Cálida noche Ω

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Abrió los ojos con pesadez, acostumbrándose de a poco a la luz del sol que descaradamente se colaba por sus cortinas, se cubrió hasta la cabeza con su sábana al mismo tiempo que se giraba en dirección contraria, no tenía idea de qué horas serían pero sí sabía que era la mañana del sábado, y por lo tanto no tenía clases en la universidad, podía dormir un poco más. 

Hasta que recordó el día que era.

18 de agosto. Su cumpleaños.

Nunca había sido una fecha que lo emocionara particularmente, pero desde que comenzó a salir con Usagi ansiaba su llegada desde días antes, porque amaba ser mimado por su novio, no iba a mentir. Pero ese año en particular estaba más emocionado que de costumbre ¿por qué? Ese año cumplía 18 años, por primera vez luego de casi 3 años saliendo con Akihiko pasaría la noche en su departamento. No era la primera vez que pasaban la noche juntos, pero si era la primera vez que lo harían sin ninguna interrupción, en alguna ocasión Usami llegó a quedarse a dormir en el departamento de los Takahashi, Takahiro al no saber qué hacer con la insistencia de Misaki de quedarse con Usagi fue la única solución que encontró, si quería asegurarse de que el escritor mantuviera su palabra de mantenerse al margen con Misaki, debía estar cerca de ellos.

Se incorporó en la cama, instintivamente miró su mesita de noche, donde se encontraban su celular y los supresores que había recogido en la clínica el día anterior, su celo estaba cerca. Se sonrojó un poco al pensar en el escritor, y en lo que muy probablemente pasaría entre los dos esa noche, por supuesto que lo sabía, no solo por las sutiles indirectas que había recibido por parte de Usami, él también ansiaba aquello, casi desde que se conocieron ¡Por dios! Sus hormonas estaban vueltas locas a esa edad, y tener a ese atractivo alfa como novio no le ayudaba para nada a su autocontrol. Por lo que, con tan sólo pensar en lo que podría pasar en tan solo unas horas, le emocionaba de sobremanera.Giró como tronco emocionado en su cama tratando de calmarse un poco, y tomó su celular para distraerse. Se encontró con varios mensajes de felicitaciones de sus amigos y compañeros de la universidad. Respondió amablemente cada uno de ellos, dejando para el final el mensaje que realmente esperaba. El de su apuesto conejo.

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Mi lindo Misaki, feliz cumpleaños. Espero que te guste el primer regalo que te dejé. Nos vemos más tarde.

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¿Primer regalo? ¿En serio comenzaría desde ese momento con las sorpresas? Sonrió como estúpido al pensar en ellos. No era como que le encantara recibir regalos, lo que realmente amaba de toda esa situación era el hecho de que Usami se tomara el tiempo de hacerlo feliz: le había dicho un millón de veces que él no necesitaba ningún obsequio material, pero el otro era realmente terco como para hacer caso a aquello.

Se levantó y se vistió con algo simple, sólo para ir a desayunar con su hermano, tal vez más tarde regresaría a arreglarse un poco más. Estaba a punto de salir de la habitación pero recordó que debía tomar su medicina, sus días de celo estaban cerca, y lo que menos quería era que se adelantara y se presentara en algún momento de ese día. Bueno, tal vez por la noche no la tomaría.

Salió de su habitación y se encontró a Takahiro en la cocina preparando el desayuno, en la mesa ya se encontraba una humeante taza de té con un gran plato de panqueques al centro.

— ¡Misaki! Feliz cumpleaños. — Takahiro se giró un poco para no descuidar la estufa, Misaki sonrió al escuchar a su hermano.

— Gracias Nii-chan. — Misaki se puso a poner la mesa, aunque la mayoría de las cosas ya se encontraban en esta, pero antes de que pudiera sentarse a esperar, la voz de su hermano detuvo sus movimientos. 

Koi No YokanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora