a la realidad. —¿Estas bien? Últimamente estas muy distraído...— cuestionó su padre.

—S-si... Yo... No tengo hambre... Me voy a mi habitacion...

Dijo, se levantó y subió. Al entrar a su habitacion se sintió horrible. ¿Como podía mentirle a las personas que quiera sobre algo tan importante? Fue y se tiro en su cama, tratando de pensar alguna solución para que Mikecrack.exe no terminara destruyendo a todos. Luego de unos minutos de estas tirado en su cama pensando se le ocurrió una idea que según él, era brillante.

—Esta bien, no hay opción...

Justo cuando se dio vuelta escucho a Trollino entrar.

—Ey, ¿Estas bien? Estas actuando raro últimamente...

—Si... Estoy muy bien...- sonrió.

Trollino se quedó pensando y después de unos segundos de reflexión decidio creerle a Mike.

—Esta bien... Te creo...— dijo, se acercó y plantó un beso en los labios del rubio. -Recuerda que puedes contar conmigo para todo, ¿Lo sabes verdad?

—Si... Lo sé...

Otra mentira. Se sentía horrible pero era lo mejor para todos, según él.

—Ayudaré a tu padre con la mesa, ¿Vienes?

—¡Claro!— dijo y siguió a Trolli por las escaleras.

Si iba a ser su última noche junto a ellos, no la iba a desperdiciar.

(...)

Ya era de noche y Mike estaba listo para empezar. En la cena tampoco había comido. Trollino estaba dormido junto a él, el azabache se había quedado a dormir para asegurarse de que Mike estuviera bien. Digo, confiaba en el rubio pero había algo que le seguía incómodando. Se separó del abrazo de este y agarro su mochila. Metió algo de ropa y se dirigió al baño, se lavo la cara y bajo las escaleras. Se acercó a la puerto y volteo a la heladera.

Sin comida moriré, pensó.

Se dirigió al artefacto y agarro una botella de agua, unos sándwiches y todo su chocolate, nadie se iba a quedar con su chocolate. Cerro su mochila y se la colocó dispuesto a irse, pero cuando volteo vio algo que no se esperaba, o más bien, a alguien.

—¡¿Que crees que estas haciendo?!- cuestionó su pareja preocupado.

—E-eh... Y-yo... Emm... ¿Voy a un campamento?

Trollino lo miro con una cara de, no soy estúpido Mike. Claramente sabía que el rubio intentaba huir, lo que no sabía era porque.

—¿Porque haces esto Mike? ¿Acaso es por tu padre? ¿Por los CoMPaS? O... ¿Por mi?

—¡Claro que no! Por ninguno... Es solo que...— se quedó callado. No quería decirle. No porque no confianba en Trollino, si no porque temía que por miedo lo dejara.

—Vamos... Puedes decirme lo que quieras... Confía en mi...— dijo agarrando su mentón con la mano, obligandolo a mirarlo.

—Trolli... Él volvió...

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