Capítulo 11 - Algodón de azúcar

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Nervioso

Así es como se sentía Seokjin mientras observaba su armario, preocupándose por primera vez por la ropa que usaría. Apretó los labios y maldijo por lo bajo su estado monetario. Su pequeño armario tenía apenas ropa decente, jaló la manga de una de sus chaquetas y notó apenado los rotos del puño. No tenía nada que solucionará lo que por primera vez deseaba.

Verse bonito para Namjoon, un hombre, su jefe y aquel que despertaba sentimientos que él creía haber enterrado cuándo Sun Hee murió.

—¿Ya estás listo papi?— Hoseok se asomó por el umbral ya vestido. Seokjin le había colocado una camisa de cáritas y una pantaloneta roja. Tenía manillas en sus manitos y una gorra con dos aros de metal tintineando al final.

—Papá no sabe que usar— Mintió Seokjin, pues no quería decirle a su hijo que todo su dinero lo invertia en él, porqué solo le importaba su bienestar. Tampoco que había olvidado renovar su guardarropa y que a pesar de que solo era una salida al parque de diversiones, él no quería verse mal.

Hoseok se acercó y observó la ropa colgada en el diminuto espacio. Se agachó y apartó algunos objetos personales de Seokjin, encontrando una bolsa con ropa guardada. La jaló con sus manitos y cuándo la bolsa cayó al suelo, se giró y la señaló mientras miraba a Seokjin —¿Y está?

—Esa ropa me la regaló tú mamá— Susurró Seokjin —No he querido usarla porqué es especial.

—¿Entonces no la usarás nunca?— Preguntó inocentemente —¿Mamá se enoja?

Seokjin apretó los labios mientras sentía que su garganta se apretaba. Siempre le sucedía cuándo recordaba a Sun-Hee, su recuerdo aún dolía demasiado y por eso había ocultado aquella ropa, no quería verla y recordar que Sun-Hee no pudo verlo usándola.

—Y-Yo...

—No creo que mami se enojé, solo la tomaremos prestada un ratitito— Opinó mientras acercaba sus deditos sin unir las puntas.

Seokjin tragó —¿No te molesta que use la ropa que me dió tú mami?

—Nop— Hoseok sonrió —¡Pruebatela papá! Yo te espero— Corrió hasta la puerta y cubrió sus ojitos con sus manos —¡Sorpresa! ¡Sorpresa! — Gritó y cerró la puerta.

Seokjin suspiró y con dedos temblorosos soltó el nudo de la bolsa hasta que vió las prendas dobladas dentro de ella. Deslizó suavemente la punta de sus dedos por la tela y miró de soslayo la foto de su esposa que estaba en la mesita de noche. 

—¿Estará bien usarla para él, cariño?

Tragó y apartó la toalla de su desnuda anatomía. La tela suave acarició su piel y poco a poco estuvo listo, sintiendo que de alguna manera llevaba a Sun Hee con él.

Seokjin caminó hasta la puerta y la abrió, viendo que Hoseok aún tenía sus ojitos cubiertos. Río levemente y acarició sus manitos —Ya puedes abrirlos bebé

Hoseok apartó sus manitos y poco a poco analizó la ropa de su papá. Sus mejillas se tornaron rojizas y las apretó entre sus deditos mientras abría la boca sorprendido —¡Papá te ves muy bonito!

 Sus mejillas se tornaron rojizas y las apretó entre sus deditos mientras abría la boca sorprendido —¡Papá te ves muy bonito!

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¡Hey! ¡Conserje Kim! - [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora