°•Cap 10•°

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Era un día normal, como cualquier otro. Mike se encontraba jugando en el patio con sus mejores amigos Flex y Raptor.

-¡A que no me alcanzas! -decia un niño rubio.

-¡Ya vas a ver! ¡Soy muy rápido! ¡Mi papi tiene súpervelocidad y voy a ser como él! -decía el pequeño Raptor.

-¡Corre Mike, ahí viene! -gritaba el mapache azul a su amigo.

En la casa, la madre de Mike se encontraba lavando los platos junto a su marido.

-Amor, creo que debemos ir a comprar para la cena -dijo el hombre.

-Bueno, iré con Mike, ¿Ok?

-Claro, los espero -dijo y recibió un beso de parte de su esposa.

Al salir la mujer buscó con la mirada a su pequeño de tan solo 6 años, lo vio jugando con sus amigos a lo cual lo llamó.

-¡Mike! ¿Quieres ir a comprar con mamá, cariño?

-¡Siiiiii! ¡Ya voy! Los veo después -dijo y salió corriendo con su madre.

(...)

-Siguiente -dijo el encargado de la tienda. ¡Oh! Jules, ¿Como estas? ¿Todo bien?

-Hola Pedro, si todo bien.

-¿Pero quien es este pequeño tan grande? ¿Acaso es Mike?

-¡Si soy yo! -dijo con entusiasmo el menor.

-Que lindo, ¿Entonces vas a llevar solo esto?

-Si solo esto.

-¡Mami, mami! ¡Mira!

El pequeño señalo un chocolate que se encontraba en el mostrador para vender.

-No hijo, perdón pero ahora no tengo tanto dinero, la próxima te prometo que te lo compró, ¿Ok?

-Esta bien mami -dijo desanimado el pequeño.

-Ey, toma -dijo el encargado de la tienda dándole a Mike el chocolate.

-Pedro, no.

-Dejalo, es un regalito de mi parte -dijo giñandole un ojo. -Pero no le digas a nadie, ¿Ok?

-¡Oki doki! ¡Muchas gracias Sr Pedro! -dijo para salir corriendo.

-Ya vas a ver Pedro.

-De nada Jules, nos vemos otro día.

(...)

-¡Ma! ¿Cuando lleguemos a casa puedo comer mi chocolate?

-Mejor déjalo para después de comer hijo, sino te llenaras y no cenaras.

-Te prometo que si ma.

-Mejor guárdalo para después.

-Bueno -digo por fin el pequeño acercándose a la vereda para cruzar.

-Espera hijo, primero hay que mirar a la derecha, y luego a la izquierda.

-Viene un auto pero muy lejos mami.

-Entonces cruzamos rapidito -dijo la madre dándole la mano a su pequeño.

Cuando iban cruzando la calle a Mike se le cayó el chocolate en el medio de esta. Al perderlo obviamente no iba a dejarlo ahí.

-¡Mi chocolate! -dijo y fue a buscarlo.

-¡Mike no!

El auto antes mencionado se acercaba rápido y la madre de Mike no iba a dejar que algo le pasará a su pequeño niño así que rápidamente lo empujó contra la vereda. El conductor del auto, por estar usando el celular, no se percató de lo que pasaba al frente y al tratar de frenar fue demasiado tarde.

-¡Ay ma! Me raspe la rodilla, ¿Ma? -el pequeño volteo viendo a su mamá en el suelo, sin moverse.

Rápidamente corrio hasta ella, aunque sus sacudidas y lamentos fueron en vano.

-¡Mami por favor! ¡Levantate! ¡Hay que ir a casa para comer! ¡Papa nos espera! ¡MAMI!

Mike lloraba desconsoladamente, no podía creer lo que hizo, no entendía lo que hizo, el conductor se bajo.

-¡Niño perdoname! ¡No la ví!

-¡Oiga! ¡Alejese del niño! -gritaba un hombre impidiendo que el causante de todo se fuera o hiciera algo.

Había personas que llamaban a la policía, otras a la ambulancia, personas que separaban al conductor del niño, otras miraban. Una policía intentaba separar a Mike del cuerpo de su madre.

-¡No porfavor! ¡Dejenme! ¡Es mi mamá!

-Pequeño espera, ven conmigo, vamos a buscar a tu papa.

-¡Pero mamá se lastimó! ¡Me necesita!

-Los médicos van a ayudarla, ven conmigo porfavor.

-B-bueno -dijo por fin Mike.

-Escuchame, ¿Donde está tu papa?

-En casa, nos está esperando.

-Bien, vamos a buscarlo.

(...)

Toc, Toc...

-¡Ya voy! -el padre de Mike abrió la puerta. Pero no se encontró con las 2 personas que esperaba, sino con 1. -¿Hola?

-¡Papi! ¡Mama se lastimó! -decía Mike llorando.

-¡¿Que?! ¡¿Donde está mi esposa?!

-Señor, ¿Podemos hablar en privado?

Unos días después...

-Perder un ser querido es triste, pero perder a una gran madre y esposa es aún peor. Que Jules pueda ir al descanso eterno en la paz de Cristo, que el Señor la reciba en el banquete de los hijos de Dios en el cielo. Con fe y esperanza en la vida eterna, ayudemosla con nuestras oraciones y pidamos también por nosotros. Que volvamos a reunirnos un día con nuestros seres queridos, para que juntos, encontremos a Jesucristo cuando él, que es nuestra vida, se manifieste en gloria. Amén

-Amén -dijeron todos y haci Mike se despidió de su madre lamentando su error y culpandose por su muerte. Deseando que ese día, nunca hubiera pasado...

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